Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
A pesar
de los accidentes mortales que se han originado con la participación y los más
por culpa de los grandes camiones de carga que circulan por las carreteras
libre a Colima y la mal llamada Autopista Guadalajara-Manzanillo, nada se ha
hecho para evitar que estas enormes unidades de carga sigan circulando con
doble remolque y a velocidades que superan los límites, constituyéndose en un
peligro latente y constante para los demás automovilistas que usan
principalmente la autopista protegidos solamente con un seguro, cuando se paga
la caseta, que más que de vida, es de riesgo de muerte.
A esto hay que agregar lo lento de
los trabajos para construir los carrieles faltantes para que dicha autopista
esté completa, pasa el tiempo y los puentes y trazos nuevos de la carretera
tienen un lento avance, que sin duda consume recursos y por lo tanto encarece
el proyecto de construcción, lo que es cosa común tratándose de obra pagada con
recursos públicos producto de los impuestos que pagan los ciudadanos de este
país, razón por la cual el trazo actual de esta ruta sigue siendo,
principalmente en lo que corresponde a Jalisco, de dos carriles, desde Toníla
hasta pasado el tramo conocido como Cuatro Caminos.
El tránsito de este tipo de unidades
será eterno y aumentará con el paso del tiempo sin duda alguna, las operaciones
comerciales y portuarias en el Puerto de Manzanillo así lo vislumbran, los
miles de contenedores que arriban por tierra y por mar para ser enviados a
otros países o bien que provienen de éstos para el nuestro, irán en aumento y
con ello el flujo de camiones de carga no parará y sí crecerá y con ello los
riesgos por donde transitan, problema que no es propio de México sino de todos
los países que tienen este movimiento comercial pero, en el nuestro, presenta
el fenómeno de la impunidad, de la falta de aplicación de la ley, sin la hay, para
evitar el uso de medidas extremas para transportar cargas.
Por la autopista Guadalajara-Manzanillo
los conductores pagan casetas por su uso, y lo que se destina por ello no es
sinónimo de tránsito seguro, no sólo por los riesgos que representan los
camiones de carga, sino por el estado que guardan las carpetas asfálticas en
muchos de sus tramos, la no terminación de las obras que unan a Jalisco con
Colima en cuatro o más carriles, cuando en el vecino estado ya se cuenta, en un
buen trecho, hasta con tres de éstos, mientras que por el lado de Jalisco hay
un lento avance en las obras, pocos puentes se han concluido y deja mucho que
desear el estado del trayecto que actualmente está en servicio.
Por la autopista, sobre todo
entrando a Colima, hay presencia de policía federal y hasta del ejército
haciendo labores de vigilancia e inspección. La conocida como Federal de
Caminos, algunas de sus patrullas se apostan en sitios que les permite
visibilidad a los patrulleros, pero quedan en calidad de invisibles para el
conductor, lo que da la creencia que están a la caza de infractores de los
límites de velocidad, no en calidad de advertencia para no violentar la ley,
cuando las sanciones para que la infringen son costosas, por lo que al
conductor particular le sale más caro el uso de la autopista por el pago de
casetas, de multas cuando se las aplican, y de gran riesgo por los camiones de
carga y condiciones de las carreteras.
Una pregunta necesaria de hacer a
esta dependencia es… ¿Hasta dónde tienen jurisdicción para sacar de las
carreteras el tránsito de los camiones de carga que utilizan doble remolque?
Sin duda que éstas pertenecen a grandes empresas nacionales o trasnacionales,
razón por la cual tal vez no se les impida su uso y circulación, sabido es que
hasta grandes evasoras son del fisco, cuantimás de una sanción por ser factores
de riesgo en carreteras para los demás conductores, a éstos últimos el peso de
la ley y de cobros indebidos, a los demás… ¿Cuándo?
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