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lunes, 21 de mayo de 2018

Poesía eres tú Rosario Castellanos. La mujer del siglo XX de la que deberíamos hablar en el veintiuno



  Samantha Melendrez

>“Matamos lo que amamos. Lo demás
no ha estado vivo nunca.
Ninguno está tan cerca. A ningún otro hiere
un olvido, una ausencia, a veces menos.
Matamos lo que amamos. ¡Que cese esta asfixia
de respirar con un pulmón ajeno!”


>“Algún día lo sabré. Este cuerpo que ha sido
Mi albergue, mi prisión, mi hospital, es mi tumba.”




El siglo veintiuno ha traído maravillas y las buenas nuevas. Cada vez hay más mención y reconocimiento de los grandes logros que han obtenido las mujeres a lo largo de los años y que han sido dejados a la orilla de la nada. Rosario Castellanos es un    motivo que sumamos al reflector de lo que merece ser murmurado, hablado y gritado a los cuatro vientos. 

La poeta, novelista, ensayista, profesora, diplomática y feminista, nace un 25 de mayo de 1925 en la actual Ciudad de México en un día de viaje y de paso. Vive su infancia a lado de sus padres Adriana Figueroa y César Castellanos en  Comitán, Chiapas. Como toda niña de “buena” posición en la comunidad y a como se acostumbraba, se le fue asignada una compañera indígena de la misma edad para jugar llamada María Escandón. De la cual aprendería y de su nana Rufina para poder escribir lo que escribió en años posteriores acerca de sus iguales.

 Dieseis primaveras y huerfana, llega al antiguo Distrito Federal, completa secundaria y es admitida por la UNAM a la carrera de Filosofía. Comenzando a los 18 con sus primeras publicaciones en la revista Antológica América y formando parte de los Ocho poetas (integrado por Dolores Castro, Javier Peñalosa, Alejandro Avilés, Octavio Novaro, Efrén Hernández, Honorato Ignacio y Roberto Cabral del Hoyo) asignado el nombre por Alfonso Méndez Plancarte, ya que los ocho solían reunirse a leerse entre sí sus creaciones.

Egresada de la licenciatura, añade al currículum: maestría en filosofía y para no parar la vida académica, más tarde sus méritos le permite recibir una beca en el Fondo de Cultura Hispánica y en el año 1950 en el que Rosa Parks pasa a la historia por defender los derechos civiles, Castellanos pasa un posgrado de estética y estilística en la principal universidad de Madrid.

En el 52, regresa y se convierte en directora del Instituto Chiapaneco de Ciencias y Artes de Tuxtla Gutiérrez desarrollándose de guionista e indudablemente, hablando de temas que le concernían, llámese alfabetización, llámese otros.  Cuando se pensaba qué podría ir a la lista de la Barbie mexicana por multitask, por segunda vez  es jefa y  de Información y Prensa por parte de su casa de estudios. En el 71 toma cargo de embajadora de México en Israel. El 7 de agosto del 74, muere para vivir eternamente en el corazón de  sus fieles y de la literatura mexicana.
Obras:

Balún Canán (1957)  Se atreve  y escribe un libro que refleja la viva imagen de la niñez que vivió coexistiendo y relacionándose entre blancos e indigenas.
Oficio de tinieblas (1962)  Cuenta en ficción la realidad de las diferencias entre ser español e indígena en San Juan Chamula en Chiapas. 
Mujer que sabe latín (1973) Dicho popular alrededor del globo y Rosario en burla de él, le dedica a un libro a la mujer en la sociedad.
Poesía no eres tú (1972) Poemario creyente que nacemos enteros y no necesitamos de una mitad.
Cartas a Ricardo (1994) Cartas a su ex-esposo.


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