Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
La
celebración acostumbrada del Día del Trabajo, el primero de mayo, prácticamente
ha pasado a ser una fecha marcada en el calendario oficial como día de descanso
obligado para los trabajadores, y ya no para la realización del desfile que
conjuntaba organizaciones, sindicatos y trabajadores afiliados a una central
obrera, y que culminaba en un acto masivo con la participación de oradores que
resaltaban las luchas y los logros por una mejor vida de los trabajadores.
El primero de mayo de este año, lo
único que se vio en las horas acostumbradas a la celebración matutina, generalmente,
fue una pequeña columna de empleados de TELMEX que se hicieron presentes en la
vía pública, así como una reunión, prácticamente privada, con los afiliados y
dirigentes del SUTERM, el sindicato de los electricistas, no se vio en la
explanada de la plaza principal de Ciudad Guzmán el conglomerado que años atrás
hacían trabajadores afiliados a la CTM, CROC, STIRT y otros gremios.
Esta merma en los actos
conmemorativos y en la disgregación de los sindicatos y centrales obreras,
sobre todo masivos, se vino dando con la desaparición física de quienes por
muchos años fungieron como líderes o dirigentes de las centrales obreras de
Zapotlán el Grande, en las personas de Andrés Rolón Peralta, CTM, y Jesús
Galván González CROC, organización que después de la muerte de Galván González
la representó en los hechos y discursos el también desaparecido Fernando Pinto
García. Cada fecha alusiva se vino celebrando con menos gente y con el paso que
lleva seguramente tenderá a desaparecer para siempre.
Este fenómeno, no se puede separar
de las circunstancias políticas que se han venido dando desde hace algunos años
en el Municipio, cuando comenzaron a gobernar candidatos propuestos por otros
partidos políticos ajenos al PRI, cuando también comenzaron a surgir nuevos partidos
y candidatos que tundieron con fuerza al monolito político que significaba el
tricolor con el apoyo de sus organizaciones afines; CTM, CROC, CROM, SUTERM,
STIRT, CNC y el campesinado, ahora disgregados en diferentes corrientes y
partidos que de alguna manera se han mantenido al margen de conmemoraciones
como la que no ocupa.
Fuera de ser un acto meramente
conmemorativo ahora casi en el olvido, la celebración de esta fecha no
representaba, en los hechos, nada de trascendencia o de beneficio para los
trabajadores, y la mejor prueba está es que siguen siendo sujetos a salarios de
miseria, a condiciones de trabajo cada vez más permisivas para el obrero pese a
estar afiliados a un sindicato, a una organización, y lo mismo se está dando
también, sistemáticamente, en fechas como la conmemoración de la expropiación
petrolera, mientras que la del cinco de mayo se ha transformado en un desfile
de la primera y la del inicio de la revolución en una comparsa de bailables con
música ajena a la tradicional, sin que ello repercuta más allá de un cambio
radical y un olvido de lo que dio origen a su celebración años atrás.
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