Juan
José Ríos Ríos
La
sobreprotección y el descuido en que incurren algunos padres de familia y las
disposiciones oficiales para que los maestros no puedan intervenir, son causas
que han favorecido y acrecentado el problema de violencia que se vive en las
escuelas públicas del país y que tiende a empeorar, consideran profesores en
activo al ser cuestionados sobre este tema que, incluso, ha originado hasta la
muerte de algunos jóvenes estudiantes.
Dijeron que peleas y ofensas entre
alumnos, de todos los niveles, siempre las ha habido pero casi nunca llegaron a
la proporción de daño que ahora se tiene y afecta a muchos niños y jóvenes por
el abuso de algunos de sus compañeros de clases, que se valen de su condición de
fuerza, tamaño y hasta social, y muchas veces hasta con el respaldo de sus
padres que no son capaces de ponerlos en su lugar educándolos en el respeto de
la persona y derechos de los demás.
“Ahora nosotros no podemos ni
llamarles la atención porque luego nos cargan a Derechos Humanos, los mismos
papás nos señalan y reclaman, hasta de manera airada y ofensiva muchas de las
veces, porque les decíamos algo a sus niños, lo que los ha hecho engreídos,
groseros, abusivos y hasta irresponsables, por eso está el nivel educativo tan
bajo y por eso hay tanto niños que ha perdido la vida, la salud y la
tranquilidad por los abusos y golpes que reciben de parte de los muchachos que
están tan consentidos por sus papás”, opinaron.
Años atrás, en la mayoría de las
escuelas de todos los niveles, existían reglamentos interiores que se hacían
del conocimiento de los papás y de sus hijos al ingresar como alumnos, lo que
permitía que los maestros en sus aulas o los directores en sus planteles
pudieran actuar para tomar correctivos entre quienes los violentaban, haciendo
del conocimiento, incluso, de la participación de los papás del alumno
trasgresor, comentaron.
“Eso ha pasado a la historia,
lamentaron los entrevistados, ahora ya no les podemos llamar la atención a
nuestros alumnos, so pena de ser acusados y sancionados hasta por Derechos
Humanos, bien por los mismos alumnos o por sus papás, la misma Secretaría de
Educación nos prohíbe actuar, ante ello qué podemos hacer para que los
muchachos cumplan con sus obligaciones como alumnos, haciendo sus tareas,
siendo responsables en sus horarios y compromisos como tales, mucho menos para
evitar que entre ellos se ofendan, se den de golpes o abusen de los demás, este
paternalismo perjudica aún más la educación de los niños y jóvenes, cuando las
reformas dizque para mejorar su formación los ha hecho desobligados, agresivos,
caen en la calidad de impunes cuando algunos de sus papás son sus cómplices”,
señalaron.
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