>La técnica con tecnología 3D reduce riesgos y ofrece calidad de vida a las mujeres, afirman médicos del IMSS.
El Volcán/IMSS
Hace dos años, Ana fue diagnosticada con cáncer de
mama. En la batalla contra esta enfermedad perdió el seno derecho,
recibió cinco quimioterapias y está en los cinco años de tratamiento
profiláctico para evitar que reaparezca este mal.
Después de su alta médica,
lo que más desea es una cirugía reconstructiva para
recuperar su mama, pues, aunque actualmente usa una
prótesis, al llegar la noche la huella de la mastectomía le recuerda el
momento más difícil que ha pasado en su vida.
Actualmente, Ana tiene 50 años, y aunque el cáncer no afectó su
matrimonio e incluso a su esposo parece no importarle su cicatriz, ella dice
que: “deseo volverme a sentir y verme como una mujer completa; pero no quiero
que me pongan nada más un pegote, espero una cirugía que no haga diferencia con
mi otro seno porque sé, de otras pacientes, que han quedado muy artificiales o
como chuecas”.
El uso de la tecnología 3D (tercera
dimensión) ofrece la oportunidad de que las mujeres con una mastectomía lateral
o bilateral, puedan recuperar un seno que es el clon de la mama sana.
El escaneo se realiza de la mama sana, nos crea un molde tridimensional
exacto y preciso, y ese diseño se imprime creando un molde como tal, que nos va
a servir como patrón preciso y exacto para moldear ese tejido y tener tanto la
misma forma, como el miso volumen”, explicó Alejandro Cruz Segura, especialista
del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en cirugía plástica y
reconstructiva.
El tejido tomado, en 85 por ciento de los casos, del abdomen de la
propia paciente, es el material para realizar las nuevas mamas, lo que reduce
un riesgo de rechazo por el organismo y ofrece un beneficio adicional que es un
tipo de cirugía estética en esa parte del cuerpo dejándole una mejor talla.
Actualmente se realiza la reconstrucción con tejido de la paciente y
mediante una conexión microvascular. Aún se realiza sin un patrón o un molde, y
la cuantificación del volumen o la forma que se le da al implante se realiza de
manera subjetiva o, como popularmente se dice, al tanteo.
Es por ello, que en ocasiones las pacientes se tienen que someter de
cinco a 10 procedimientos quirúrgicos para que el seno que se está
reconstruyendo quede bien.
El médico adscrito al Servicio de Cirugía Plástica Reconstructiva del
Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional La Raza, y líder del proyecto de reconstrucción mamaria con tecnología 3D, dijo
que la nueva técnica permitiría realizar la cirugía en una sola intervención.
Para llevarlas a cabo, sólo se necesita que el IMSS adquiera un escáner y una impresora profesionales, cuyo
costo es de aproximadamente 60 mil dólares, y en las primeras cinco o seis
cirugías podría recuperarse la inversión.
De esta forma, el Instituto se convertiría en pionero a nivel mundial,
pues actualmente se hacen prótesis mamarias en 3D para uso externo y no para
implantes permanentes.
La paciente quedaría con una fina cicatriz en la parte superior del
seno, menos agresiva que la de la mastectomía y con ello mejora la autoestima.
El grueso de las mujeres con cáncer de mama que posteriormente buscan una
reconstrucción mamaria tienen entre 47 y 50 años de edad.
Con el escáner se toman las
medidas de la mama sana en una especie de fotografía y prácticamente se colona
su forma y volumen para después imprimirla en un molde de silicón, siendo una
práctica indolora y completamente segura para la paciente.
Cuando la paciente fue
sometida a una doble mastectomía, se le presentan fotografías y moldes con
diversas formas de senos para que la interesada elija la que vayan más con su
estilo y se realizan los moldes dejando ambas mamas con la misma forma y
volumen.
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