Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
La
sociedad de Zapotlán el Grande y en general de todas las parroquias que
pertenecen a la Diócesis de Ciudad Guzmán, ha tenido una actitud muy positiva
para su nuevo Pastor, el señor Obispo Don Oscar Armando Campos Contreras. “Una
sociedad muy dispuesta, yo digo muy misericordiosa hacia mi persona, han sido
buenos todos, no tengo nada que sentir, veo mucha riqueza humana, mucha
disponibilidad, veo también la actitud de aceptar al Obispo, no por el nombre,
sino porque el Obispo tiene que hacer referencia a los valores cristianos, a la
fe y a Dios”.
Al nuevo Pastor de la Grey Católica
de esta Diócesis se le entrevistó en su oficina para conocer su sentir personal
y sobre la dedicación del mes de marzo como del seminario, agregando que en ese
sentido ha habido una buena respuesta al Obispo, no importando cómo se llame,
dando su contribución, aporte en tiempo, porque Cristo es el Alfa y el Omega,
el principio y el fin. “Nosotros tenemos que ayudar a que la gente reconozca la
persona de Jesucristo, la valore, la pueda amar y seguir, eso es lo fundamental
para el cristiano, conocer a Jesucristo, amarlo y compartir con él la vida, la
misión, porque todos estamos de paso en el mundo, pero Cristo nos tiene como
una meta definitiva y nos ayuda a entender mejor nuestra vocación”.
Y a propósito de la vocación, dijo
que, en este mes de marzo, mes de seminario, dijo creer que la gente tiene en
sus mentes y en sus corazones conciencia de la importancia que tiene para la
vida la formación de los futuros sacerdotes en el seminario. “Nosotros allí la
Diócesis ha escogido el mes de marzo por dos cuestionas, una porque San José es
el Patrono del Seminario y, la otra, porque es un tiempo oportuno también para
motivar las vocaciones, estamos en víspera de un tiempo de preparación de los
exámenes de fin de semestre y es importante ir iluminando en nuestros jóvenes
en el sentido vocacional, no solamente para que sean sacerdotes, sino que descubran
que cada vida tiene un camino y cuando se descubre como entrega de la vida es
una vocación”.
TIEMPO
ACTUALES, LA VOCACIÓN COMO UNA FORMA DE VIVIR
El Obispo señaló que el problema en
el mundo de hoy es que la profesión y el trabajo no suelen verse como vocación,
sino como una forma de vivir o tener cosas. “Eso sí es limitante porque en el
mundo de hoy, la sociedad actual nos hemos ido materializando y digo nos hemos
sido porque todo mundo vamos caminando en el mismo carril todos y de momento vemos
cómo nos contamina una sociedad que busca valores materiales casi
exclusivamente, y nuestros jóvenes son con mayor facilidad arrastrados por esta
corriente, la vida técnica que ha virtualizado las relaciones e impide que el
joven vea un horizonte más amplio, en la actualidad los jóvenes ven un
horizonte muy corto, parece ser que hay una miopía colectiva para ver el futuro
con mayor claridad y con esperanza, uno se va quedando con lo que recibe en
este momento”.
Agregó que, con el impacto de los
medios de comunicación, de la publicidad y del show, como él lo considera
porque tal vez el espectáculo más inmediato llega a la mente y al corazón de
muchos. “Y nuestros jóvenes también son fascinados casi por ese show y entonces
quedan sometidos a lo que se está ofreciendo inmediatamente, lo que es triste
porque se ofrece una especie de vida cómoda, fácil, placentera en la droga en
el alcohol y el dinero, y el horizonte amplio se va perdiendo. Hablando con una
doctora y cuando tuve la oportunidad de estar con un grupo de jóvenes
estudiantes de medicina, les dije que deben tomarlo como una vocación, no como
una forma de sacar dinero, porque cuando no se entiende la profesión como una
vocación, se utiliza al otro para conseguir dinero y no como una entrega de
vida al servicio de los demás”.
Sin embargo, señaló, los jóvenes
sienten en el fondo un cierto vacío que les obliga a veces a muchos de ellos
que reflexionan en sí mismos, que no son pocos, universitarios incluso, que se
están preguntando… y nuestra vida qué, los valores que debemos fortalecer, cómo
?. “Ahí es en donde está también un horizonte para la vocación sacerdotal, que
debe presentarse como una oportunidad de entregar la vida para servir a otros y
a descubrir su propio horizonte, porque esa es la tarea que tenemos quienes
hemos sido llamados a servir a la comunidad en el nombre de Jesús, y a quién
debemos de apegarnos a él, su propuesta es interesante, fascinante, audaz y nos
invita a todos a dejarnos acompañar para ir camino hacia arriba y superar obstáculos,
yo creo que cuando un joven encuentra en Jesús alguien audaz, puede preguntarse
cómo seguirlo, lo que lo conduce al camino sacerdotal, para el seminario y
otras vocaciones que necesitan generosidad y audacia”.
LA
MIES ES MUCHA Y LOS TRABAJADORES POCOS
En cuanto a la existencia de
sacerdotes suficientes para atender las parroquias de la Diócesis a su cargo,
dijo que desde la época de Jesús se decía que la mies es mucha y los
trabajadores pocos, y que en las tareas de la Iglesia de Cristo siempre los
rebasa, porque la misión es tan grande. “Nosotros no somos realmente los dueños
de la cosecha, somos chalanes, trabajadores, el que finalmente es dueño de la
cosecha es el Señor, es Dios, siempre hay necesidad, pero siempre hay
esperanza, siempre hay escases, pero siempre está el señor ayudándonos en medio
de la escases.
MENSAJE
DEL OBISPO
“Que mantengamos una vida confiada
en Dios en primer lugar, que descubramos y reconozcamos la presencia de
Jesucristo en la vida nuestra, presencia que puede ayudar a transformar la vida
social, a mejorar el ambiente, a fortalecer la vida de la familia y descubrir
la presencia de Jesús. La otra parte es que trabajemos con Jesucristo, él nos
invita a trabajar con él, y ésta es también una empresa interesante, debe de trabajar
con Cristo el padre y la madre de familia, el profesionista, el trabajador, el
periodista, el médico, todos trabajar con Cristo, cumpliendo con alegría, con
decisión nuestra propia profesión, no basta colgarnos un Cristo sobre el
cuello, una imagen de Jesús, es importante dejar que entre al corazón y ya
dentro nos vaya diciendo cómo debo hacer mi trabajo, esto que estoy haciendo es
lo que haría Jesucristo al quiero seguir, y preguntarle también al Señor en la
oración; lo que estoy haciendo, lo estoy haciendo bien, qué me está faltando ?,
ése es mi mensaje”, abundó.
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