Claudia
Alejandra Jacobo Ibarra
El
Volcán/Guzmán
Originario
de Cuidad Guzmán, Magdaleno Méndez, alias “La hormiga”, pertenece a “La familia
de Los Méndez”, y no, no se trata de una organización ilegal, sino forma parte
de una labor económica sana: la alfarería.
Al evocar
el Día Internacional del Artesano, celebrado cada 19 de marzo, la alfarería
constituye uno de los principales procesos artesanales más antiguos y
creativos, por este motivo se reconoce el trabajo del artesano.
Son nueve
generaciones de tradición familiar en la elaboración de utensilios de barro. En
un inicio comenzaron con la fabricación de piezas grandes, como ollas para el
pozole, pero dejaron de venderse, en consecuencia, concluyeron en hacer piezas
más pequeñas para almacenar alimentos y bebidas, así como su uso, exportando a
nivel nacional e internacional. Así mismo, gozan fama por la elaboración de platillos
mexicanos, como pozole, birria, mole, sopa de arroz.
Por su
parte, Magdaleno Méndez, abandona la labor durante diez años, de los cuales
trabajó en una purificadora porque quería “aprovechar lo del seguro”, sin
embargo, renunció porque el sueldo era muy limitado. Concluyó en beneficiarse
de la actividad artesanal, pues con entusiasmo y esfuerzo “nos inculcaron en
eso y nosotros seguimos la tradición”, además “de ser tu propio jefe”, señaló. Esto
le permitió después de cinco años a la fecha, y con ayuda de su esposa, dedicarse
de lleno a la producción y venta como medio de subsistencia.
En su
negocio, ubicado en el interior del Mercado Municipal “Paulino Navarro”, número
39, se pueden apreciar gran variedad de artículos, como jarros, “cantaritos”, platos,
salseras, ollas para frijoles, cazuelas, “birrieras”, braceros con cazuelas,
botellón para agua, macetas, hasta pequeños adornos de barro; también cucharas
de madera y molcajetes. Los precios van desde los $5.00 hasta los $180. Con
horario de lunes a sábado de 12:00 a 18:00 hrs y domingo de 12:00 a 15:00 hrs.
Por
otro lado, “He invitado a personas al taller para que aprendan… nunca hemos
cobrado; queremos que aprendan, no a hacer negocio”. Del mismo modo, “El
hormiga” tiene la intención de impulsar a los niños a que aprendan a usar el
banco de madera y toldo para elaborar cualquier artículo de barro, ya que con
ello preservaría la tradición de la que tanto le apasiona, finalizó.
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