>Un momento por
favor
J. Jesús Juárez Martín
En la falda de la Montaña Oriente
de Ciudad Guzmán se encuentra la Casa Taller Literario Juan José Arreola,
centro cultural que durante diez años de presencia ha fortalecido la
expresión, creación y difusión de las disciplinas artísticas culturales del
lugar y la región, es lugar emblemático porque el Maestro en su tiempo ahí
construyó su casa, cabaña en contacto con la naturaleza de privilegiada vista
de la población, desde el natural balcón, un hábitat elegido y construido en
ese lugar propicio a la reflexión y proclive a la expresión.
Casa, convertida en Museo en
memoria del ilustre zapotlense Juan José Arreola Zúñiga, como homenaje presente
y reconocimiento a su obra; nacido el 21 de septiembre de 1918, justo por la
celebración oficial en 2018 del Centenario de su Natalicio.
Los datos biográficos que se
enumeran los considero emblemáticos por la cercanía en el espacio, la historia
y el afecto popular y respeto de intelectuales.
El niño, bautizado con el nombre
de Juan José vio la luz primera en Ciudad Guzmán el día 21 del mes
patrio, inquieto declamador y espontáneo entre los 14 hermanos de la familia,
amigos y compañeros de colegio, se incorpora al trabajo como encuadernador con
José María Silva y posteriormente en la imprenta del Chepo Gutiérrez que
subsiste por la calle Reforma en el relevo de la tercera generación, fueron los
contactos primarios en el universo de letras y editoriales, el niño, Juanito,
luego adolescente de 15 años, el joven Arreola leía a autores como Dante,
Baudelaire, Papini Whitman, entre otros de sello internacional, los clásicos
españoles y de la Nueva España si llegaron a sus manos sin duda
fueron abrevados, todos ellos fueron fundantes en una vocación literaria que ya
ubicaba recorría, en 1937, se dice que vende algunas pertenencias y
su máquina de escribir para dirigirse a México con el propósito de estudiar e
ingresa en la Escuela Teatral de Bellas Artes, no exento de difíciles situaciones
de salud y económicas.
Incursiona en su caminar artístico
en 1939 como actor con Xavier Villaurrutia, dejando la Escuela Teatral de
Bellas Artes y trabaja con Rodolfo Usigli en la compañía Teatro de
Medianoche y decide volver a Zapotlán en agosto de 1940. Al
regreso a su ciudad publica su primer cuento en 1941: “Sueño de Navidad” en el
periódico "El Vigía", editado por Don Esteban Cibrián, su
primer trabajo formal literario. Después con los escritores jaliscienses Juan
Rulfo y Antonio Alatorre colabora en la revista “Pan” de Guadalajara, su primer
viaje a París en mucho se debió al apoyo del actor Louis Jouvet y se relaciona
con J. L. Barrault y Pierre Renoir en el año que se desempeñó en aquella
ciudad, malestares de salud le deciden regresar a México al siguiente
año. A su regreso a México trabaja para el Fondo de Cultura Económica como
corrector, obtiene una beca en El Colegio de México con apoyo de Alfonso Reyes,
en 1949 se publica su primer libro de cuentos “Varia invención” y en 1950 recibió
una beca de la Fundación Rockefeller.
Su obra maestra Confabulario fue publicada en 1952
y recibió el Premio Jalisco de Literatura, a este éxito le continúan, el Premio
del Festival Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes y el Premio
Xavier Villaurrutia.
La
novela La Feria publicada en 1963, es un trabajo
basado en fragmentos, relatos, crónicas, narraciones no continuadas y sin
personaje principal. Muestra las vicisitudes, de esta población en derredor de
las fiestas al Señor San José, Patrono de pueblo de Zapotlán, la celebración
fervorosa que se remonta al año 1747, costumbres, sus formas de vivir
ambientada la novela a los años posteriores a la Revolución con referencias a
diferentes tiempos históricos de la población, la región de Jalisco y el Occidente
del país, dicha obra le mereció el premio Xavier
Villaurrutia y tal vez sea su obra más
conocida.
En 1964 dirigió la colección
"El Unicornio", se inicia como profesor en la UNAM México. Completa
la serie iniciada en 1958 de la edición de Bestiario, que completaba la serie
iniciada en 1958.
Su prestigio asciende y le otorgan
el Premio Nacional en Letras en la Ciudad de México en 1979 y el Premio Juan
Rulfo lo obtiene en 1992, y encadena los premios Alfonso Reyes y Premio Ramón
López Velarde, ya en la cúspide como escritor e intercala a sus actividades
literarias ser comentarista de Juegos Olímpicos de Barcelona de intervención
televisiva el mismo año, que causa revuelo y aceptación, dejando inquietudes
más allá de lo futbolístico.
Su muerte acaeció en el 3 de
diciembre del 2001 después de la publicación del “Último Juglar de la autoría
de su hijo Orso Arreola que desde la apertura de la Casa Taller Literario Juan
José Arreola es el Director del centro cultural con un acertado manejo y
dirección que ahora celebra su X Aniversario y coincide con la celebración del
Centenario del Nacimiento de Juan José Arreola Zúñiga, doble celebración íntimamente
vinculadas que ya se disfrutan eventos en su merecido reconocimiento.
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