>Un
momento por favor
J. Jesús Juárez Martín
Un
dicho nuestro sentencia: “Siembra violencia y cosecha tempestades”
lo que nuestra patria sufre actualmente son tempestades de violencia, en
municipios y algunos estados, bloqueos en carreteras, tomas clandestinas de
hidrocarburos, comercialización de gasolina en calles de las poblaciones sin
restricciones y sin el mínimo de seguridad, ataque a familias que se reúnen
para celebrar algo, más de treinta muertes de aspirantes a algún puesto
público, robos al comercio organizado, de autos a ciudadanos, casas habitación,
secuestros y un síntoma grave según cifras del Centro Católico en 2017 se
registraron cuatro asesinatos, dos secuestros frustrados y cientos de amenazas
y extorsiones a sacerdotes y obispos, haciendo un total de 21 sacerdotes
muertos... en el sexenio; cruda, difícil realidad a superar, porque las
autoridades están rebasadas.
Confiamos
en las instituciones, aunque no remedia riesgos y la violencia manifiesta,
esperamos que sea pasajero este estado creciente de tensión
ciudadana. Lo mencionado es el marco referente de una
violencia infantil, también creciente que produce acoso escolar y que sitúan a
México en el lugar primero de este problema, pretendo analizar este
grave problema que se desborda de las escuelas, afecta la comunidad
y enfrenta a familias y vecinos en apoyo de los involucrados, acosadores y
víctimas.
El
acoso conocido también como “bulling”, es un comportamiento violento, agresivo
entre escolares que marca su mayor incidencia en educandos de 10 a 13 años,
alumnos de quinto de primaria a segundo de secundaria; casi siempre hay
desequilibrio de fuerzas, de poder real o figurado. Los hechos son
repetitivos y constantes, en ocasiones los graves daños son traumas que marcan
la vida de acosadores y víctimas, porque no es un pleito en equidad de fuerzas
o de participantes. Puede ser uno, dos o pequeño grupo de acosados por mayorías
que se divierten sin consciencia de los riesgos y sufrimientos de las víctimas.
Tanto las víctimas o los acosadores pueden quedar con secuelas de conducta y
con problemas graves.
Los
niños acosadores usan su poder: estatura, fuerza física, popularidad, posición
económica, cultura, aunque el acoso niega la propia cortesía, acceso
a redes sociales, para perjudicar, intimidar. Lo importante es hacerse
presentes para atemorizar, burlarse, golpear para sometimiento emocional y
dependencia. El desequilibrio en los enfrentamientos continuos pueden cambiar y
la mayoría de compañeros lo viven como espectáculo.
Las
acciones del acoso como amenazas, ataques físicos y verbales, y la expulsión de
alguien del grupo de manera intencionada y en secreto para las autoridades
escolares.
Encontramos
en especial tres formas de fastidiar: El acoso verbal, fundamentado
en expresiones desagradables, mensajes publicados en redes por
descalificaciones, humillación, apodos insultos, comentario de conductas
sexuales atribuidas u homofóbicas, amenazas, burlas...
El acoso
social, consiste en las diversas acciones que llevan como finalidad,
discriminar, ignorar, invitar a otros compañeros a repudiar su presencia, la
exclusión en actividades y en especial juegos y deportes, teniendo como
consecuencia personalidades deformadas de reputación social dañada.
El acoso
físico, busca el daño físico inmediato de las víctimas, despojo de sus
pertenencias o destrucción, golpear con las manos, pies, escupir, etc.
Al
referirnos al acoso escolar se sucede en áreas de influencia escolar y
cercanía, durante el horario de clases, en las cercanías de la escuela, salones
de clase, baños, patios de recreo, salidas del edificio escolar, en el
transporte, en las redes sociales, en especial el internet.
El
acoso puede producirse durante el horario escolar o luego de éste. A pesar de
que la mayoría de las situaciones de acoso que se conocen suceden en el
edificio escolar, gran porcentaje transcurre en lugares como el patio, baños o
el autobús durante el viaje hacia o desde la escuela, en el barrio de los
jóvenes o bien en internet.
“Bullyin
internacional” Asegura que de cuarenta millones de escolares de nivel primaria
y secundaria, el problema se da como sufrimiento y angustia cotidiana de unos
veintiocho millones, cifras contrastantes de diferentes publicaciones que van
del 22% al 45%, simple, un doblete y poco más.
Un
reporte manifiesta a México está “en primer lugar a nivel mundial en casos de
bullying, seguido por los Estados Unidos de América, China, España, Japón,
Guatemala, República Dominicana, Costa Rica, Honduras, El Salvador, Brasil, Argentina,
Chile, Uruguay, Bélgica, Italia, Suecia, Francia, Dinamarca y Noruega.
El
Periódico La Jornada el 12 de 2017 enfatiza que las escuelas de México son más
hostiles del mundo como parte de un ambiente general en donde todavía existen
vacíos importantes en cuanto a la convivencia pacífica entre ciudadanos.
Desde
luego que las autoridades escolares, tienen el problema muy cercano, pero las
familias deben dar acciones correctivas coordinadas con la escuela y el apoyo
de instituciones gubernamentales especializadas en conductas sociales de
los escolares, sólo así podrán darse el rendimiento escolar que se espera de
los educandos.
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