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jueves, 8 de febrero de 2018

Don Rubén, cuatro años de búsqueda de su hijo












SE BUSCA


Rubén Ávalos Pizano, 27 años, desapareció el 6 de febrero del 2016, mide 1.80 metros, es delgado y tiene cicatrices en ambas muñecas. Cualquier información a los teléfonos: 331 285 66 86; 312 181  98 14 y al 341  160  51 57.



Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán


Don Rubén Ávalos de la Cruz siempre madruga, es común verlo en su silla de ruedas solo, o a veces ayudado por su esposa o su hijo menor por las calles de la ciudad, también en diferentes municipios.  


En la mano siempre lleva una mochila con unas hojas que deja donde puede y se lo da a quien lo acepta, lleva dos años haciendo eso, más de cien semanas recorriendo la región en búsqueda de su hijo Rubén Avalos Pizano. Cada semana iba al SEMEFO a ver si había alguna noticia, cada semana estaba en las instalaciones de diferentes dependencias, Fiscalía, Derechos Humanos, academia de policía, y nada. Seguido está en el hospital por enfermedades achaques del estrés y la desesperación, problemas de vértigo, derrame cerebral, de todo, pero no raja de buscar a su hijo, pero las autoridades no hacen eco al esfuerzo de buscarlo. 



“El día 6 de febrero del 2016, salió de mi domicilio mi hijo rumbo a su trabajo”, nunca más lo ha vuelto a ver. 


“Me di la tarea de investigar, fui a la Fiscalía, penal, PGR, a sus amigos y nada, dadas las circunstancias que no hubo respuesta a las 42 horas de rigor de la desaparición, fui a la Fiscalía, hasta la fecha no he tenido respuesta alguna de esas instituciones”, dijo con tristeza don Rubén Avalos. 

Denuncia que no se hacen responsables de la búsqueda de mi hijo, “a nivel nacional no se encuentra la carpeta de investigación, la carpeta 405/2016, en la cual no aparece a nivel nacional como gente desaparecida, pero yo no he descansado en lo absoluto”.
   
Denunció también que la PGR se negó a ayudarlo “porque estaba fuera de su competencia de lo federal, que era de lo estatal, era la Fiscalía, me tocó hablar con Eduardo Almaguer Ramírez, pero fue nada más esquivas a mis respuestas, que mi hijo no era el único”. Comenta que del número del Fiscal para desaparecidos “jamás me han contestado”.  



De acuerdo con los últimos datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en Jalisco hay 2 mil 653 personas “no localizadas”, lo que posiciona a nuestra entidad en el tercer lugar a nivel nacional de personas extraviadas, sin embargo existen otras cifras que la autoridad no reconoce dentro de los registros oficiales, mismas que el periodista independiente e investigador del fenómeno de la desaparición,  Darwin Franco ha documentado a través del acceso a la información con peticiones de transparencia a la propia Fiscalía del Estado con lo que hace un recuento de más de 4 mil personas con carpetas de averiguación por desaparición del 2016 al 2017.

Don Rubén llama a la ciudadanía a pedir ayuda para buscar, porque él solo no ha podido, esto le ha ocasionado enfermedades, “vértigos además de la invalides que he sufrido, de presión, lo hago por el bien de tratar de encontrar a mu hijo, dos infartos, dolores en la columna”.

Llama a las autoridades competentes para realizar la búsqueda de su hijo Rubén Avalos Pizano, pero también a sus familiares, ex esposa y amigos “para que me den una noticia, que bonito sería ir y tener un lugar a dónde platicar con mi hijo, si es que paso a mejor termino, quisiera pedirles a los sujetos que lo secuestraron, que lo desaparecieron se comunicaran con un servidor para tratar yo de ir a recoger sus restos humanos y darles una cristiana sepultura”. 

Pero la incertidumbre mata, aunque se hace ánimos de pensar que esta con vida, “mi ex esposa y yo somos católicos, creemos que mi hijo esta con vida, dónde, no lo sé, solamente Dios lo sabe”. 

Aunque han pasado dos años, en las primeras semanas del hecho, hubo pistas, amigos que decían que lo habían visto en la calle, golpeado, “fueron amigos de la infancia, quienes dijeron lo vieron por el seminario, “fui a buscarlo sin tener una noticia positiva, después que por Manuel M. Diegues, tianguis”, pero también por la central e incluso en otros municipios. 

La voz de don Rubén ya es pausada, media apagada, esto le ha ido pasando por las enfermedades, por el cansancio, por las noches envela y los días golpeado por el sol, por la lágrima ahogada por la desaparición de su hijo, “no descansaré hasta no saber un detalle de mi hijo Rubén Avalos Pizano”.   

    

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