Crisis de credibilidad

Juan José Ríos Ríos

Ciudadanos pensantes de Ciudad Guzmán lamentan el grado de deterioro en que ha caído la credibilidad de los partidos políticos y los candidatos que proponen para los diversos cargos públicos que entrarán en proceso de cambio y renovación, cuando menos de personas, en las elecciones del primero de julio próximo. “Es la verborrea y personajes de siempre, todos prometen cambios, mejor futuro, honradez y mejoras, que no se cumplen o quedan a medias”.

            Consideran que rayan en cinismo los partidos políticos, sus dirigentes y hasta quienes les siguen el juego cuando hacen acuerdos o forman coaliciones que, en el papel plasmados en estatutos o idearios ideológicos o políticos, son irreconciliables, lo que denota el hambre de permanencia en el poder para seguir medrando del erario público, con sueldos y prestaciones que de la noche a la mañana los convierte en los nuevos ricos y poderosos, amparados en una impunidad que no tiene límites y que colocan al país en primeros lugares en cuanto a corrupción.

            “Es un desfile de personajes eternos en cargos públicos, que brincan de un lugar a otro e incluso hasta de partido, no dan oportunidad a las nuevas generaciones que pudieran mejorar o cambiar un poco la forma de hacer política, aunque, sabemos, que el sistema está hecho para no cambiar, sino para seguir en la misma ruta de hacer más pobre al pobre y más rico al poderoso, en lo que no tienen límites y se valen de todos los medios a su alcance para reprimir y engañar a los ciudadanos, muchos de los cuales viven o están acostumbrados a recibir sólo migajas”, consideran.

            “Además del desfile de personajes y mensajes de siempre, al pueblo le siguen mintiendo, le siguen afectando su economía ya raquítica de por sí, dicen que no habrá más impuestos mientras que el gas y la gasolina sigue aumentando, en los servicios que prestan los Municipios se siguen inventando cobros, incrementos o nuevos impuestos, como el caso que se está dando en Ciudad Guzmán con la renovación de las licencias, están aplicando un impuesto por ecología o bien exigen documentación de sobra para poder respetar los descuentos y beneficios por pagar a tiempo”, agregaron.

            Ante todo esto, cuando ya algunos precandidatos han expresado su deseo de sacrificio por servir al pueblo en un cargo público, los pensantes ya no les creen, ver con desdén o bien con incertidumbre el futuro del país, del estado y del Municipio, cuando se siguen engrosando la nómina de empleados en los Ayuntamientos y en cuanta dependencia estatal o federal se crea o funciona, todo para lo mismo, proteger y mantener un coto de poder, privilegio de unos cuantos en perjuicio de los más, y lo que se ve y se presume, será lo mismo en los próximos tres y seis años de fungir en cargos públicos, con un solo beneficiario, el político y sus partidos, no la gente.