>Un
momento por
favor.
J.
Jesús Juárez Martín
Serenados
ya de la vorágine emocional de celebraciones del año nuevo, en el remanso de
compartir “la rosca de reyes”, con cierta nostalgia pensamos: Año 2017,
cómplice, confidente, espacio temporal privilegiado, te escapas pero no del
todo, dejas huellas de tu acelerado paso en mi circunstancia y sobre todo
en mí, por eso serás imborrable; fuiste testigo de objetivos alcanzados,
omisiones, tropezones, bendiciones del Dios que nos sonríe con el
nacimiento de nuevos descendientes, o impactantes llamados a quienes amamos y
cumplieron con su misión… y temporalidad… sueños incumplidos en
proceso, acaso reveses de fortuna con apariencia de impotencia, tal vez fracaso,
y eso será si lo aceptamos como tal, si trabajamos sobre su rescoldo, tal vez
el rescate será de gala y hasta maravilla de creación, de cambio… todo depende
de las acciones presentes y futuras…
Año
2017 tu legado es de profundas vivencias, huellas, testimonios de
vida, nos dejas enseñanza, arquitrabe de éxitos que bien manejada es
patrimonio a invertir en el reciente año 2018.
No es
el tiempo ido el recordado, asumido por el torrente que arrastra todo hecho
humano y que pretende la historia rescatar algo con el subjetivismo de los
escritores y los rastros desfasados, sin conexión, y lo más elemental, sin el
aliento humano de los protagonistas. ¡No! Ese no. Recordamos, el tiempo nuestro
de crecimiento de evolución, aunque en longeva vida implica involución… te
llevamos, veinte diecisiete, (20 17) en los recuerdos, vivencias, huellas del
caminar temporal con los semejantes, los nuestros y ajenos que convivimos y que
nos identificamos, motivaciones de vida y sueños para revivir.
Nada es
verdad, nada es mentira, todo es del color con el cristal con que se mira, nos
dice el escritor, juzgamos nuestros hechos y acciones, sucesos según nuestra
emotividad.
El año
2017 y los tantos anteriores fueron oportunidad mayúscula, que nos permitió
crecer, desarrollarnos hacia nuestros ideales personales con y en incontables
afanes sociales, sabemos que no alcanzaremos jamás la perfección, pero sí limar
defectos, el espacio temporal fue pista de nuestras interacciones que nos dejó
experiencias e integrarnos en la sociedad de la que somos parte. El año
2018 es oportunidad presente de lograr algunas metas que por el tiempo
rezagamos, reafirmemos que nadie es feliz, ni desafortunado sólo, aunque
parezca utopía, lo mejor es factible, seamos racionales y trabajemos con tesón,
vayamos por lo utópico en apariencia con sentido y confianza, si equivocamos,
rectifiquemos, así, hasta el final.
Lo
sabemos nada hay grande que sea fácil de lograr, seamos cautos, a paso
constante y firme hacia nuestro ideal, orientemos acciones, sólo así
disfrutaremos para sí y los demás del feliz y próspero año nuevo 2018 y los que
siguen. Por el empeño en lograrlo: Felicidades.
Tu familia,
amigos, comunidad, tienen la esperanza de tus realizaciones exitosas, no
llegarán fortuitamente. El afán diario, el cabal cumplimiento de los
deberes, la comunicación, la ayuda altruista recibida, compartida y otorgada y
la aceptación de nuestras limitaciones, saber escuchar mensajes, peticiones y
hasta reconocimientos si los hubiesen, son con muchos otras cosas, escalones
por donde caminemos hacia las realizaciones cumbre, si eres constante, si somos
constantes. Nadie es ni será feliz, ni desafortunado sólo, somos
gregarios, así es nuestro destino trazado por el Creador. Trabajemos por ser
felices.
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