Samuel Gómez Patiño
En el artículo
anterior decíamos que ¡los políticos si tienen madre!, el
problema es que han sido mal educados para defender las necesidades del pueblo
que les paga para que vivan como reyes (y eso que en nuestro país no se
permiten los títulos nobiliarios), pero también les comento que lo que falta
son ciudadanos responsables que no permitan que se burlen de ellos, se vendan
por conveniencia o vivan de la misma corrupción como son abogados,
contratistas, maestros, líderes sindicales, etc., en fin que nos pongamos las
“pilas” y seamos conscientes de que debemos empezar a ser proactivos, dejar la
indolencia a un lado, dejar de quejarnos y maldecir nuestra mala suerte y
cambiar desde adentro o sea, empezar por uno mismo.
Imaginemos el siguiente escenario,
Pepsi sacando un nuevo comercial en los medios de comunicación:
Una esbelta y joven mujer tiene en
su mano derecha una lata de Pepsi cercana al rostro, está de pie, al fondo la
naturaleza, el bosque y un cielo que hace que resalte el vestido azul con su
estilizada silueta como la botella del refresco. Con la mano izquierda señala
la parte sombría del recuadro, abandonada se ve la sombra de una botella, fácil
de reconocer: Coca-Cola. Entonces se escucha la voz de la mujer con voz de
locutora de televisión (Televisa o TV Azteca, la que más le disguste querido
lector) con las siguientes frases:
-
¡Comprobado, hace más daño tomar de la lata roja!
-
¡Te envenenamos poquito, en cambio la competencia te está
matando!
-
¡Ellos sí que están acabando con el planeta!
-
¡El 80% del plástico en el mar es de su botella
registrada!
-
¡Dame una oportunidad, consume mi producto te hacemos
menos daño!
Cierran
con música pegajosa seguros que el consumidor es un idiota que ahora lo va a
preferir sobre la competencia, porque es el menos malo.
Me da
risa escuchar a los partidos políticos que utilizan la mercadotecnia para
vender sus ideas. Que usan los mejores spots publicitarios para convencer al
electorado que son la mejor opción. Nunca enseñan sus mejores cualidades para
que podamos escoger a los mejores, se concentran en enseñarnos que son el menos
peor, que roban poquito, que son menos corruptos, menos ricos, etc., en fin,
que podemos esperar de los que dirigen nuestros destinos, sino tienen una pizca
de voluntad social.
Alguna
vez escuchaba que le preguntaban a un alto directivo de Televisa sobre la programación
de las televisoras en México y su respuesta tan creíble entonces como ahora fue:
-
Hacemos televisión para jodidos.
Nada
más cierto, somos un pueblo que ahora está teniendo índices escolarizados muy
altos, muchos profesionistas tantos, que no hay trabajo para todos. Les comentaba
que en mi opinión los ejes del crecimiento social debe basarse en tres ejes
importantes: la salud, la seguridad y la educación. Sin embargo, deberíamos
agregar la política.
La
clase política, independientemente de su profesión debería ser educada con una
visión social para el crecimiento de la nación. Siempre he pensado que estamos
en el mejor país del mundo, el único en que se me antoja vivir y morir. Esto me
recuerda el siguiente cuento:
Se
dice que cuando Dios creo al mundo, los Ángeles protestaban porque a este
pedazo de tierra le daba todo con generosidad: litorales, ríos, lagunas,
desiertos, selvas, bosques, fauna y flora diversa, climas benévolos, minerales,
en fin todo su amor. Y esto les decía el creador:
-
¡No se preocupen, lo van a administrar los mexicanos!
Qué
triste comparación, pero muy cierta. Tantos años de explotación por unos
cuantos y no se lo han acabado. Estamos más preocupados por el quinto partido
y, no es uno político, sino de la selección mexicana de futbol que por quienes
dirigirán este país los próximos seis años y en algunos los siguientes tres.
Ellos se preocupan más por mantener su hueso (al fin y al cabo, perro con hueso
en el hocico, no muerde). Claro que existen las excepciones, pero son “garbanzo
de a libra” y por eso ni se notan.
Con
estos ciudadanos a quien le importa realmente demostrar que es el mejor, conque
nos roben menos, nos den despensas, se vean bonitos en las fotos o hayan sido
nuestros ídolos en el deporte o en la farándula es suficiente para que nos
representen. Te preguntaría ¿es suficiente para ti, saber que se casaron
contigo porque eras el menos peor de los pretendientes?
Nadie
puede cambiar tu realidad, nadie más que tú.
La
próxima semana: Ramito de violetas.
Me gustaría leer tú opinión, puedes
escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño
*Vicepresidente Educativo del Club Toastmasters
Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y
Administración, en Tijuana
Universidad
Autónoma de Baja California
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