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lunes, 22 de enero de 2018

Se retira la sonrisa eterna del futbol




El Depor-Tivo


Salvador Medina



Ronaldinho siempre jugaba con una sonrisa en el rostro, pues estaba haciendo justamente lo que le apasionaba, trabajaba siendo feliz, y era capaz de transmitir su felicidad a los aficionados.

Ha decidido darle carpetazo a un sinfín de historias de magia, puesto que llevaba dos años y fracción inactivo después de su última participación con Fluminense su retiro no se había anunciado de forma oficial, y el encargado de hacerlo fue su hermano Roberto de Assis Moreira que al mismo tiempo se desempeñaba como su representante, declarando que "No quiere jugar profesionalmente más, es lo que hemos hablado, eso ya estaba definido. Faltaba solo confirmarlo. Él no juega desde hace tiempo".

Debutando en 1998 con Gremio de Porto Alegre, él ya era capaz de conquistar a los conocedores del deporte más popular del mundo, emigrando después al París Saint Germain club que representaría para el astro brasileño su primer reto en Europa perteneciendo al equipo francés del 2000 al 2003 es transferido al Futbol Club Barcelona donde sin duda todos fuimos testigos de su mejor magia, llegando a un club blaugrana que se disputaba sorprendentemente en puestos de descenso y que llegaría esa misma temporada a clasificar a la UEFA Europa League.

En España lo ganó todo, cosa que tocaba la convertía en oro, pues ganó dos ligas, dos supercopas, y una Champions League. Fue capaz de ser aplaudido por su acérrimo rival en un clásico Real Madrid vs FC Barcelona en el Santiago Bernabéu un partido glorioso dentro de su carrera e inolvidable momento donde la parcialidad merengue se pone de pie para deshacerse en aplausos reconociendo la gran calidad de aquel fenómeno que no todos los días tenemos la dicha de ver, y que eventualmente él tendría la misión de heredarle el trono del futbol contemporáneo a Messi. Que par de joyas.

Con la selección nacional de Brasil ganó un mundial sub 17 en Egipto, una Copa América en Paraguay 1999, la Copa del Mundo de Corea del Sur y Japón 2002, y una Copa Confederaciones en Alemania 2005, perteneciente a esa selección brasileña del “Jogo Bonito” que se movía al ritmo del capoeira y samba, que daba miedo si eras rival, imponía, que daba espectáculo y que el aficionado disfrutaba ver, era todo un ritual ver a esa hermosa selección brasileña con Ronaldinho, Roberto Carlos, Rivaldo, Ronaldo, Ze Roberto y compañía.

La Liga MX tuvo la fortuna de tenerlo en uno de sus equipos, el futbol mexicano gozó de su magia que se hacía presente, que pensábamos que quizá era un show que nunca veríamos aquí, Querétaro lo contrató y marcó una época dentro de nuestros estadios, actuaciones destacadas contra Chivas y América, que fortuna haber tenido a la sonrisa eterna en México.

Sin duda nuestra época fue marcada por esa sonrisa, ese festejo bailando haciendo forma de puño con sus manos extendiendo los dedos pulgar y meñique, esos pases dirigiendo el balón a una dirección contraria que lo que hacía entender su mirada, haciendo goles imposibles y esos regates que eran poesía, quebrando cinturas y provocando caídas, escondiendo el balón como todo un mago, él le sonreía al futbol y a nosotros nos hacía sonreír, el espectáculo estaba en sus pies. Gracias por tanta felicidad.













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