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viernes, 26 de enero de 2018

Motociclistas siguen causando molestias



Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


A pesar de las limitaciones que muestra la Dirección de Tránsito y Vialidad de Zapotlán el Grande, en el desempeño de sus atribuciones, es meritorio lo que dicha dependencia ha emprendido últimamente en calles y sitios públicos de Ciudad Guzmán, lo que demuestra que sí hay interés de la responsable del área a pesar de que no cuentan con las patrullas y elementos que la demanda vial requiere.



            Entre lo visto y hecho por esta dependencia destaca el balizamiento realizado en el tianguis Municipal, el hacer obligatorio los dos carriles por Federico del Toro desde sus cruces con Refugio Barragán de Toscano y Clemente Orozco, así como la operación de un semáforo peatonal por la de Orozco Flores, con tiempo suficiente para el paso de los transeúntes.

            También ha habido preocupación por señalizar los carriles por las principales calles, reducir los tiempos de estacionamiento en algunos espacios de los que se apoderaban algunos automovilistas en la zona centro, así como destinar elementos pie a tierra para vigilar y brindar seguridad a los peatones en algunos cruces de calles, como Reforma y frente al Palacio Municipal.

            En lo que falta dedicación de esta dependencia y es parte de sus atribuciones, destaca el abuso y desacato en que incurren repartidores de mercancías, tanto de vehículos de empresas cerveceras, refresqueras o de otros productos comestibles o prestadores de servicios, que se estacionan en esquinas, tapando visibilidad, y qué decir de quienes hacen esta labor en motocicletas, para ellos no hay ley ni respeto a los derechos de los demás, incluso poniendo en riesgo su propia integridad física, circulan a alta velocidad y desafiando todo peligro.

            También es necesario que esta dependencia actúe en contra de quienes, en motos, circulan por las calles no solamente a velocidad prohibitiva, sino con escapes modificados, ruidosos, haciendo alarde de su potencia y ¿prepotencia? al no haber quién les llame la atención y meta en cintura su desacato, muchos de los cuales circulan en unidades sin placa y sin utilizar el equipo de seguridad que se requiere.


            Ciudad Guzmán se ha convertido en los últimos años en una urbe ruidosa, producto de las emisiones que generan vehículos, motos, anunciantes y unidades a motor modificadas. Leyes o reglamentos para meter orden en este terreno los hay, lo que falta es hacer que se cumplan, que se respeten, una tarea en la que deben coordinar esfuerzos las áreas de tránsito y movilidad y la oficina de Reglamentos Municipales, la pregunta obligada, ante la necesidad, es…¿por qué no lo hacen?.

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