Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
A pesar
de las limitaciones que muestra la Dirección de Tránsito y Vialidad de Zapotlán
el Grande, en el desempeño de sus atribuciones, es meritorio lo que dicha
dependencia ha emprendido últimamente en calles y sitios públicos de Ciudad
Guzmán, lo que demuestra que sí hay interés de la responsable del área a pesar
de que no cuentan con las patrullas y elementos que la demanda vial requiere.
Entre
lo visto y hecho por esta dependencia destaca el balizamiento realizado en el
tianguis Municipal, el hacer obligatorio los dos carriles por Federico del Toro
desde sus cruces con Refugio Barragán de Toscano y Clemente Orozco, así como la
operación de un semáforo peatonal por la de Orozco Flores, con tiempo
suficiente para el paso de los transeúntes.
También ha habido preocupación por
señalizar los carriles por las principales calles, reducir los tiempos de
estacionamiento en algunos espacios de los que se apoderaban algunos automovilistas
en la zona centro, así como destinar elementos pie a tierra para vigilar y
brindar seguridad a los peatones en algunos cruces de calles, como Reforma y
frente al Palacio Municipal.
En lo que falta dedicación de esta
dependencia y es parte de sus atribuciones, destaca el abuso y desacato en que
incurren repartidores de mercancías, tanto de vehículos de empresas cerveceras,
refresqueras o de otros productos comestibles o prestadores de servicios, que
se estacionan en esquinas, tapando visibilidad, y qué decir de quienes hacen
esta labor en motocicletas, para ellos no hay ley ni respeto a los derechos de
los demás, incluso poniendo en riesgo su propia integridad física, circulan a
alta velocidad y desafiando todo peligro.
También es necesario que esta
dependencia actúe en contra de quienes, en motos, circulan por las calles no
solamente a velocidad prohibitiva, sino con escapes modificados, ruidosos,
haciendo alarde de su potencia y ¿prepotencia? al no haber quién les llame la
atención y meta en cintura su desacato, muchos de los cuales circulan en
unidades sin placa y sin utilizar el equipo de seguridad que se requiere.
Ciudad Guzmán se ha convertido en
los últimos años en una urbe ruidosa, producto de las emisiones que generan
vehículos, motos, anunciantes y unidades a motor modificadas. Leyes o
reglamentos para meter orden en este terreno los hay, lo que falta es hacer que
se cumplan, que se respeten, una tarea en la que deben coordinar esfuerzos las
áreas de tránsito y movilidad y la oficina de Reglamentos Municipales, la
pregunta obligada, ante la necesidad, es…¿por qué no lo hacen?.
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