Pablo
Magaña Espinoza
Agradezco
a los lectores la oportunidad que tienen para leer estos apartados que han sido
un análisis de la práctica educativa en el contexto en que se desarrolla el
docente, y en esta tercera parte, pudiéramos decir, “a la tercera va la vencida”;
pero hablar de la Radiografía del docente, es una actividad interminable no sólo
para analizar, si no para reflexionar y considerarlo como parte de la sociedad
que en este mundo globalizado, no sólo la gasolina está a la alza, si no que
las acciones de los profesionistas va a la alza aunque no sea en lo
remunerativo, ¿pero cómo esta esto?
Debemos
puntualizar que el docente no solo piensa en ese “hacer” en el grupo, en
alcanzar el aprendizaje esperado, en la planeación, en la diversidad de sus
alumnos,… debe pensar además en los procesos de evaluación, en esas 100 o 120
preguntas que debe contestar en la última etapa de evaluación y para aquellos
que no han sido evaluados, se acercan a conocer e iniciar a ocuparse en conocer
los procedimientos y las formas en que se han visto cada etapa, esas
experiencias que han tenido y puedan servir de apoyo.
Un
apartado importante que la evaluación brindará al docente, y al sistema
educativo, son los resultados; estos que encaminaran a trabajar y fortalecer la
practica educativa a través de Formación Continua, y este es otro aspectos a
revisar en esa Radiografía del Docente.
Si
visualizamos a través del tiempo, nos encontramos que no hace mucho tiempo, el
docente se formaba con cursos y talleres, porque el Programa de “Carrera Magisterial”
lo exigía y con ello, alcanzaba puntos para lograr tener una promoción
económica y que se media a través de letras, esto daba como proceso obligatorio
a todos los docentes para participar en las jornadas de capacitación, pero, ¿Qué
impacto tenían? ¿Ayudaba a mejorar su práctica educativa?
El
recoger en estos días algunas impresiones en el caminar del proceso de
formación, el Mtro. Hernán, mencionaba encontrarse satisfecho por haber sido
alumno de los cursos del CAM, donde su participación en el curso de Danza
Folklórica le había dado la oportunidad de contar con material para preparar
diversos festivales de su escuela y poner en práctica lo aprendido; la Mtra.
Laura, como directora, recuerda y establece en su proceso de practica de
evaluación, que el iniciar su aprendizaje en el uso y manejo de la computadora
en el CAM, le ha brindado al momento la oportunidad de involucrarse en las
exigencias que el sistema les solicita a diario y que sus actividades las
enfrenta con seguridad al haber contado con esta capacitación en esta
institución.
Podemos
enumerar diversos casos sobre procesos de formación y el impacto que han tenido
en su práctica docente, a quienes han asistido a cursos y talleres solo por
“puntitis” o para lograr la “constancia”, se lo dejamos a su conciencia y ética
profesional.
Ahora
revisemos la actualidad, la Ley General de Servicio Profesional Docente,
establece en el Art. 4, I. Actualización: “…adquisición continua de
conocimientos y capacidades relacionados con el servicio público educativo y la
práctica pedagógica;”, esto conlleva que este rubro estará presente en la
mejora continua y que los resultados de la evaluación brindará diversos caminos
de actualización a través de Formación Continua; la fracción V, de la misma
Ley, establece como “Capacitación: Al conjunto de acciones encaminadas a lograr
aptitudes, conocimientos, capacidades o habilidades complementarias para el
desempeño del Servicio;”, el Art. 12, fracción VII, presenta que una de las
funciones del Servicio Profesional Docente, es “Garantizar la formación,
capacitación y actualización continua del Personal del Servicio Profesional
Docente a través de políticas, programas y acciones específicas”, ¿Que nos
indica? En todo momento el docente tiene
de cerca y como parte de las herramientas que debe echar mano, a manera de
oportunidad, que se le brinde la capacitación y actualización que necesita para
mejorar su práctica educativa.
Esperemos
los resultados, ellos brindarán acciones de Formación y se generar los espacios
que el docente necesita y requiere para seguir mejorando su hacer como docente
en beneficio de los alumnos.
De
igual manera, aparte de lo anterior, es necesario mencionar que se cuenta con
el SATE (Servicio de Asistencia Técnica a la Escuela en la Educación Básica),
que desde hace ya más de 2 años, está presente en las zonas escolares, donde
cabe mencionar e informar a los lectores, que las reuniones de los Consejos
Técnicos en la Escuela, realizadas los últimos viernes de cada mes y que se
suspenden labores, el docente, tiene que llevar un procedimiento para ampliar
la visión de todo lo que sucede en torno a su centro educativo y con ello,
revisar su práctica educativa y sus necesidades como docente, determinando que
en ese espacio se tejen los momentos de apoyar a los alumnos con esa diversidad
de aprendizaje que se tiene y que va desde brindar mejores atenciones, hasta
establecer la mejor estrategia en el salón de clases y con ello, alcanzar la
mejora continua.
Así que
el SATE, hace posible que se programe y se cubran las diferentes necesidades
que se convierten en prioridades institucionales, de ahí, serán prioridades de
zona escolar y con ello avanzar en cubrir los diferentes baches a los que se
enfrentan los docentes en la presencia de alumnos que día con día, son parte de
una sociedad cambiante.
Hay
mucho que hacer, acciones que implementar, búsqueda de estrategias idóneas,
momentos que disfrutar y compartir, ¿pero y los Padres de Familia? ¿Qué rol
deben de jugar?
Esto
será parte de otro momento de contacto con ustedes lectores… gracias por su
tiempo.
*Director
del Centro de Actualización del Magisterio de Cd. Guzmán.
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