Busto del Doctor Atl, en el museo de Pihuamo. |
Pablo
Zavala
México
es un país de sorpresas en lo positivo como en lo negativo, existen grandes
talentos de los que aún me sorprendo. Comenzando el viaje que intentaré narrar
basándome en mi humilde percepción de los espacios, como una persona que ama la
riqueza natural y cultural del sur de Jalisco. Me doy la libertad de expresar
la bella vegetación que me ofrece el otoño en las zonas que menciono, adornando
el lenguaje me referiré al pintor Gerardo Murillo, conocido como el Dr. Alt,
quien en su momento es precursor del nacionalismo mexicano y en estas líneas
hago referencia a los paisajes de Pihuamo, como un lugar donde se produce un
café exquisito y que no es tan famoso como el de Amacueca. De igual forma el ir
en un vehículo apreciando las distintas tonalidades de la hoja seca y el verdor
que me brindan los arboles de rosa morada. Entre historias de la casa que
frecuentaba el ilustre pintor y escaso valor que a veces le damos a las cosas,
desaparecieron unas obras originales, pero que aún se preservan. El mismo caso
sucedió con los intelectuales de Zapotlán, ¿Cuántas veces salieron los
ejemplares enviados por Guillermo Jiménez de la biblioteca de Don Alfredo
Velasco Cisneros? De igual manera de la Casa de Arreola y por ahí siguen
vagando en manos de otros sedientos de conocimiento.
Al
punto que quiero llegar; es que todos los espacios que se visitan existe la
peculiar belleza distintiva de los centros históricos, cualidades estéticas que
viviendo en el espacio acostumbramos a no valorar y apreciar por la escasa
cultura. Y sucede que somos participes de la desaparición del Arte como un
cuerpo creador de ciudadanos pensantes, a esto me refiero a la formación y
criterio adquirido en casa y que este afecta a los que siguen nuestros pasos,
ignorando la historia.
En Tecalitlán vi majestuoso el templo dedicado
al culto guadalupano, pero pude apreciar también la belleza de sus portales
blancos como perlas, sus monumentos y la placa dedicada a Don Pepe Martínez, un
hombre que logró trascender al Igual que los Vargas a través de su obra como
arreglista musical.
Subiendo
un poco llegamos a Tuxpan y su gastronomía al paso por San Juan Espanática, sus
famosas carnitas y la fortaleza de los Salgado, es increíble ver y conocer la
importancia de los negocios y lo tradicional que se conservan en un solo
espacio.
Seguido llegamos a mi pueblo Zapotiltic, tierra de grandes músicos y
brillantes doctores. En pláticas con amigos, comentamos que nos falta dar valor
y reconocimiento a todos aquellos hombres y mujeres que van construyendo su
legado, volviendo al asunto de la trascendencia de las obras.
Pero
como mencionaba, en todos los municipios tenemos lo positivo y lo negativo, es
evidente que todos los espacios de recreación juvenil es el ALCOHOL, no me
asusto, fui también un bebedor muy activo, pero ¿porque la recreación no se
sabe orientar? Hoy en día parece que las drogas están de moda, mismas que
provocan que estemos acortando la existencia de la juventud y opacando la
brillantez de los niños, debido a que los vicios y las modas que fomentamos,
están siendo ejemplo para la infancia. Aquí el punto importante de la BUSQUEDA
DEL TALENTO Y LA HABILIDAD del mexicano que es considerado como un Creativo
Nato, pero ¿Qué está pasando en este momento? Estamos entrando a una decadencia
de concientización y aprehensión de los valores básicos. No quiero desviarme
del punto, pero creo que los artistas juegan un papel muy importante y que va
más allá del desarrollo económico “labor social”, trabajo que ha funcionado en
Zapotiltic en el fomento de la música popular mexicana, teniendo a los mejores
mariachis del Estado de Jalisco infantiles y juveniles. El retroceso se debe al
hecho de la arrogancia misma que envuelve el ego del artista y el arte debe de
ser humilde.
Por
ejemplo, el día 23 de noviembre, recordamos el natalicio de Clemente Orozco y
Zapotlán precariamente quedó a deber un festejo de la altura del artista.
Guadalajara de igual forma, se olvidó del legado del pintor muralista. Pero es
claro el punto, la obra de un artista no es para todos, es de aquel que se
adueña del trabajo y se identifica con el sentir del creador. En mi caso,
percibo lo siguiente:
Orozco
en sus murales plasma la historia, una historia de la conquista de México y
como la tecnología en su caso “la rueda” aplastó el conocimiento y la fe
impuesta sometió a la creencia propia. Hoy sucede exactamente lo mismo, la
tecnología, llámese celular, computadora, internet, redes sociales están
aplastando el conocimiento, mismo que nos llevará a la decadencia.
En la
obra cumbre del Orozco vemos la fusión de los hombres, el choque de las
culturas y las tradiciones tan arraigadas que se dan desde la familia, el
matrimonio es conflicto a raíz de no aceptar la costumbre o la tradición de la
pareja. Misma que nos funde en la creación de un nuevo ser que ha de buscar su
propia trascendencia, pero que en la búsqueda va arder por intentar ser, se
debe aceptar el fuego como un sacrificio; Orozco me habla a través del “hombre
de fuego” de que no hay trascendencia sino se padece el camino áspero y adverso.
¿Quién no ha pasado un momento difícil que lo ha derrumbado? Quien no lo ha
logrado, la plenitud de esfuerzo y éxito están lejos de su camino; en ese
transcurso la vida nos hace humilde de corazón. Debemos ser como el crisol que
todo lo soporta y que se explica hasta en la biblia. Orozco manifiesta el amor
y la pasión, pero sobre todo la búsqueda infinita para lograr que el hombre
entienda que su trascendencia radica en su obra, no en sus acciones.
Clemente,
lo hizo bastante bien en una frase “el arte es el medio, no el fin…” La vida no
es la acción, sino la obra. Como la maldad no es del mundo sino del hombre, en
nuestro albedrío, debemos de hacer un inventario moral de nuestras acciones
cotidianas y rectificar el camino.
Aun
podemos retomar el rumbo que se perdió, no todo es un festival cultural
pomposo, la significación de una actividad radica en generar la conciencia
desde casa, pero, ¿cómo hacerlo y no morir en el intento? La tarea es difícil,
pero no imposible. Implementar estrategias que permitan el acceso a la cultura
y su entendimiento a la misma va más allá de un cargo político que lo
administre, debe de quedar claro que los evento no son solo para sacarnos de
apuros a los servidores públicos, ni tan poco es para REGATEAR EL ARTE, el arte
es por sí mismo es invaluable, todo radica en la calidad y contundencia de
quien lo diseña. Pero hago un llamado a los artistas locales a que se preparen
y se organicen para dejar en claro ¿Qué huella dejarán en los niños? Artista
pedante o artista humilde de corazón, el trabajo está en sus manos y en su
voluntad. Quien haga arte no permita el regateo, es su conocimiento y su alma
manifestada en un producto. Y al consumista no exija un menor precio, es lo que
es por su valor creativo, si está en sus gustos el producto pague lo mismo que
pagaría por una pantalla plana.
TAMBIÉN PUEDES LEER:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario