Juan
José Ríos Ríos
Con la
solicitud de licencia hecha por Alan Israel Pinto Fajardo en su calidad de
Regidor, en el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande se termina el período de
debate y las sesiones futuras pasarán como anillo al dedo para la mayoría del
Movimiento Ciudadano, aunque, en la realidad, de poco o nada servía rebatir,
cuestionar o señalar por parte de la minoría, ya que siempre se ha impuesto la
voluntad de quien gobierno el Municipio y no se valoró o respetó la réplica o
las sugerencias hechas por la llamada oposición. Además, hay que agregar que en
las próximas semanas se irá José Guerrero.
El primero en dejar un hueco de la
misma proporción fue Roberto Mendoza Cárdenas quien solicitó licencia para
pasar a ocupar un cargo en el Congreso de Jalisco, dejando la responsabilidad
de la fracción que representaba en el Ayuntamiento local en la persona de Pinto
Fajardo, pero como éste tramitó el permiso para contender como precandidato de
su partido a la Presidencia Municipal y de hecho se ha registrado para la
contienda interna, la “oposición” queda muy mermada para enfrentar el
compromiso de velar por los intereses de los ciudadanos.
Mucho se ha cuestionado que un
funcionario público deje su responsabilidad antes de que concluya el período
para el cual fue electo u ocupa un cargo público en una administración
municipal o de cualquier otro nivel, pero así se ha estilado en el medio
político y por representantes de todos los partidos, unos para ocupar cargos o
direcciones en otras esferas del gobierno o bien para una contienda electoral,
presidente municipal, diputado local o federal, lo que legalmente están en
condiciones de poder hacer porque la ley se los permite y ésta está hecha a la
medida de los políticos más que por velar por los intereses de los ciudadanos.
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