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miércoles, 8 de noviembre de 2017

El adiós de Andrea Pirlo



>El Depor…Tivo


Salvador Medina





El balón en los pies de Andrea Pirlo siempre fue una obra de arte, por algo le decían el arquitecto, escuela italiana con auténtica clase, constancia plena y profesionalismo puro en cada playera que vistió, dejando hasta la última gota de sudor en esos jerséis de colección que cualquier fanático quisiera tener.

Un arquitecto que construía en la cancha y que parecería que su cerebro y sus pies estaban conectados para funcionar de manera sincronizada, un talento predictivo que era capaz de poner la pelota justo en el lugar preciso, pegándole justo en el momento adecuado, cuando se equivocaba de seguro lo hacía a propósito, también era justo no parecer tan perfecto, quizá todo lo tenía fríamente calculado, poseía ese temple para siempre estar de pie luchando, recuperando balones, dando juego, distribuidor nato, y claro por tratarse de un poeta, cada que metía gol tenían que ser de esos que nos dejaban con la boca abierta y los ojos perdidos.

Nace futbolísticamente hablando en 1996 en el modesto Brescia de la Serie A italiana, sus inicios no fueron muy alentadores, se la pasaba rebotando entre el equipo de su pueblo natal Brescia, el Inter y Reggina, pero fue hasta la temporada 2001–2002 donde el Milán observa en Pirlo una joya, y vaya que lo fue pues en el equipo rossonero su poesía estuvo presente durante 10 años, ganando 2 scudettos y dos Champions league, entre otros títulos, la época donde el Associazione Calcio Milan, era protagonista, imponente y digno ganador en aquel país de la bota, con jugadores como Gattuso, Maldini, Inzaghi, pero sobre todo el genio Pirlo, Johan Cruyff aseguraba que Pirlo era capaz de hacer que sus pies hicieran lo que sea, y para nada que estaba errado.

Por eso y muchos motivos más Juventus lo recibía con los brazos abiertos en la 2011 – 2012, justo después de que Guardiola le hiciera un llamado en el 2010 para invitarlo a unirse al Barcelona, Milan no lo soltó, quedó libre y los beneficiados fueron los bianconeri, con quienes creo un imperio y lo ganó todo en Italia, su abanico de glorias se hacía cada vez más grande, su respeto incrementaba, la categoría era su segundo nombre y parecía ser inmortal.

Con la selección nacional de Italia campeón del mundo en el mundial de Alemania 2006, venciendo a una poderosa selección francesa, y además quedándose con el balón de bronce de dicha copa del mundo. Como no recordar aquel golazo que le clavó a nuestra selección mexicana de tiro libre en la Copa Confederaciones 2013 en Brasil, tan bello ese gol que se sentía como algo honorifico.

En su libro titulado “penso quindi gioco” escrito en 2013, nos cuenta su secreto para los tiros libres, narrando que “Soy italiano, pero también tengo una parte brasileña. Pirlinho, si así lo deseas. Cuando lanzo las faltas, pienso en portugués, y en la mayoría de ocasiones, celebro en mi lengua materna”. Y como anécdota narra que su momento de completa eureka llega estando en el retrete, claro el trono donde solo los reyes se inspiran.

Su hora de colgar los tacos irremediablemente ha llegado, sus palabras “te das cuenta de que ha llegado el momento, cada día tienes problemas físicos, no puedo entrenar como lo hacía antes porque siempre tengo algo”. Seguramente pronto lo volveremos a ver, ahora quizá en un banquillo dirigiendo, talento de sobra tiene, tanto así que solo el tiempo le pudo vencer.


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