>El
Depor…Tivo
Salvador
Medina
El
balón en los pies de Andrea Pirlo siempre fue una obra de arte, por algo le
decían el arquitecto, escuela italiana con auténtica clase, constancia plena y
profesionalismo puro en cada playera que vistió, dejando hasta la última gota
de sudor en esos jerséis de colección que cualquier fanático quisiera tener.
Un
arquitecto que construía en la cancha y que parecería que su cerebro y sus pies
estaban conectados para funcionar de manera sincronizada, un talento predictivo
que era capaz de poner la pelota justo en el lugar preciso, pegándole justo en
el momento adecuado, cuando se equivocaba de seguro lo hacía a propósito,
también era justo no parecer tan perfecto, quizá todo lo tenía fríamente
calculado, poseía ese temple para siempre estar de pie luchando, recuperando
balones, dando juego, distribuidor nato, y claro por tratarse de un poeta, cada
que metía gol tenían que ser de esos que nos dejaban con la boca abierta y los
ojos perdidos.
Nace
futbolísticamente hablando en 1996 en el modesto Brescia de la Serie A
italiana, sus inicios no fueron muy alentadores, se la pasaba rebotando entre
el equipo de su pueblo natal Brescia, el Inter y Reggina, pero fue hasta la
temporada 2001–2002 donde el Milán observa en Pirlo una joya, y vaya que lo fue
pues en el equipo rossonero su poesía estuvo presente durante 10 años, ganando
2 scudettos y dos Champions league, entre otros títulos, la época donde el
Associazione Calcio Milan, era protagonista, imponente y digno ganador en aquel
país de la bota, con jugadores como Gattuso, Maldini, Inzaghi, pero sobre todo
el genio Pirlo, Johan Cruyff aseguraba que Pirlo era capaz de hacer que sus
pies hicieran lo que sea, y para nada que estaba errado.
Por eso
y muchos motivos más Juventus lo recibía con los brazos abiertos en la 2011 –
2012, justo después de que Guardiola le hiciera un llamado en el 2010 para
invitarlo a unirse al Barcelona, Milan no lo soltó, quedó libre y los
beneficiados fueron los bianconeri, con quienes creo un imperio y lo ganó todo
en Italia, su abanico de glorias se hacía cada vez más grande, su respeto
incrementaba, la categoría era su segundo nombre y parecía ser inmortal.
Con la
selección nacional de Italia campeón del mundo en el mundial de Alemania 2006,
venciendo a una poderosa selección francesa, y además quedándose con el balón
de bronce de dicha copa del mundo. Como no recordar aquel golazo que le clavó a
nuestra selección mexicana de tiro libre en la Copa Confederaciones 2013 en
Brasil, tan bello ese gol que se sentía como algo honorifico.
En su
libro titulado “penso quindi gioco” escrito en 2013, nos cuenta su secreto para
los tiros libres, narrando que “Soy italiano, pero también tengo una parte
brasileña. Pirlinho, si así lo deseas. Cuando lanzo las faltas, pienso en
portugués, y en la mayoría de ocasiones, celebro en mi lengua materna”. Y como
anécdota narra que su momento de completa eureka llega estando en el retrete,
claro el trono donde solo los reyes se inspiran.
Su hora
de colgar los tacos irremediablemente ha llegado, sus palabras “te das cuenta
de que ha llegado el momento, cada día tienes problemas físicos, no puedo
entrenar como lo hacía antes porque siempre tengo algo”. Seguramente pronto lo
volveremos a ver, ahora quizá en un banquillo dirigiendo, talento de sobra
tiene, tanto así que solo el tiempo le pudo vencer.
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