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sábado, 25 de noviembre de 2017

Editan novelas de Refugio Barragán y de Guillermo Jiménez



Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán



Ediciones Arlequín presenta su nuevo catalogo de libros, y nuevamente la región sur de Jalisco se hace presente con dos sendas novelas, regresa Refugio Barragán de Toscano -Tonila, Jalisco, 1843- con su primera novela Premio del bien y castigo del mal, la cual está considerada como la primera novela publicada por una mujer en México, esto en 1884,  y que no había tenido una reedición; también hay una nueva edición de una de las obras fundamentales de lo que muchos llaman “literatura zapotlense”, como lo es “Zapotlán”, del escritor y diplomático Guillermo Jiménez.   


Cabe destacar que la novela de Refugio Barragán de Toscano será presentada en la FIL, este sábado 25 de noviembre a las 17:30 horas, se presentarán las dos novelas que tiene la editorial Premio del bien y castigo del mal y La hija den bandido, con comentarios de Ricardo Sigala y de Socorro Guzmán.

En entrevista con el editor, Felipe Ponce, nos platicó cómo fue que encontraron esta novela, la cual para muchos estaba considerada como un “mito”, porque no había sido encontrada, a pesar de que la propia autora la referenciaba en sus bibliografías “hay un ejemplar resguardado en la biblioteca “Jesús Álvarez del Castillo” de el Informador, que ahora está en resguardo de la biblioteca pública del estado “Juan José Arreola”, esto lo supe por la doctora Guadalupe Sánchez Robles, para mi fue un feliz acontecimiento, no dudaba que existiera el volumen, puesto que lo había anunciado la propia autora, al final de su libro más conocido La hija del bandido -el cual fue editado este año por Ediciones Arlequín-, empezamos a valorar de distinto tanto la obra de doña Refugio como sus obras en particular, para nosotros fue ideal editar Premio del bien y castigo del mal, nos pusimos a investigar y comenzamos hacer el trabajo de edición”.


Comenta que el trabajo de edición fue muy similar al de la novela anterior, actualizar un poco la ortografía, un cuidado contemporáneo, “al decir de la propia doctora Guadalupe, quien hace el prólogo, esta edición es una obra muy acabada, estilísticamente mejor que La hija del bandido, la cual es más ambiciosa, pero Premio del bien…  es una joya muy estimable”. 

Felipe Ponce destaca el prólogo realizado por Guadalupe Sánchez Robles, el cual se titula “Narrar lo femenino desde el siglo XIX”, en el cual privilegia lo femenino, lo cual es muy evidente al comenzar a leer la novela, Refugio Barragán de Toscano está considerada como una precursora de temas que ahora son de actualidad, sobre todo en lo de la mujer. 

“Desde mi perspectiva como editor es que sin lugar a duda es muy importante volver a estos textos, es urgente para reconocernos en la escritura de aquellas personas que vivieron en nuestros lugares y mucho más allá, en el caso de doña Refugio vivió, escribió y publicó en Ciudad Guzmán”, Felipe Ponce destaca que esta primera novela fue editada y publicada en Zapotlán, en la imprenta de José Contreras el cual estaba en la calle de Moctezuma número 11. 

“Desde mi perspectiva de editor, este libro me pareció maravillosamente bien publicado, a diferencia de La hija… el cual se publicó en Guadalajara, en una empresa seguramente muy cansada, en unos talleres de mucha actividad, porque los tipos se notan ya gastados, y esta edición la tipografía se ve nuevas, la copia que tengo la tipografía es hermosa, muy suave, muy agradable a la vista, para mi es muy importante”, dijo Felipe Ponce.      


 ZAPOTLÁN DE GUILLERMO JIMÉNEZ



      “Las obras de Guillermo Jiménez -Zapotlán 1891-1963- son difíciles de conseguir, el lector común o el estudioso de la literatura se enfrentan ante esta carencia que ni la ¨panacea¨ de internet puede solucionar”, dice Ricardo Sigala, en el prólogo de la nueva edición de Zapotlán -1950-, Felipe Ponce comenta que cómo llegó a sus manos la obra del zapotlense: “Ricardo Sigala me prestó un libro, Guillermo Jiménez, obras escogidas: narrativo y teatro, del cual fue antologador junto con Milton Iván Peralta, que publicó la UdeG, fue el primer acercamiento, no conocía muy bien la obra de don Guillermo, nada más referencias como aquella edición de Hexágono de Zapotlán, recuerdo muy bien esa edición, me interesó publicar la obra a partir de  sus recomendaciones y de lo que me comentaban de su contemporaneidad de su época, que estaba en la vanguardia en cuanto a las técnicas narrativas, esto en los años 40´s, muy adelantado a los recursos que estaban de moda en esos años, muy lineales, por el carácter viajero, diplomático, participantes en las actividades culturales eso resulta muy atractivo”.

Destaca que en la novela que su intención como editores es traer a este tiempo la obra, “tratar de contribuir a su conocimiento, ya que había estado fuera de los circuitos editoriales durante muchos años”. 

Ricardo Sigala en su prólogo dice sobre Zapotlán: “Si bien es cierto que Zapotlán es una suma de relatos en torno a una pequeña ciudad de provincias, de ninguna manera es un libro tradicional ni convencional. El autor se ha negado a contar una historia de manera cronológica, por el contrario, ha optado por la narración fragmentaria con claros saltos en el tiempo y en el espacio, ha recurrido al monólogo como técnica dominante, ha creado un mosaico de historias y ha usado el recurso proustiano de iniciar su relato a partir de una asociación sensorial, en este caso el sonido de unas gotas de agua, incluso incluyó un par de pasajes que algunos asocian a lo que más tarde sería el realismo mágico. Guillermo Jiménez estaba dando un paso delante del relato modernista que cultivó en sus inicios, para incorporar algunas de las novedades técnicas que caracterizarían lo mejor de la narrativa del siglo XX. Siete años antes que Al filo del agua y quince antes que Pedro Páramo, Zapotlán estaba ya hurgando en las búsquedas técnicas que marcarían las pautas de la nueva narrativa mexicana”.



EL DATO

Premio del bien y castigo del mal

Premio del bien y castigo del mal relata dos historias de manera simultánea. Concha, virtuosa, buena y generosa, encuentra un día a Valentina, quien en su juventud fuera vanidosa, cruel y egoísta. Valentina narra a Concha su pasado como una confesión, buscando ser absuelta de sus pecados mientras la joven escucha y descubre parte de su propia historia, encontrando en aquella mujer desgraciada mucho más que un alma necesitada.

Barragán de Toscano explora en esta novela —publicada por vez primera en 1884— los contrastes que existen entre dos personas aparentemente opuestas, ofreciendo al lector una interpretación de la naturaleza humana en la que el bien y el mal se superponen constantemente.

La autora desenvuelve sucesos, trama acontecimientos y da profundidad a sus personajes con un estilo narrativo ameno, sobrio y sofisticado que encantará, intrigará y satisfará tanto a nuevos lectores como a quienes ya conocen la pluma sin par de Refugio Barragán de Toscano, la primera novelista mexicana.


ZAPOTLÁN


El narrador «Horadando el tiempo, horadando la noche», reconstruye pequeños cuadros de la memoria que colorea con arte renacentista y analogías de grandes pintores y sus obras. Rememora la cotidianidad de la vida que pasó y que pasa, mientras intenta conciliar el sueño, en un tono poético que muestra cómo la divagación de la mente encuentra conexiones entre tiempos y espacios lejanos.
Este es el Zapotlán del narrador, muy suyo, marcado con las líneas paralelas del ayer, que fluye entre la noche y la vigilia.

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