Víctor Hugo Prado
Hoy mi
tema será cinematográfico. Hablaré de Coco, un largometraje, inspirado en la
tradición mexicana del Día de los Muertos. De ese día, que en el año 2003 la
Unesco declaró patrimonio inmaterial de la humanidad.
Su
realizador Lee Unkrich, el escritor Adrián Molina y la productora Darla K.
Anderson logran plasmar en la pantalla de forma muy estética, colorida y bien
argumentada una tradición muy nuestra. La película sale a través de los
estudios y bajo el registro de The Walt Disney Company y su subsidiaria Pixar.
Usted se sorprenderá pero esa cinta era la más esperada en México, las voces en
inglés pertenecen a Gael García Bernal, Alfonso Arau, Eduward James Olmos,
Sofía Espinoza y doblada al español lo hacen también Gael, nuestra premio
Cervantes de Literatura Elena Poniatowska, Juan Villoro, Alex Lora, Andrés
Bustamante conocido como el “guiri guiri”, Víctor Trujillo “Brozo”, Angélica
María, Cesar Costa y el grupo Bronco, entro otros.
Quizá
usted no lo sepa, pero esta cinta tuvo una premier anticipada en el Palacio de
Bellas Artes con la participación de la Orquesta Sinfónica Nacional, su estreno
formal se realizó el 27 de octubre a la par que en los cines comerciales de la
república. De acuerdo con La Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica
(Canacine), Coco se llevó fácilmente la taquilla de nuestro país con 3.37
millones boletos vendidos en su primer fin de semana, lo que le augura un éxito
taquillero.
La
tradición del día de muertos, los altares, los motivos visuales, la devoción a
los familiares perecidos, las flores de cempasúchil, los platillos típicos, el
vestuario, las velas, el agua, el copal, el pan, las fotos de los familiares a
los que les ofrecieron el altar, la música y el panteón estuvieron presentes.
De tal suerte que los realizadores logran hacerte pasar de manera exquisita por
diversos estados de ánimo a través de una tradición, un deseo, un encuentro por
la leyenda de Mictlán y el inframundo.
Si la
tradición del día de muertos es la fusión de la cultura indígena precolombina y
la española, Coco, la película es una fusión de lo mejor del cine gringo que se
ha combinado con actores, escritores y artistas mexicanos o en su caso latinos,
para dejar como resultado una película que se puede apreciar, gozar y compartir
en familia.
No es
absurdo pensar que le película enseñe a más de alguno que México está en los
Estados Unidos y éstos en México, que comparten cosas en común, que producen y
comercian juntos, que cada vez más se suman inteligencias y proyectos en todos
los ámbitos y sectores, que los obstáculos como los muros y los tratados no
detendrán el mestizaje de los güeros por los mexicanos, los que ahora comen
Guacamole, chicharrones, gozan del tequila, escuchan mariachi, nos visitan y
próximamente celebrarán a sus muertos.
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