Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
“Bailan
sin cansancio en los atrios de los santuarios, envueltos en el rumor de las
oraciones que salen del templo y la alegría de la multitud”, dice Guillermo
Jiménez en su libro “La danza en México”, en un recuerdo de su tierra y de sus
tradiciones.
El domingo se dio el tradicional reparto de décimas, en donde los diferentes
grupos de danzantes y sonajeros salen para dar inicio a las fiestas y al
juramento a san José, patrono juramentado desde 1749.
No hay edad para salir a bailarle a san José, niños que apenas pueden la sonaja
salen a realizar el recorrido, personas de la tercera edad con más fe que
fuerza golpean y dan gracias. Algunos con zapatos, botas, tenis, incluso
descalzos realizan su peregrinar, cumpliendo la manda. Había algunos que se
veían desfallecer, pero desde adentro sacaban las fuerzas para seguir en pie.
Guillermo Jiménez nos regala otra estampa de esta tradición, en su ensayo de
“La danza En México”, el cual cabe destacar fue también publicado en Argentina:
—¿Por
qué baila usted? —le pregunté lleno de curiosidad a uno de los danzantes de la
Villa de Guadalupe.
Casi no
me contesta.
—Nomás
—me dice entre dientes, encogiéndose de hombros.
Esa
palabra, nomás, que quiere decir “porque sí”, y que en el fondo no significa
nada, para él quiere decir todo. Y con el mismo desdén con que me responde,
realiza todos sus actos, así, por nomás, se entrega al amor; así por nomás, le
partirán el corazón de una cuchillada.”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario