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lunes, 16 de octubre de 2017

El caos de las fiestas

Juan José Ríos Ríos



La falta de coordinación entre quienes organizan los festejos de las fiestas de octubre en Ciudad Guzmán y quienes participan en éstos, está siendo muy visible con el paso de los días y se refleja en el caos vial que se produce en las calles, no solo por el bloqueo de vehículos sino por el abuso en que incurren quienes a caballo se suben a las banquetas, las bestias dejan su excremento regado por el piso y se da rienda suelta al culto al dios Baco, cuando impunemente los jóvenes y adultos consumen bebidas alcoholizadas en la vía pública.


            Y aunque se sabe que los llamados toros de once son ya parte infaltable de la “tradición” de las fiestas de los guzmanenses, aunque su origen es para cumplir Juramentos hechos al patrono de la Diócesis señor San José, cada vez son más los vehículos a motor que se utilizan en el convite así como las bandas de música que a todo volumen interpretan las canciones de moda, muchos jóvenes se exceden en sus libertades al atentar contra el derecho de los demás validos a que son parte de las fiestas.

            El mediodía del jueves 12 la zona centro, por donde hay más tránsito de vehículos y personas estuvo bloqueada por buen tiempo en razón de que, tal vez porque los servidores públicos tuvieron su día libre y por ello fue notoria la ausencia de elementos del departamento de Tránsito y Vialidad de la ciudad, al ni siquiera bloquear, como lo también por costumbre lo hacen los agentes, el ingreso a la calle Federico del Toro desde su cruce con la de Refugio Barragán de Toscano, en donde sí muchas unidades a motor quedaron varadas incluyendo patrullas de policía.

            Y fue precisamente la causa del bloqueo en masa del desfile del toro de once, de vehículos particulares y unidades oficiales el hecho de que metros adelante estaba el cierre para dar paso seguro a las personas que participaron en la peregrinación de las doce del día a la catedral diocesana, lo que de existir coordinación entre las autoridades y quienes designan a organizar las actividades de la feria y quienes participan en ella, no se diera si se compartiera información para organizar y realizar mejor el paso y, con ello, que los ciudadanos de a pie sufran menos atropellos.

            Pero parece que los ciudadanos se conforman con su realidad, muchos se deleitan con las exhibiciones que se hacen por los jóvenes, las unidades a motor que utilizan y el consumo de las bebidas que se acostumbran beber en la vía pública, así como el bailoteo de los caballos y el manejo que de éstos hacen sus jinetes que, subirse a la banqueta con ellos y que dejen suciedad regada en la calle apestando todo, ya son parte del show, de la fiesta y por lo tanto pues hay que aguantar todo pues no hay quien cuide que se respete el derecho de los demás.
           
           

            

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