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miércoles, 25 de octubre de 2017

Desinterés por mejorar Zapotlán



Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


En lo que va del Gobierno Municipal de Zapotlán el Grande y de lo que se conoce durante el desarrollo de las sesiones de Ayuntamiento, nos hemos dado cuenta que, se han presentado iniciativas que proponen la implementación de reglamentos y de acciones que resuelvan carencias y problemas que afectan, de alguna manera, a los habitantes de Ciudad Guzmán. Prosperan las que emanan de la mayoría que es Gobierno, no así las de las fracciones allí representadas, éstas se congelan o se hacen a medias.



            Entre las más recientes y que tienen este trato, están las propuestas de los Regidores del PVEM y de MORENA, Eugenia Margarita Vizcaíno Gutiérrez y José Luis Villalvazo de la Cruz, respectivamente, como la del cambio, sin costo para el erario público, de las placas que exhiben los nombres de las calles de la zona urbana, así como el reglamentar algunas malas costumbres que se están arraigando en esta querida y amable ciudad, que realmente rompen con la imagen digna y noble de la urbe nuestra, los excesos de ruidos por perifoneo y de motos modificadas, y la velocidad y estado en que se conducen.

            Y precisamente porque son propuestas o iniciativas viables, que resuelven necesidades y buscan la conservación del orden y las buenas costumbres y, como el caso del cambio de placas con los nombres de las calles de nuestra ciudad, hasta sin costo, sin el ánimo de que el señalamiento que en esta ocasión se hace “lastime” o incomode a las autoridades municipales en turno, la actitud asumida por la mayoría que nos gobierna deja mucho que desear al congelar, al no dar apoyo o atención para que se lleven a cabo, actitud que denota desprecio y desinterés de quienes se dicen y de hecho son servidores públicos.

            La Regidora Eugenia Margarita Vizcaíno Gutiérrez, señora prudente y con muchas ganas por aportar su grano de arena a la ciudad que la vio nacer, propuso y se aceptó su proyecto para realizar el cambio total de las placas con los nombres de las calles de Ciudad Guzmán, para lo cual se requieren poco más de siete mil de éstas, mediante un sistema de patrocinio por empresas, negocios y personas de buena voluntad en coadyuvar con su proyecto y con ello a la mejora de nuestra ciudad, sin que el Ayuntamiento tuviera que aprobar el destino de recursos públicos para conseguirlo.

            La Regidora, tocando puertas y dando la cara para cumplir con su compromiso, logró el patrocinio de casi la tercera parte del total de las placas que se necesitan para que en calles y colonias se pueda apreciar el nombre que las identifica, facilitando la prestación de servicios y la locación de domicilios de personas, sobre todo para quienes vienen de fuera o no conocen la ciudad. Lamentablemente casi dos mil de esas placas, a un año de distancia, siguen guardadas en las bodegas del Municipio, no se hizo más que el simulacro del acto de puesta en marcha en la colonia Santa Rosa, pero ya no hubo ni gente ni ganas para colocar las que faltaron.

            Por su parte el Regidor por MORENA en el Ayuntamiento de Zapotlán el Grande, José Luis Villalvazo de la Cruz, presentó una propuesta para que se regule la emisión de ruidos y sonidos que en altos decibeles generan y contaminan por quienes anuncian en las calles eventos o promociones y, sobre todo, la emisión de ruidos por las motocicletas que han sido modificadas y que de manera impune circulan día y hasta altas horas de la noche contaminando y afectando a las personas, aunando a la alta velocidad y a la falta de equipo de protección con que sus conductores se movilizan, principalmente quienes hacen entregas a domicilios de productos comestibles, causa de muchos y fatales accidentes.

            Ello, según la propuesta, se controlaría mediante la creación de un reglamento, a lo que únicamente había que echarle tantito seso y sí mucha acción por parte del área más deslucida de la Administración Municipal, la Dirección o Departamento de Tránsito, donde, quizá por la falta de personal, unidades o de la incapacidad o desconocimiento de quien está a cargo de esta dependencia, sólo operan aplicando multas de tipo clientelar, en sitios ya muy bien establecidos, como las calles aledañas al IMSS, cuando por la falta de estacionamiento y también de cultura de muchos conductores, se estacionan en raya amarilla o bloqueando cocheras, y allí están los agentes levantando multas a diestro y siniestro, seguras, efectivas.

            Esta aplicación para multar debiera tener la misma eficacia en el resto de las obligaciones y derechos que, como dirección o departamento de orden público le corresponden, como el mantener en buen funcionamiento los sistemas de semáforos, evitar que los repartidores de mercancías de las grandes empresas se estacionen en doble fila, bloqueando el paso o incluso en zonas prohibidas o tapando la visibilidad a los demás conductores al parar sus enormes unidades en las meras esquinas, mala costumbre, porque se permite, que se dan unidades oficiales con representación en nuestra ciudad, como la que existe en la esquina que hacen las calles José de Jesús Munguía y Humbolt, por ejemplo.

            La contaminación por ruido es también dañina para la salud pública. El exceso de velocidad y la carencia de equipo de protección en motociclistas, hasta causa de muertes o cuando menos menoscabo de facultades físicas, y esta tarea le corresponde, le guste o no, a la Dirección o Departamento de Tránsito, al igual que instalar los equipos y acciones para brindar paso seguro a los transeúntes, cuando, lamentablemente, sólo operan dos semáforos peatonales, uno de ellos, el que “resguarda” el paso seguro de las personas al cruzar la calle o Avenida de Reforma, que tan sólo da 15 segundos para hacerlo, aunque, es justo decirlo, es de los pocos lugares, así como en las afueras del Palacio Municipal, donde casi siempre hay un agente vial dando paso a vehículos y peatones.

            Ojalá y haya un cambio de actitud en el Gobierno Municipal, que el trabajo en Ayuntamiento que hacen los Regidores, sobre todo cuando es en bien de la ciudad y de quienes la habitamos, que no tengan trato desigual, no haya preferencia para las que emanan de la mayoría y congeladora para los de “oposición”, aquí todos son parte de un cuerpo colegiado comprometido y obligado a servir a todos, sin distingos y en beneficio de la mayoría. De esta manera habrá más y mejores resultados y posibilitaría ir quitando el estigma que pesa en la Administración Municipal, donde por el bien de Zapotlán y su gente, todos contamos, y no nada más lo que impone el hecho de ser mayoría “gobernando”.

            

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