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martes, 5 de septiembre de 2017

Y... ¿la ciclovía?


>Un momento por favor                                          

J. Jesús Juárez Martín




Nuestra urbe como todas las ciudades en su desarrollo, actividades, formas de convivencia,  movilidad, vida comunitaria, aunque es una modo de convivencia civilizada, también se suscitan problemas, y aún más, damos soluciones al generarse la dinámica de continuidad que marca el ritmo social en el tránsito de vehículos, de personas, pretendemos sea fluido,  seguro, placentero, esperamos que los demás respeten  mi situación de tranquilidad o ansiedad en nuestra trayectoria, esperamos de los demás respeto, cortesía, facilidades, servicio en nuestro ir y venir, pero es probable que nuestra conducta sea egoísta y no compartamos valores positivos en equidad y surgen los problemas de vialidad, en las inconformidades buscamos culpables y en ocasiones frecuentes, tal vez nosotros seríamos la solución total o cuando menos podríamos mediarla para no radicalizarla. 

Para muchos es claro lo que es la vialidad, algunos piensan que es la movilidad, otros la infraestructura por donde nos movemos, la asociación de ambas cosas y algunas fuentes nos precisan que son caminos públicos fuera de áreas urbanas, fajas de tierra, bienes nacionales de uso público de libre acceso y tránsito, las calles, avenidas que interconecten con caminos públicos son parte de la vialidad,  me permito ejemplificar la calle Federico del Toro y la calle Primero de Mayo que comunican con la tradicional carretera de Sayula con Zapotiltic, queda pues la retama de calles en la ciudad que por lógica también las consideramos vialidades  y el Ayuntamiento en sus reglamentos las considera como servidumbres y de uso público, no trato de ver cuantas clases de vialidades hay, sino del uso y respeto que damos como ciudadanos a la vialidad.

 Nuestra educación vial es mínima, no que intuyamos o sepamos poco, me refiero al respeto a seguridades y cumplimiento de normas viales, es obvio el riesgo que se provoca con las faltas al reglamento vial, sin embargo, veámonos y seamos sinceros: ¿Cruzamos las calles sólo por la esquina? ¿Respetamos los cajones en estacionamientos? ¿Utilizamos el frente de nuestra casa en forma exclusiva, no compartida? ¿Respeto los señalamientos del Departamento de Tránsito y las indicaciones de los Agentes de vialidad? ¿Manejo por calles en sentido contrario? ¿Mis hijos o nietos transitan en bicicleta por las banquetas? ¿Uso el cinturón de seguridad cuando viajo en vehículos? Estos y muchos otros tópicos relativos con la vialidad, debemos cambiar por seguridad nuestra y de los conciudadanos, porque Ciudad Guzmán se desarrolla y por lo tanto si no se corrigen las conductas, aumentarán problemas, accidentes, daños, víctimas... 

 La ciudad fue población construida para las necesidades de otras épocas, la vialidad es inadecuada, su solución está lejana por falta de voluntad política y me refiero a la voluntad colectiva, no de la autoridad que sería linchada si planeara, hubiera presupuesto y pretendiera que las calles limitaran manzanas a 100 m por lado,   
  Por las calles transitamos a diario peatones, automovilistas, motocicletas, ciclistas y otros vehículos que tenemos necesidad de hacerlo, derecho de paso semejante a los demás, por lo tanto, no se debe negar u obstaculizar el derecho de tránsito a ninguno y el orden jurídico no se modifique.

 El mal uso de calles, banquetas, e infracciones de tránsito violentan derechos y convivencia de los guzmanenses, la construcción de la ciclovía actual de esta ciudad, se propuso como solución parcial a quienes utilizan la bicicleta como medio de transporte y tienen la fortuna de utilizar esta vía. Recibió muchos rechazos, no la totalidad y ahora se plantea con una experiencia de largo tiempo, la pertinencia de dicha vía en donde se construyó, o el cambio.

Próximamente se realizará una encuesta pública sobre el cambio de esta segunda autopista, porque la primera inaugurada en noviembre de 2011 ya feneció, aunque creo que no hubo “requiem” oficial, para evitar conflictos debería hacerse.

 Tomemos como ciudadanos conciencia: Todos tenemos derecho al paso por las calles de acuerdo a reglamentos de tránsito y municipales, derecho de opinión y libertad de ejercerlo; los ciclistas cada vez son menos proporcionalmente al incremento de la población, la minoría ciclista tiene derecho de protección especial como el peatón, personas de capacidades diferentes, menores y mayores de edad por su vulnerabilidad cuando deambulan... se desplazan.

Desde luego, una ciclovía respetada será una invitación a que niños, jóvenes y adultos tengan una movilidad más sana y no olvidemos que la solución de una necesidad, provoca otras necesidades e implica otros satisfactores, ¿lugares de estacionamiento? 

Finalmente un deseo para todos: Qué suceda lo más conveniente de este resultado, o de la mayoría de quienes ejerciten el derecho de elegir, eso será civilidad, esperamos mejore vialidad en conjunto, la conectividad del transporte automotriz, vehicular, ciclista y peatonal de Ciudad Guzmán por esta zona.



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