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jueves, 28 de septiembre de 2017

Orígenes de la coronación pontificia



Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán


El próximo lunes dos de octubre será inaugurada la exposición dedicada a Señor San José, Patrono de la Diócesis de Ciudad Guzmán, conmemorativa al 60 aniversario de su Coronación Pontificia, misma que estará a la vista del público en las instalaciones del Centro Cultural José Clemente Orozco, antigua sede de la Escuela Primaria Ramón Corona, hoy asiento del Archivo Histórico en el Centro Histórico de esta ciudad.

            Esta coronación, la primera que se dio en el país de este tipo, llevó muchos años en su proceso, en depurar y, sobre todo, asimilar socialmente. “Recordemos que fue en 1925, previo al estallamiento oficial de la Guerra Cristera aquí en Zapotlán, cuando sus habitantes, una vez que se elige al Mayordomo para las fiestas de 1926, promete coronar a Señor San José dado que ya se veía este conflicto masivo de ideologías, entre la parte civil y la eclesiástica”, informó sobre el tema el cronista de la ciudad, Fernando G Castolo.

            Y la Guerra Cristera estalló en esta ciudad en el mes de agosto de 1926, cuando un personaje, que no era de Zapotlán, se le ocurre gritar por las calles que se pretendía quemar la imagen de Señor San José. “En ese momento hay un par de damas; Concha Hinojosa y creo que Victoria Gómez, viendo que esto perjudicaba los elementos ideológicos de la comunidad, empezaron a tocar las campanas de la iglesia parroquial convocando al pueblo a que defendieran la imagen. En ese tiempo la calle Ramón Corona se estaba empedrando así que la gente se armó con piedras y con ellas se empezaron a tirar entre conservadores y liberales, en una situación que realmente fue ficticia, pero la gente estaba azuzada”.

            El cronista dijo que este fue el acontecimiento más importante que se sucedió ya en la época Cristera. “A partir de ese momento se suspenden los cultos públicos, que conste, no por el gobierno civil, sino por la misma iglesia para de esa manea presionar, ideológicamente y hacer valer la fortaleza que, como iglesia, se tenía en las masas aquí en el país. Esto nos recuerda a que anualmente se lleva en el interior de catedral una procesión la noche del 22 de octubre, donde los zapotlenses, con el obispo en turno solemnizan y recuerdan el Juramento de nuestros ancestros y que se renueva año con año, y que esta procesión interior con las imágenes nos recuerdan esos años funestos en los cuales se evitó el culto público”.

            Informó que la situación de la pretendida coronación se mantuvo hasta 1942 cuando don Bacilio Cardona llegó a Mayordomo y que políticamente tenía un poder interesante en la población, que pudo reanudar las procesiones públicas de las sagradas imágenes. “Fue a partir de 1926 a 1942 que no se tuvo procesiones públicas con las imágenes por cuestiones de carácter ideológico que prevalecían, quedó en suspenso, los Mayordomos elegidos para la fiesta de 1926 retoma la solemnidad hasta 1929, no hubo función en tres años”.

            Dijo que gran parte de este movimiento social que pervive en la memoria colectiva trajo consigo otras situaciones que no se ventilaron en su momento. “Como fue la salida de la moneda de oro, que circulaba como moneda ordinaria en México, y sale de circulación. Ese tipo de cosas deja lacerada a la sociedad en general en sus economías, el oro mantenía el equilibrio económico y social de la comunidad, queda la gente tan lastimada, económicamente, que empiezan a buscar otros horizontes para subsistir y mucha gente se fue a Estados Unidos, que en 1929 vivió su depresión económica fuertísima, y no haya sido por toda la mano de obra, que a manera de braceros se van para allá, el país no logra salir de su situación económica, entonces nosotros nos vimos fortalecidos en nuestra economía respecto al fortalecimiento que el país vecino tuvo en esa época”.

            Fernando Castolo señaló que fueron muchos los factores de carácter social que convergen después de la Guerra Cristera, entre ellas no celebrar una ceremonia con las características que requería la Coronación Pontificia. “Cuando este personaje, tan polémico por cierto en nuestra comunidad, don Antonio Arias Pedroza, se interesa por darle una solidez a su economía a través de negocios que pone en Zapotlán, en conjunto con el hermano del entonces cura de Zapotlán, Adolfo Hernández Hurtado, que por cierto resultó una fichita, él se viene aquí- el señor Arias Pedroza- y se empieza a involucrar en la vida religiosa de esta comunidad y se hace acreedor a la Mayordomía de 1953”.

            Agregó que Arias Pedroza tenía la idea de algo portentoso dándole una imagen al templo parroquial y manda hacer sus torres. “Él costeó la torre del lado de la Virgen del Rosario, el pueblo la torre de la nave del Señor San José, y la otra la costea la Colonia Zapotlense en Guadalajara. “El señor Antonio Arias Pedroza se distinguió en su Mayordomía por haberle dado una presencia importante a este icono, que es el templo donde se esparce todo el poder religioso de la Región sur de Jalisco y, luego, inteligentemente, hace que su esposa sea Mayordoma de las fiestas de 1957, doña Estela Sánchez, porque había un esquema de carácter moral en que no se podía volverá a jugar la Mayordomía hasta cinco años después”.

            Y como familia tenían una gran influencia en el clero mexicano por lo que lanzan la iniciativa de coronar pontificiamente a San José. “Algo que era muy difícil de lograrse, recordemos que la imagen de San José, a diferencia de las imágenes Marianas o Jesuísticas, no podían ser objeto de coronación por parte del Papa, puesto que la Virgen y Jesús subieron al cielo en cuerpo y alma, son parte de la realeza celestial, no así los demás santos, que fueron seres ordinarios pero con alguna cualidad que les valió para que la iglesia los elevara al altar, sin embargo los promotores argumentaron que San José provenía de la estirpe del Rey David, y ese momento se autoriza su Coronación Pontificia, la primera en la República Mexicana”.

            LO OSCURO DEL EVENTO

            El suceso se anunció para el primero de marzo de 1957. “A partir de ese momento, a manera de leyenda, que el señor cura empezó a juntar oro del pueblo, con lo que quisiera cooperar, pero, según también la leyenda, era de tan pésima calidad que el orfebre destinado para hacer las coronas no lo quiso, por lo que se tuvieron que comprar lingotes de oro y plata para conformar las coronas, la corona de Señor San José pesa tres y medio kilos, junto con la de la Virgen del Rosario, que pesa algo similar, y la del Niño Jesús ha de pesar como kilo y medio. Al parecer el oro y la planta fue comprado por los Mayordomos en turno, con la promesa verbal de que se les iba a devolver, ese dinero nunca se reparó”.

            El Cronista agregó que don Adolfo Hernández Hurtado vino como párroco de la ciudad con un solo fin, generar algo grande e importante, porque había que premiar algo importante que él hiciera por parte del entonces Arzobispo de Guadalajara José Gariby Rivera. “Entonces, más que por devoción, por interés empezó hacer esas chuecuras don Adolfo Hernández Hurtado, que fue el verdadero chivo expiatorio de los intereses del Cardenal de Guadalajara, deviniendo todo este fandango en que un año después lo hacen Obispo de Tapachula, Chiapas, con eso lo premiaron, pero dejó bailando la economía del Mayordomo, que tuvo que hipotecar su casa, en Reforma 73, para sacar avante los gastos que le generó la Mayordonomía de la Coronación Pontificia”.

            Finalmente dijo que lo que el pueblo nunca alcanzó a captar fue que la Coronación Pontificia de San José se lleva a partir de una serie de situaciones de intereses particulares, que no tuvieron nada que ver pero que fueron el escalón clave para que otros actores pudieran subir de categoría en sus niveles eclesiásticos, sobre todo. “Y otros bajaron en sus niveles económicos, como quiera que sea se lleva a cabo la coronación, Juan José Arreola lo narra de manera muy bien en su libro La Feria, la coronación tuvo lugar el 22 de octubre de 1957, la ceremonia empezó a las nueve de la mañana con un desfile de antorchas por las calles y a las doce del día se llevó la coronación de las imágenes”, concluyó.


            

1 comentario:

  1. Excelente articulo, me gustaría ver fotos de esa época y conocer más, sobre la historia. Saludos

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