Juan
José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán
El Volcán/Guzmán
El
próximo lunes dos de octubre será inaugurada la exposición dedicada a Señor San
José, Patrono de la Diócesis de Ciudad Guzmán, conmemorativa al 60 aniversario
de su Coronación Pontificia, misma que estará a la vista del público en las
instalaciones del Centro Cultural José Clemente Orozco, antigua sede de la
Escuela Primaria Ramón Corona, hoy asiento del Archivo Histórico en el Centro
Histórico de esta ciudad.
Esta coronación, la primera que se
dio en el país de este tipo, llevó muchos años en su proceso, en depurar y,
sobre todo, asimilar socialmente. “Recordemos que fue en 1925, previo al
estallamiento oficial de la Guerra Cristera aquí en Zapotlán, cuando sus
habitantes, una vez que se elige al Mayordomo para las fiestas de 1926, promete
coronar a Señor San José dado que ya se veía este conflicto masivo de
ideologías, entre la parte civil y la eclesiástica”, informó sobre el tema el
cronista de la ciudad, Fernando G Castolo.
Y la Guerra Cristera estalló en esta
ciudad en el mes de agosto de 1926, cuando un personaje, que no era de
Zapotlán, se le ocurre gritar por las calles que se pretendía quemar la imagen
de Señor San José. “En ese momento hay un par de damas; Concha Hinojosa y creo
que Victoria Gómez, viendo que esto perjudicaba los elementos ideológicos de la
comunidad, empezaron a tocar las campanas de la iglesia parroquial convocando
al pueblo a que defendieran la imagen. En ese tiempo la calle Ramón Corona se
estaba empedrando así que la gente se armó con piedras y con ellas se empezaron
a tirar entre conservadores y liberales, en una situación que realmente fue
ficticia, pero la gente estaba azuzada”.
El cronista dijo que este fue el
acontecimiento más importante que se sucedió ya en la época Cristera. “A partir
de ese momento se suspenden los cultos públicos, que conste, no por el gobierno
civil, sino por la misma iglesia para de esa manea presionar, ideológicamente y
hacer valer la fortaleza que, como iglesia, se tenía en las masas aquí en el
país. Esto nos recuerda a que anualmente se lleva en el interior de catedral
una procesión la noche del 22 de octubre, donde los zapotlenses, con el obispo
en turno solemnizan y recuerdan el Juramento de nuestros ancestros y que se
renueva año con año, y que esta procesión interior con las imágenes nos
recuerdan esos años funestos en los cuales se evitó el culto público”.
Informó que la situación de la
pretendida coronación se mantuvo hasta 1942 cuando don Bacilio Cardona llegó a Mayordomo
y que políticamente tenía un poder interesante en la población, que pudo
reanudar las procesiones públicas de las sagradas imágenes. “Fue a partir de
1926 a 1942 que no se tuvo procesiones públicas con las imágenes por cuestiones
de carácter ideológico que prevalecían, quedó en suspenso, los Mayordomos
elegidos para la fiesta de 1926 retoma la solemnidad hasta 1929, no hubo
función en tres años”.
Dijo que gran parte de este
movimiento social que pervive en la memoria colectiva trajo consigo otras
situaciones que no se ventilaron en su momento. “Como fue la salida de la
moneda de oro, que circulaba como moneda ordinaria en México, y sale de
circulación. Ese tipo de cosas deja lacerada a la sociedad en general en sus
economías, el oro mantenía el equilibrio económico y social de la comunidad,
queda la gente tan lastimada, económicamente, que empiezan a buscar otros
horizontes para subsistir y mucha gente se fue a Estados Unidos, que en 1929
vivió su depresión económica fuertísima, y no haya sido por toda la mano de
obra, que a manera de braceros se van para allá, el país no logra salir de su
situación económica, entonces nosotros nos vimos fortalecidos en nuestra
economía respecto al fortalecimiento que el país vecino tuvo en esa época”.
Fernando Castolo señaló que fueron
muchos los factores de carácter social que convergen después de la Guerra
Cristera, entre ellas no celebrar una ceremonia con las características que
requería la Coronación Pontificia. “Cuando este personaje, tan polémico por
cierto en nuestra comunidad, don Antonio Arias Pedroza, se interesa por darle
una solidez a su economía a través de negocios que pone en Zapotlán, en
conjunto con el hermano del entonces cura de Zapotlán, Adolfo Hernández
Hurtado, que por cierto resultó una fichita, él se viene aquí- el señor Arias
Pedroza- y se empieza a involucrar en la vida religiosa de esta comunidad y se
hace acreedor a la Mayordomía de 1953”.
Agregó que Arias Pedroza tenía la
idea de algo portentoso dándole una imagen al templo parroquial y manda hacer
sus torres. “Él costeó la torre del lado de la Virgen del Rosario, el pueblo la
torre de la nave del Señor San José, y la otra la costea la Colonia Zapotlense
en Guadalajara. “El señor Antonio Arias Pedroza se distinguió en su Mayordomía
por haberle dado una presencia importante a este icono, que es el templo donde
se esparce todo el poder religioso de la Región sur de Jalisco y, luego,
inteligentemente, hace que su esposa sea Mayordoma de las fiestas de 1957, doña
Estela Sánchez, porque había un esquema de carácter moral en que no se podía
volverá a jugar la Mayordomía hasta cinco años después”.
Y como familia tenían una gran
influencia en el clero mexicano por lo que lanzan la iniciativa de coronar
pontificiamente a San José. “Algo que era muy difícil de lograrse, recordemos
que la imagen de San José, a diferencia de las imágenes Marianas o Jesuísticas,
no podían ser objeto de coronación por parte del Papa, puesto que la Virgen y
Jesús subieron al cielo en cuerpo y alma, son parte de la realeza celestial, no
así los demás santos, que fueron seres ordinarios pero con alguna cualidad que
les valió para que la iglesia los elevara al altar, sin embargo los promotores
argumentaron que San José provenía de la estirpe del Rey David, y ese momento
se autoriza su Coronación Pontificia, la primera en la República Mexicana”.
LO
OSCURO DEL EVENTO
El suceso se anunció para el primero
de marzo de 1957. “A partir de ese momento, a manera de leyenda, que el señor
cura empezó a juntar oro del pueblo, con lo que quisiera cooperar, pero, según
también la leyenda, era de tan pésima calidad que el orfebre destinado para
hacer las coronas no lo quiso, por lo que se tuvieron que comprar lingotes de
oro y plata para conformar las coronas, la corona de Señor San José pesa tres y
medio kilos, junto con la de la Virgen del Rosario, que pesa algo similar, y la
del Niño Jesús ha de pesar como kilo y medio. Al parecer el oro y la planta fue
comprado por los Mayordomos en turno, con la promesa verbal de que se les iba a
devolver, ese dinero nunca se reparó”.
El Cronista agregó que don Adolfo
Hernández Hurtado vino como párroco de la ciudad con un solo fin, generar algo
grande e importante, porque había que premiar algo importante que él hiciera
por parte del entonces Arzobispo de Guadalajara José Gariby Rivera. “Entonces,
más que por devoción, por interés empezó hacer esas chuecuras don Adolfo
Hernández Hurtado, que fue el verdadero chivo expiatorio de los intereses del
Cardenal de Guadalajara, deviniendo todo este fandango en que un año después lo
hacen Obispo de Tapachula, Chiapas, con eso lo premiaron, pero dejó bailando la
economía del Mayordomo, que tuvo que hipotecar su casa, en Reforma 73, para
sacar avante los gastos que le generó la Mayordonomía de la Coronación Pontificia”.
Finalmente dijo que lo que el pueblo
nunca alcanzó a captar fue que la Coronación Pontificia de San José se lleva a
partir de una serie de situaciones de intereses particulares, que no tuvieron
nada que ver pero que fueron el escalón clave para que otros actores pudieran
subir de categoría en sus niveles eclesiásticos, sobre todo. “Y otros bajaron
en sus niveles económicos, como quiera que sea se lleva a cabo la coronación,
Juan José Arreola lo narra de manera muy bien en su libro La Feria, la coronación
tuvo lugar el 22 de octubre de 1957, la ceremonia empezó a las nueve de la
mañana con un desfile de antorchas por las calles y a las doce del día se llevó
la coronación de las imágenes”, concluyó.
Excelente articulo, me gustaría ver fotos de esa época y conocer más, sobre la historia. Saludos
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