*Mercedes Imelda Avalos Ruiz
En cualquier ámbito en que se
realicen interacciones de socialización, cualquiera que sea la razón, siempre
han de suceder inconvenientes, coincidencias, asperezas o surgimiento de
camaradería, compañerismo, amistad y hasta un romance.
La dinámica social acontece
en el trabajo, en la calle, en algún
club, curso, iglesia, gimnasio, en el mercado, en el autobús, en la casa, la
escuela, etc. En esos espacios el vínculo puede ser tan estrecho o ligero como
los involucrados lo decidan. Pero al mismo tiempo, en cada uno de ellos hay
diferentes reglas a seguir para lograr una sana convivencia, del mismo modo que
el trato se ocurre de forma variada entre un lugar y otro e incluso de una
persona a otra.
Para todo ello, entran en juego
varios aspectos, còmo por ejemplo; nuestra personalidad, normas de conducta,
los valores, costumbres, tradiciones, la confiabilidad entre los participantes,
ejercicio de autoridad, respeto, actitudes, etc. Son tan diversas las
relaciones entre las personas, como individuos participantes de una sociedad
cualquiera. En éste sentido, es bueno tomar en cuenta que debemos de ir poco a
poco en el fortalecimiento de las interacciones con quienes nos rodean,
aprender a ser empático, buscar aspectos en común que favorezcan el trato y
cuando las diferencias nos hagan “repeler” a determinada persona, habrá que
hacer primero un análisis de lo que nos desagrada de ése individuo y reflexionar
si no es algo que se asemeja a mi persona, quizá una autoridad mal ejercida,
ausencia de comunicación, desconocimiento. También se recomienda tener apertura
para conocer a la otra persona, antes de emitir juicios, no dejarnos llevar por
la primer impresión o por el comentario de alguien más.
Para lograr tener buenas
relaciones sociales con quienes nos rodean, se aconseja a aprender desde en
casa a respetar reglas, diversidad de gustos, preferencias, proyectos, etc. Por
ello es importante que desde que el niño empieza a relacionarse, inculcarle
respeto hacia los demás. En especial, si es hijo único, enseñarle a que conviva
con sus pares para evitar que sea egocéntrico y eso complique sus relaciones en
un futuro. Cuando ya incursionan al ámbito educativo formal, los docentes
participan de forma relevante en ése proceso de maduración que ha sido iniciado
en casa, pero de igual manera se requiere de la colaboratividad entre el ámbito
familiar y educativo, para intentar obtener mejores resultados. Por ello, en el
ámbito educativo se debe de tomar en cuenta la diversidad de las relaciones
humanas que se suceden cada día en nuestros grupos y su impacto en la vida
cotidiana de nuestros educandos.
Pareciera que no es algo tan
trascendental que los papás reclamen buen trato y mejores calificaciones para
sus hijos; pero hay que ser honestos y que no ciegue el amor de padre ante la
conducta de los hijos, especialmente en la adolescencia en que suelen
presentarse más conductas irreverentes o
que afectan la buena convivencia.
Quienes aprenden desde un inicio
el buen trato hacia los demás, podrán lograr adaptarse en cualquier ámbito
interactivo, en especial en lo que al laboral se refiere, tomando en cuenta que
cuando alguien es conflictivo, afecta la armonía laboral, familiar y hasta la
propia relación intrapersonal.
Las relaciones sociales se
ejercen con más recurrencia en el espacio educativo y laboral, porque son los
centros que convocan a individuos que están reunidos por varias horas al día y
un matiz agregado a ello, es la obligatoriedad del hecho, a pesar de acudir de
forma voluntaria.
La Psicóloga Helen Bee sugiere en
su libro “Desarrollo Humano”, 7 consejos para favorecer las relaciones humanas:
1. Conócete a ti mismo. Para ello, es
importante que prestes atención a los factores que hacen que te encuentres
bien, los momentos en que te enfadas, las situaciones que despiertan tu
motivación y los escenarios que te bloquean
2. La comunicación afectiva es uno de los
procesos básicos de las personas, por ello debes identificar tus barreras y
dificultades y evitarlas o al menos minimizarlas
3. La escucha activa es un factor
fundamental y convierte la comunicación en algo más productivo que una simple
charla.
4. Utilizar la retroalimentación para
devolver al otro tu experiencia y entendimiento del tema a tratar, enriquece el
dialogo y el trato, ya que se fundamenta en la empatía.
5. Gestionar correctamente los conflictos
y no tomar decisiones a la hora de una discusión, favorece la tranquilidad; por
ello se sugiere actuar con cautela en estos casos.
6. Actuar con respeto y educación, para lo
que se debe de mostrar una actitud que favorezca la confianza que los demás
puedan depositar en nosotros, así se disfrutaran más las relaciones
interpersonales.
7. Y,
mantener un estado de buen humor; la
clave empieza en los pequeños detalles, como saludar, sonreír, celebrar logros
no sólo propios, sino también los ajenos y procurar contagiar a los demás de
ése buen humor de manera sincera y sana.
Estos consejos nos permitirán
tener lineamientos a seguir, después de un autoanalísis que habremos de hacer
con honestidad, si es que deseamos formar parte de un grupo social interactivo
y positivo. Que sea incluyente en el cual cada miembro aporte una actitud
positiva en busca de una socialización armoniosa.
* Asesora en el Centro
de Actualización del Magisterio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario