>Un
momento por favor
J.
Jesús Juárez Martín
Este
capítulo es breviario cultural de hace un siglo a nuestros días, romántica
síntesis de páginas memorables de lo vivido en Ciudad Guzmán, de reconocimiento
tácito a la pedagogía franciscana porque representación, canto con música y
baile fueron medios para la catequización indígena durante la Colonia y siguen
siendo herramientas y recursos didácticos.
El
teatro vinculado con artes afines representa historias reales, imaginadas, que
permiten a los espectadores entrelazar experiencias, emociones y juzgar de
acuerdo a su formación personal,calidad artística vinculando el pasado con la
actualidad.
Los
autores Rosa Elena Arellano Montoya Profra. Titular del Departamento de Cultura
Arte y Desarrollo Humano, Directora de la Compañía de Teatro en CUSur, Óscar
Rodríguez Romero en Artes Plásticas Escénicas y funciones relacionadas con la
Docencia y Cultura Artística presentan resultados de su investigación
testimonial y bibliográfica como la expresión teatral forjó el desarrollo
cultural de Zapotlán.
Se
refieren especialmente a los últimos cien años teniendo como momentos clave la
construcción del Teatro Velasco de estilo europeo en 1932 por el Lic. Notario
Mauro Velasco ubicado en donde localizamos al Colegio Silviano Carrillo;
dinamizó no sólo artistas, también la población, que apoyaba las
representaciones. Su hijo Alfredo Velasco Cisneros integró el grupo Cervantes
Saavedra promovido por el periódico Plus
Ultra y la formación del Grupo Arquitrabe en la primavera de 1944 de
increíbles realizaciones en su época de esplendor.
Hay
un tercer momento importante, la llegada de los profesores Ernesto Neaves Uribe
y Ramón Villalobos Castillo en 1961 a la Escuela Normal donde, treinta y más
años de fecunda labor empoderó a educadores y artistas en formación.
Inician
la reseña cómo Fray Juan de Padilla y misioneros llegaron a Zapotlán, sus afanes
pastorales, iniciando representaciones para catequizar y al celebrar el
nacimiento del niño Jesús en Belén. Los pastores recibieron primero el mensaje
angelical del nacimiento, lo van a adorar a pesar de la oposición de los
demonios que luchan y son derrotados con Satanás por San Miguel y los ángeles,
los ángeles animan a los pastores, en el feliz final los pastores adoran y
entregan sus regalos, a las representaciones las llamó “pastorelas” porque pastores
son los protagonistas de la obra. Ahora la pastorela tradición escénica en
diciembre es alegoría de Navidad y es forma satírica de juzgar realidades
sociales, personajes, políticos, sobreviven a pesar de que en muchas ocasiones fueron
prohibidas por la crítica mordaz a personas con alguna clase de poder en
especial, política, porque su gobierno es desaprobado.
La Sra. Margarita Palomar Arias, afirma que en
Zapotlán es el lugar donde la pastorela surgió. Las representaciones eran
prácticas en cada convento, capilla, atrio donde se impartía catecismo en toda
la Nueva España.
En
el año de 1868 surge el Seminario de Zapotlán, casa de formación para
sacerdotes que forjó grandes hombres de ciencia y letras, referentes en su
especialidad: Guillermo Jiménez, Diplomático de carrera, escritor zapotlense,
amigo de Alfredo Velasco Cisneros, Pbro.
José María Arreola y Severo Díaz, científicos, precursores en la observación
meteorológica y volcánica, el músico José Rolón, el Ing. Salvador Toscano
introductor del cine a México al cambio de siglo XIX y los presbíteros que con su misión pastoral
comunitaria, fundamentan el dicho de: “cuna de grandes artistas”.
Fray
Juan de Padilla funda el convento de Zapotlán en 1533 a la par de la
poblaciónnovohispana que cumplió 484 años el pasado día 15 de agosto,
estableció la primera escuela formal de música con verdadero celo apostólico
para los naturales que mostraron talento
manifestándose en músicos anónimos y destacados.
A
los años de 1930 a 1960 llaman la “Época de Oro Cultural” con antecedentes
remotos de más de 30 años y una resonancia motivante por otros tantos años de
lo cual lo más significativo se realizó con la presentación de “Juan Vites” de
Félix Torres Milanés a los 25 años de la puesta en escena.
Don
Alfredo Velasco Cisneros, personaje central, mecenas de jóvenes inquietos
talentosos de aquel tiempo, escribía, hablaba francés, italiano, alemán e
inglés, recibía libros enviados por Don Guillermo Jiménez, su biblioteca se
enriquecía con textos elegidos del Diplomático en Europa y no dejó de apoyar de
impulsar el desarrollo cultural de su tierra Zapotlán, el Dr. Roberto Espinosa poeta en pleno desarrollo y
en formación Juan José Arreola emblemático
literato, el teatro de revista, la zarzuela con Plácido Domingo y sus padres
Pepita Embil y P. Francisco entre muchos y destacados artistas itinerantes motivaron
a personajes locales. “Pedro y el Capitán” de Mario Benedetti representados por
Juan Manuel Preciado y Ramón Olmedo, inolvidable época referente en nuestro
tiempo, etc., etc.
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