Samuel Gómez Patiño
Para la mayoría de las personas,
hablar de mercadotecnia es hablar de publicidad. Las actividades que realiza el
mercadólogo son más amplias que sólo hacer un anuncio, pero esto viene siendo
lo más visible, además del producto.
Las
personas tendemos a hablar sin un sentido, al comunicarnos no damos el mensaje
correcto, con mayor fuerza con los “milenios” y sus smartphones o teléfonos
inteligentes. Por eso se vuelve importante aprender a comunicarnos
correctamente, llevar nuestras ideas de la manera precisa para que nuestro
mercado meta nos escuche.
Cuando
era administrador de la Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana,
uno de los deberes que debía cumplir es asignar los 56 grupos de las diversas
carreras que ofertamos en los 4 pisos de nuestros 3 edificios. Por lo general,
aunque son jóvenes no les gusta quedar en los pisos superiores donde además
tenemos algunos alumnos con problemas de salud junto con algunos maestros que
nos solicitan los salones de abajo también por problemas médicos. Cada semestre
es el mismo problema y hasta parece que lo hacía a propósito asignando grupos
con algún alumno con problemas de salud en los pisos superiores. Me llovían las
peticiones de cambio y por supuesto otros grupos se veían afectados cuando
queríamos reasignar salones.
En
una ocasión llego un alumno a mi oficina y me comento: ¡Maestro tengo un
problema en el salón, tengo dos muchachas embarazadas en el grupo! Lo invite a
salir de mi oficina sin antes decirle que si quiere presumir no era conmigo.
Pero
maestro –me volvió a comentar, es que tengo dos muchachas embarazadas en el
salón. Le dije si se quiere burlar de mi porque ya estoy mayor mejor retírese.
Entonces
se quedó pensando y al reaccionar me dijo: ¡Hay dos muchachas embarazadas en el
salón! Ya casi le pregunto cómo le hacía para que no se enojaran entre ellas.
Al final pude cambiarlos de salón.
En
artículos anteriores hablábamos de la visión y la misión y entonces
comentábamos que no deben ser solo palabras bonitas, algunos parecen poemas,
pero en la realidad no logran su propósito: alinear a la empresa en la búsqueda
de un mismo objetivo.
Las
organizaciones deben de ser congruentes entre lo que dicen y hacen (o venden).
Un reflejo importante es el producto y/o servicio que la empresa oferta y como
lo das a conocer. Al inicio de esta columna les comentaba que muchos consideran
que hacer mercadotecnia es hacer publicidad, pero son más actividades que sólo
eso. Lo que es importante saber es que lo que comunicas debe ser el mensaje
correcto, que, como y donde lo dices. Debe venir respaldado por los objetivos
de la empresa plasmados en su misión y visión.
Anteriormente
comente sobre el restaurante que utiliza como slogan “Coma como en su casa”, me
parece que cuando salimos a comer ya sea en familia, de negocios o de placer lo
último que queremos es hacerlo como en casa, y no porque la comida sea mala,
queremos vivir otra experiencia, no lavar platos.
“El
lugar más feliz del mundo” y entonces Disney busca cuidar todos los detalles
que le generen grandes experiencias a sus visitantes, niños y adultos en
cualquiera de sus parques temáticos.
“Por
la realización plena del hombre” la frase que distingue y guía las actividades
de la Universidad Autónoma de Baja California, donde egrese y ahora laboro
desde hace más de treinta años, algo que nos debe de guiar a la búsqueda de la
excelencia no sólo como maestros que impartimos clases a nivel licenciatura,
maestría y doctorado, sino a través de las investigaciones que formen un
impacto social, las aportaciones a la comunidad como la atención de los alumnos
en cuestiones médicas, dentales, legales, fiscales, etc., y el impulso en la
sociedad del arte, los deportes o simplemente la protección de especies
endémicas como la Totoaba.
Si
los administradores no logran impregnar en la organización los valores que
apoyan a la misión y visión, no serán congruentes entre lo que dicen y lo que
hacen, y tarde o temprano los cobrara la factura. ¿Cuántas organizaciones has
conocido que en sus mensajes te dicen que es importante tú salud y tienen
productos que la dañan? ¿Qué es importante tú opinión y luego no los encuentras
cuando los necesitas?
En
fin, cuando nos comunicamos con las personas o nuestros clientes, siempre será
importante decirlo de forma correcta sin importar el medio que utilicemos,
debemos asegurar dejar el mensaje de forma efectiva en el consumidor; por
cierto, soy fiel creyente en el poder del consumidor y sino sólo piensa que
harías cuando dejen de comprarte, como le paso a Blockbuster con Netflix.
La
próxima semana, no sólo es poner pesos y centavos.
Me gustaría leer tú opinión, puedes
escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño
*Vicepresidente Educativo del Club
Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y Maestro en
Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de
Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad Autónoma de Baja
California
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