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martes, 8 de agosto de 2017

Hambre de poder





Samuel Gómez Patiño


Soy un cinéfilo empedernido, me encanta ver casi todos los géneros del cine: fantástico, suspenso, terror, romántico, etc., sin embargo, las películas sobre historias de la vida real ciertamente llaman mucho mi atención.

            Y si la historia es sobre un personaje o empresa que admiro o una situación que me ha dejado ciertos sentimientos y me han ayudado a crecer, mucho mejor. Por eso, cuando vi está película titulada en español “Hambre de poder” (The founder) con Michael Keaton estuve presto a presenciarla.


            En mis tiempos que me permitieron dar clases de finanzas, me encontré con un tema muy interesante, el índice “Big Mac”. ¿Cómo un producto se puede convertir en una forma de medir el poder económico entre países? Pues debido a su presencia casi en cualquier rincón del planeta. El sueño de muchas organizaciones en el mundo de la globalización.

            Un aspecto interesante de esta historia se basa en la frase que impacta “la persistencia vence a la inteligencia”, que el personaje principal aprendía. Nos muestra que a veces no basta con tener la idea, con innovar para ser diferente a los demás, sino también tener una visión más amplia para hacer crecer el negocio.
           
Los hermanos McDonald’s tuvieron la idea de mejorar los procedimientos en la fabricación de sus hamburguesas para lograr servir sus productos en 30 segundos en lugar de 30 minutos. Los estudios de tiempos y movimientos en las teorías de la administración científica con Frederick Winslow Taylor y que Henry Ford supiera aplicar a la industria del automóvil, aplicados en el servicio de la comida rápida. Un gran negocio que establecieron en San Bernardino, California, pero que no supieron replicar para crecer por lo que se quedaron rezagados en el mundo de los negocios, sin embargo ese primer restaurante de los hermanos McDonald’s era un ejemplo a seguir por los demás en cuanto a la calidad, rapidez y precio de un negocio de ese giro.
      
      Ray Kroc, no fue el fundador de esta franquicia, pero fue capaz de ver en él una gran oportunidad de mercado. El inicio de una organización globalizada. Se convirtió en socio de los hermanos McDonald’s, pero tenían diferencias en cuanto a la visión de negocios, mientras ellos seguían cuidando la calidad, servicio y precio que los hacía fuerte, Kroc quería (sacrificando algunos de los elementos claves) obtener suficientes ganancias aunque no encontraba la manera de lograrlo, hasta que fue asesorado y encontró donde estaba el verdadero negocio.
        
    Escuchaba hace tiempo a algún expositor que preguntaba a los alumnos ¿Cuál es el negocio de McDonald’s? y ellos le respondieron que la venta de hamburguesas. La respuesta que dio el conferencista nos causó extrañeza en aquel momento ya que no estaba en nuestros pensamientos algo diferente: ¡Los bienes raíces! Nos dijo.
           
Cuando Kroc se dio cuenta que el verdadero negocio era la compra de los terrenos y espacios para ofrecerlos a inversionistas para establecer un establecimiento McDonald’s pudo entonces crecer (y salir del trato con los hermanos, que si bien es cierto ellos armaron la columna vertebral del negocio, Ray supo cómo hacer hasta del nombre McDonald’s el mejor negocio).
          
  McDonald’s ha sido una empresa que he admirado durante muchos años, la empresa que más juguetes vende en el mundo con su Happy meal o cajita feliz y con más propiedades en el mundo. Crear una Universidad de la Hamburguesa para poder enseñar la filosofía de la organización a los inversores es parte de su éxito que lo ha llevado durante muchos años ser el número uno en ventas entre los negocios de comida rápida. Hoy, a muchas personas escucho que no van a McDonald’s porque su comida no es nutritiva, pero ellos no se dedican al negocio de la nutrición, de hecho hasta su Big Mac es el más pequeño de las hamburguesas que venden sus competidores, y en un descuido luego te los encuentras probando un producto de McDonald’s.
        
    Las grandes organizaciones tienen personas que tienen una visión más grande que ellos mismos. Ray Kroc cambio el mundo de la comida rápida y sus conceptos, falleció en 1984, el año que los Padres de San Diego llegaron a su primera serie mundial (entonces era el dueño de este equipo de béisbol de ligas mayores) y los McDonald’s siguen siendo el número uno.
       
     En 1982, como casi todos los años los Padres tenían otra decepcionante temporada, y en el último juego de la temporada se escuchaba en el altavoz del estadio llamado entonces Jack Murphy la voz del señor Kroc que dijo algo parecido a esto:
        
    -Le pido disculpas a esta afición por tener un equipo mediocre. Les prometo que el próximo año tendremos un gran año.

            Dos años después, la reconstrucción del equipo los llevo a la serie mundial del béisbol, y Ray Kroc sólo los pudo observar desde el cielo. Este era el carácter del “Rey de las Hamburguesas”.

            La próxima semana, “Lo mejor de la vida, es que no somos inmortales”.
                       
Me gustaría leer tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook: Samuel Gómez Patiño


*Vicepresidente Educativo del Club Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana

Universidad Autónoma de Baja California

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