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miércoles, 30 de agosto de 2017

El rigor poético y periodístico de Gilberto Meza




Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán


Gilberto Meza, el poeta, el periodista llegó a Zapotlán a presentar parte de su compilación en “Aquelarre”, por el taller editorial La casa del Mago. Es una muestra de lo que se ha recabado en cuarenta años. Lo presentó al lado de Jorge Souza y de Hermenegildo Olguín, pero antes de la presentación tuvimos la oportunidad de entrevistarlo.




FALTA POESÍA EN LA LITERATURA


“Son libros completos de época varia, desde 1973 hasta el 2016, creo que es un esfuerzo maravilloso del editor -Hermenegildo Olguín-, lo atribuyo básicamente a él y a su taller, para mí me dio la oportunidad increíble de ver mi obra junta, es muy difícil porque te da otra perspectiva, es como ver por dónde ha andado uno, es como ver las búsquedas predominantes, cómo se ha ido desenvolviendo, desarrollando o desenrollando este trabajo, que ya hace muchos años de estar escribiendo poesía”, dijo Gilberto Meza.

Con el paisaje de fondo el valle de Zapotlán, con cigarro en mano comentó que era un “placer maravilloso escribir poesía, verla en una edición preciosa, bien cuidada y que vuelve a recuperar esta tradición de publicar poesía, de darle un lugar preponderante, el darle un lugar la literatura”, considera que se le ha dado muy poco apoyo a la poesía “sí se publica poesía, pero más bien reediciones o hombres famosos, aunque en mi caso no soy de los jóvenes, tampoco hay muchas opciones”.

“Se entiende, porque la poesía no es comercial, nunca lo ha sido, pero eso no ha sido obstáculo para que se publique, para que permita una visión distinta, porque lo que la poesía da una visión distinta de la realidad, una visión donde el hombre y sus pasiones y sus problemas son los protagonistas”. 

En el libro “Aquelarre”, se puede encontrar años de poesía, cambios en la forma de escribir, la preocupación social e individual “no es que no se hable de una circunstancia social, sino que está matizada imbuida en lo que es el ser humano, ante su realidad, sobre todo ante sus paciones”. 



EL RIGOR DEL PERIODISMO
 Y LA POESÍA




Gilberto Meza también es periodista, es una combinación compleja “son diferentes instrumentos, diferentes objetivos, diferentes métodos de trabajo, pero al final de cuentas sigue siendo escritura, obliga al rigor, obliga a una percepción y un trabajo personal, es decir como autor y como periodista y como poeta no puedes escribir lo que sea, tienen que ser sometidos al rigor, a veces lo que cambia son los tiempos, la maduración que requiere un poema, es mucho mayor, más complejo que lo que nos da el periodismo, a la inmediatez, a lo cotidiano, a lo del día, las noticias de hoy son viejas mañana, es una verdad de a kilo”. 

Comenta que la poesía es al revés, “aspira a permanecer”, y para Gilberto es la gran diferencia “cuando trabajas con materiales poéticos, aspiras a que te lean en 500 años, de que quede algún verso y que diga algo, la intención de la poesía es ser voz de los demás, interpretar, transformarse en una manera de decir que complete a todos, contrario al periodismo, el cual es una mirada ajena”.

Entre la caída de la noche en el valle, con los colores rosados en el fondo, la luz que se perdía, recordamos a otro poeta, Hugo Gutiérrez Vega, que en una ocasión me recomendó “leer cuento y novela para aprender a narrar, y leer poesía para no perder la sensibilidad”, a lo que Gilberto Meza reaccionó: “la poesía nos acerca al hombre, es lo más cercano que tenemos para vernos, es como espejos donde puedes encontrar tu voz, el sentido de decir, es que esto es lo que quería decir y ya encontré las palabras, porque el texto se lo tiene que apropiar la gente, una vez publicado, como autor ya no te pertenece, es una característica importante que tiene, el hecho de que sea voz de todos, o aspire a hacerlo y cuando lo logra, es una manera de decir lo de todos, por eso es capaz de convertirse en la voz de todos y hacernos sentir que nos pertenece, aunque el poeta lo dice mejor -suelta una risa-”.


HAY CRISIS EN EL PERIODIMOS



Pero las nuevas tecnologías, redes sociales, dan un aparente acercamiento entre autor y lector, le preguntamos su opinión: “estamos empezando apenas a explorar ese campo, lo que inunda las redes sociales ahorita la mayor parte es basura, ni información ni literatura, es lago hechizo que pretende ser la voz de todos y termina siendo una mala broma, porque falta el rigor que da el periodismo, la investigación, las fuentes, el contraste, pero sobre todo la palabra maldita: el rigor”. Considera que sin el rigor no hay un buen periodismo ni buena poesía. 

“Esa es la clave, ser capaz de ser autocríticos con lo que escribimos, esto va para la poesía y el periodismo, ahí compartimos reglas fundamentales, que nos afectan a todos, un mal reportaje pude hacer daño, así como un mal poema, afecta de manera distinta pero afecta”, dijo Gilberto Meza, siempre con el cigarro en mano, espantando los zancudos. 

“Uno debe aprender a contraste su trabajo, como lo hace todo aquel que escribe; decía Lutero: si quieres cambiar el mundo toma la pluma y escribe, es una gran verdad, estamos hablando de una enseñanza de más de 500 años y todavía vale, debemos de transformar el mundo a través de la manera, mejor que las amas, que la ideología, mejor que cualquier otro instrumento que hayamos inventado como humanidad, la palabra”.

Para finalizar, recomendó a los jóvenes que quieran dedicarse al periodismo o a la poesía, literatura: “que lean, que comiencen por leer periódicos, no las redes sociales, que se metan a ver el trabajo concreto y los resultados, lo demás es fantasía, por eso tenemos tan malos periodistas, estamos sufriendo una crisis en el periodismo porque no tenemos gente capacitada, gente preocupada por capacitarse, porque si no somos capaces de ver los errores de los demás, menos los de nosotros”, concluyó Gilberto Meza, quien después de la entrevista presentó su libro “Aquelarre”, al lado de Jorge Souza, en la casa taller “Juan José Arreola”.   

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