Milton Iván Peralta
El Volcán/Guzmán
Gilberto Meza, el poeta, el periodista llegó a Zapotlán a presentar parte de su
compilación en “Aquelarre”, por el taller editorial La casa del Mago. Es una
muestra de lo que se ha recabado en cuarenta años. Lo presentó al lado de Jorge
Souza y de Hermenegildo Olguín, pero antes de la presentación tuvimos la
oportunidad de entrevistarlo.
FALTA POESÍA EN LA LITERATURA
“Son libros completos de época varia, desde 1973 hasta el 2016, creo que es un
esfuerzo maravilloso del editor -Hermenegildo Olguín-, lo atribuyo básicamente
a él y a su taller, para mí me dio la oportunidad increíble de ver mi obra
junta, es muy difícil porque te da otra perspectiva, es como ver por dónde ha
andado uno, es como ver las búsquedas predominantes, cómo se ha ido
desenvolviendo, desarrollando o desenrollando este trabajo, que ya hace muchos
años de estar escribiendo poesía”, dijo Gilberto Meza.
Con el paisaje de fondo el valle de Zapotlán, con cigarro en mano comentó que
era un “placer maravilloso escribir poesía, verla en una edición preciosa, bien
cuidada y que vuelve a recuperar esta tradición de publicar poesía, de darle un
lugar preponderante, el darle un lugar la literatura”, considera que se le ha
dado muy poco apoyo a la poesía “sí se publica poesía, pero más bien reediciones
o hombres famosos, aunque en mi caso no soy de los jóvenes, tampoco hay muchas
opciones”.
“Se entiende, porque la poesía no es comercial, nunca lo ha sido, pero eso no
ha sido obstáculo para que se publique, para que permita una visión distinta,
porque lo que la poesía da una visión distinta de la realidad, una visión donde
el hombre y sus pasiones y sus problemas son los protagonistas”.
En el libro “Aquelarre”, se puede encontrar años de poesía, cambios en la forma
de escribir, la preocupación social e individual “no es que no se hable de una
circunstancia social, sino que está matizada imbuida en lo que es el ser
humano, ante su realidad, sobre todo ante sus paciones”.
EL RIGOR DEL PERIODISMO
Y LA POESÍA
Y LA POESÍA
Gilberto Meza también es periodista, es una combinación compleja “son
diferentes instrumentos, diferentes objetivos, diferentes métodos de trabajo,
pero al final de cuentas sigue siendo escritura, obliga al rigor, obliga a una
percepción y un trabajo personal, es decir como autor y como periodista y como
poeta no puedes escribir lo que sea, tienen que ser sometidos al rigor, a veces
lo que cambia son los tiempos, la maduración que requiere un poema, es mucho
mayor, más complejo que lo que nos da el periodismo, a la inmediatez, a lo
cotidiano, a lo del día, las noticias de hoy son viejas mañana, es una verdad
de a kilo”.
Comenta que la poesía es al revés, “aspira a permanecer”, y para Gilberto es la
gran diferencia “cuando trabajas con materiales poéticos, aspiras a que te lean
en 500 años, de que quede algún verso y que diga algo, la intención de la
poesía es ser voz de los demás, interpretar, transformarse en una manera de
decir que complete a todos, contrario al periodismo, el cual es una mirada
ajena”.
Entre la caída de la noche en el valle, con los colores rosados en el fondo, la
luz que se perdía, recordamos a otro poeta, Hugo Gutiérrez Vega, que en una
ocasión me recomendó “leer cuento y novela para aprender a narrar, y leer
poesía para no perder la sensibilidad”, a lo que Gilberto Meza reaccionó: “la
poesía nos acerca al hombre, es lo más cercano que tenemos para vernos, es como
espejos donde puedes encontrar tu voz, el sentido de decir, es que esto es lo
que quería decir y ya encontré las palabras, porque el texto se lo tiene que
apropiar la gente, una vez publicado, como autor ya no te pertenece, es una
característica importante que tiene, el hecho de que sea voz de todos, o aspire
a hacerlo y cuando lo logra, es una manera de decir lo de todos, por eso es
capaz de convertirse en la voz de todos y hacernos sentir que nos pertenece,
aunque el poeta lo dice mejor -suelta una risa-”.
HAY CRISIS EN EL PERIODIMOS
Pero las nuevas tecnologías, redes sociales, dan un aparente acercamiento entre
autor y lector, le preguntamos su opinión: “estamos empezando apenas a explorar
ese campo, lo que inunda las redes sociales ahorita la mayor parte es basura,
ni información ni literatura, es lago hechizo que pretende ser la voz de todos
y termina siendo una mala broma, porque falta el rigor que da el periodismo, la
investigación, las fuentes, el contraste, pero sobre todo la palabra maldita:
el rigor”. Considera que sin el rigor no hay un buen periodismo ni buena
poesía.
“Esa es la clave, ser capaz de ser autocríticos con lo que escribimos, esto va
para la poesía y el periodismo, ahí compartimos reglas fundamentales, que nos
afectan a todos, un mal reportaje pude hacer daño, así como un mal poema,
afecta de manera distinta pero afecta”, dijo Gilberto Meza, siempre con el
cigarro en mano, espantando los zancudos.
“Uno debe aprender a contraste su trabajo, como lo hace todo aquel que escribe;
decía Lutero: si quieres cambiar el mundo toma la pluma y escribe, es una gran
verdad, estamos hablando de una enseñanza de más de 500 años y todavía vale,
debemos de transformar el mundo a través de la manera, mejor que las amas, que
la ideología, mejor que cualquier otro instrumento que hayamos inventado como
humanidad, la palabra”.
Para finalizar, recomendó a los jóvenes que quieran dedicarse al periodismo o a
la poesía, literatura: “que lean, que comiencen por leer periódicos, no las
redes sociales, que se metan a ver el trabajo concreto y los resultados, lo
demás es fantasía, por eso tenemos tan malos periodistas, estamos sufriendo una
crisis en el periodismo porque no tenemos gente capacitada, gente preocupada
por capacitarse, porque si no somos capaces de ver los errores de los demás,
menos los de nosotros”, concluyó Gilberto Meza, quien después de la entrevista
presentó su libro “Aquelarre”, al lado de Jorge Souza, en la casa taller “Juan
José Arreola”.
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