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jueves, 10 de agosto de 2017

EL NUEVO CHAPECOENSE


>El Depor… Tivo


Salvador Medina/El Volcán





Después de haber recibido tan lamentable noticia aquel 28 de noviembre de 2016, una fecha que movió a todo el mundo y no solo al del futbol sino también a personas ajenas al deporte, hechos que nos mueven fibras, donde no existen nacionalidades, equipos de preferencia, interés propios, solo existe incertidumbre y lamento global, unión de fuerzas, muchas voces fueron escuchadas, imágenes que parecen salir de una película y que ojalá de eso se hubiera tratado de un filme dramático narrando la historia de un equipo de futbol que volaba hacia la gloria, el éxito y el sueño de levantar una copa, pero no fue así no se trató de un guion de cine, sino de una realidad que sin duda nos golpeó.

Chapecoense viajaba a Medellín para disputar el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana. Sin embargo, el vuelo que les transportaba desde Santa Cruz (Bolivia) hasta Colombia se quedó sin combustible y se estrelló a pocos kilómetros del destino, un vuelo que llevaba más que un equipo de futbol, gente soñadora, capaz, auténticos guerreros, falleciendo 71 de los 77 pasajeros, entre ellos 19 futbolistas, el presidente, el entrenador y cuerpo técnico, de los 25 jugadores convocados, solo sobrevivieron tres: Jackson Follmann (al que amputaron una pierna), Alan Ruschel y Helio Zampier Neto.

Y volando hacia la gloria se quedaron en un sueño del cual no podían despertar, disputar una final a nivel continental contra el Atlético Nacional de Colombia les significaba su máximo logro futbolístico de la historia, incluso más que los ascensos tan rápidos que tuvieron en un periodo de 2007 al 2013 de la Serie D (cuarta división de Brasil) al máximo circuito, al poderosísimo y siempre complicado Brasileirao, viendo de frente a equipos de grande alcurnia como Sao Paulo, Fluminense, Cruzeiro, Palmeiras, Flamengo, Santos, entre otros, en ese momento el modesto Chapecoense ya pertenecía al selecto grupo de equipos de los equipos de la máxima categoría.

El esplendor deportivo para Chapecoense fue simplemente en un tiempo record, ascendiendo categorías y simpatía de muchos en Brasil, sorprendiendo en la Copa Sudamericana echando a equipos poderosos como Junior de Barranquilla, Independiente y San Lorenzo, un equipo que con poco hizo mucho, llegando más allá de lo que probablemente esperarían, pero era tan grandes sus ganas de trascender que aquellos héroes que hicieron soñar a su gente con un título de Copa Sudamericana, aquellos hombres que nunca dejaron de soñar y que murieron en dicho sueño, quizá ese sueño era tan grande que nunca quisieron despertar, y donde su mayor herencia a esta vida ha sido precisamente ese, que nunca dejemos de soñar y pelear hasta el último suspiro, dar todo de nosotros y quizá un poco más, demostrándonos que la grandeza es para todos.

El nuevo Chapecoense se ha levantado con la energía del pasado, con el aliento de los que se fueron, con el hambre de las memorias y la grandeza de los sueños, para seguir y vivir a veces recordar es la gasolina otras ocasiones puede ser la sentencia, depende como sea visto, pero evidentemente después de haber salido delante de semejante suceso, serán capaces de cualquier cosa, un legado que siempre se recordara.


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