Tianguis: anarquía y suciedad

Juan José Ríos Ríos
El Volcán/Guzmán

Personas que realizan sus compras semana a semana en el Tianguis Municipal de Ciudad Guzmán, consideran que es un buen centro de distribución de mercancías para el consumo humano en donde encuentran productos de calidad y a un menor precio que en las grandes tiendas o en los changarros o tiendas de abarrotes, pero también señalan que en la mayoría de sus instalaciones prevalece la suciedad y la anarquía, lo que dificulta un tránsito ágil y seguro a la hora de comprar.

            A los comerciantes que aquí hacen sus ventas y negocios los Gobiernos Municipales se han preocupado por dotarlos de techados y mejoras en las áreas de estacionamiento general, pero éstos no han correspondido, y mucho menos a su clientela, mejorando el aspecto del puesto donde exhiben y ponen a la venta sus productos, además acumulan cajas con mercancías en los andadores por donde las personas transitan buscando el mejor producto y precio, por lo que resulta incómodo y hasta riesgo para las personas que acuden a consumir las mercancías.

            En los mismos andadores abunda el ambulantaje, personas que se enciman a la clientela ofreciéndoles mercancías o productos que quieren venderles, así como vendedores de antojos que exhiben en triciclos reduciendo el espacio y entorpeciendo el paso a los compradores, lo que pudiera eliminarse si los tianguistas fueran más atentos con los consumidores, sus clientes, y si realmente la administración del tianguis se preocupara por evitar que se descargue mercancía en los andadores en cajas que amontonan, sobre todo los días domingo cuando más gente acude al lugar.

            En toda el área del tianguis, zonas de descarga y andadores, también abunda la suciedad, con las lluvias se acumula el agua en algunas partes, así como la mugre, el lodo y los malos olores que tienen que soportar los consumidores como un pago obligado por adquirir sus mercancías en este sitio. No menos conflictivo es el estacionamiento de vehículos, sobre todo cuando los comerciantes se apropian de espacios que debieran ser para sus clientes, en donde dejan sus grandes vehículos o colocan estorbos para que nadie haga uso de éstos, lo que indica que no hay quien ponga orden y haga del tianguis municipal un lugar de compras limpio, seguro y con las mínimas comodidades para el consumidor.