Víctor
Hugo Prado
Si a
usted de manera individual le pidieran que observara con cuidado su cuadra, o
más allá, su vecindario, de lo que no funciona bien y podría funcionar mejor a
partir del compromiso y acción ciudadana de los que ahí viven, seguramente se
va a encontrar muchos aspectos a mejorar. Deshierbar las banquetas, reforestar
algunas áreas, tapar un buen de baches, poner algunos nombres de calles,
limpiar algunos solares, cambiar luminarias, solicitar una mayor presencia de
la policía, limpiar grafitis, poner algunas plantas que fortalezcan la parte
estética. Pudiera ser que alguien nos dijera que falta agua, que falla el
drenaje, que la basura no se recoge, que en las podas las hierbas y ramas
tampoco se recogen o que los jardines están abandonados. O si el estado de
cosas es distinto, las observaciones serían diferentes y habría un
reconocimiento al buen estado de la infraestructura.
Y qué
tal que la observación no es su vecindario, sino es en el municipio y se
observaran diferentes aspectos de la vida pública, que ésta los realiza un ente
colectivo, con profesionistas que conocen sobre los temas, que agrupa a
académicos, expertos o personas con autonomía para hacer de manera sistemática
y orgánica un trabajo de observación que de pautas para la mejora de la acción
del gobierno. No se trata de ir contra los actos de gobierno. Se trata de que
mediante la reflexión y el señalamiento profundo se modifique de manera
positiva el acto de la autoridad y acabar con la pose egocéntrica de que “el
gobierno en turno siempre tiene la razón”.
Un
observatorio cuya función es vigilar los actos de gobierno, los procesos, la
vida política o a actores en específico, surge a partir de la iniciativa
ciudadana, sin ser la responsable directa de una política o proceso, la observa
o evalúa desde fuera. Un observatorio tiene una vida orgánica plural de la cual
se esperan anotaciones enriquecidas por los diversos actores desde distintos
puntos de vista, todos ellos acreditados en sus respectivas materias.
Las
actividades principales de un observatorio son la elaboración de diagnósticos,
la redacción de informes y reportes, y la difusión de los resultados obtenidos
del objeto social o de gobierno observado echando mano del rigor científico que
puede dar la investigación cualitativa como es el estudio de caso, o
cuantitativa cómo la aplicación de encuestas.
Un
observatorio se refiere a un conjunto de individuos o personas que se agrupan
en un espacio autónomo con el fin de monitorear, evaluar e incidir en
determinadas políticas o procesos, las cuáles pueden variar en su naturaleza.
Los
temas que pueden ser objetos de estudio son de lo más diversos, por no decir
que todo es observable, desde lo medio ambiental, la obra pública, la gestión
de la calidad en los servicios, el perfil y competencia de los servidores, la
participación de la comunidad en políticas públicas y programas, el manejo de
la hacienda. Estoy convencido que la organización ciudadana es un detonante de
la mejora de la esfera pública.
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