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miércoles, 7 de junio de 2017

Triunfo sin legitimidad



Víctor Hugo Prado

Con el 97 % de las casillas computadas en el Programa de Resultados Preliminares el PRI aventaja la elección del Estado de México. De los cerca de 5 millones ochocientos mil votantes, Alfredo del Mazo registra 1,955,347, en tanto que la candidata de Morena Delfina Gómez mantiene 1,786,962. La diferencia es de apenas 168,385 votos y que representa el 2.9 % de la votación emitida.


Los resultados hasta ahora, me atrevo a afirmar, casi irreversibles, -lo veremos mañana en el cómputo de los distritos-, dan el triunfo al PRI y a la coalición establecida entre el Verde, Nueva Alianza y Encuentro Social. Un triunfo con sabor a derrota, que no tiene la legitimidad de la población y ciudadanía que representan. Los votos del PRI y sus aliados son apenas el 17 % del listado nominal de cerca de 11 millones de electores.

En otras palabras, de 11 millones de electores, apenas poco menos de 2 millones votaron por PRI, en una elección en la que solo votó el 52 por ciento de los que podían votar. Y el otro 48% que no votó ¿qué hizo? Dejó pasar la oportunidad de la transición, de romper viejos vicios y de impulsar un nuevo paradigma de gobierno.

Que la gente no salga a votar es un fracaso de la democracia, ello indica un malestar de los ciudadanos contra partidos y candidatos, contra el despilfarro de recursos y las prácticas poco democráticas de los sistemas de “operación electoral y política” de no pocos institutos. Que la gente no salga a votar refleja la existencia de problemas estructurales de pobreza, de desigualdad, de injusticia y falta de oportunidades para la sociedad en general.

Las elecciones son muy importantes, demasiado importantes para dejarlas solo en manos de los políticos. La política es un asunto de todos, compete a todos, ejercer el derecho a votar puede permitir la alternancia cuando no se ha gobernado bien, ratificar la confianza cuando se ha representado bien, pero también puede darle legitimidad al gobernante. 

Que la gente no salga a votar o salgan pocos, evidencia un desencanto con la democracia en el que los “ganones” son los que tienen voto “duro”.


Sin duda en el país debe existir una cruzada nacional que compete al INE, a las universidades, al sector productivo, a los sistemas de bachillerato, a las ONG y aunque suene raro también a los partidos, a fin de impulsar un cambio cultural entre los ciudadanos que derive en fortalecer la cultura democrática de México.

El impacto a producir debe ser claro, en mi opinión está que los ciudadanos participen en los procesos de elección de sus gobernantes y representantes. Que se profundice en los procesos deliberativos en la medida que la gente esté informada de los acontecimientos de su país, y por qué no soñar, se trata de que haya una ciudadanía más fuerte que impulse mecanismos para la rendición de cuenta de los que gobiernan ¿usted qué opina?


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