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lunes, 26 de junio de 2017

Su majestad: el celular


Un momento por favor              





J. Jesús Juárez Martín




Leyó usted bien, hemos caído al dominio de ese útil instrumento tecnológico, resume los anhelos de comunicación instantánea y aleja el contacto de persona a persona, la intercomunicación produjo indisolubles redes sociales. Procederé con la empolvada inducción a ver si entiendo mejor este fenómeno: de lo simple a lo complejo, material a lo intelectual, de lo concreto a lo abstracto, de lo personal a lo universal; si graficamos la red social de un grupo de 20 usuarios, tejeríamos una red, si pretendemos objetivar los usuarios de Facebook en México, más de setenta millones, simplemente impensable, pero no es difícil su comprensión de los cibernautas en el interconectado mundo actual.

Esa abstracción de internautas intercambiando información y contenidos en multimedia constituyen las redes sociales específica en páginas web creando comunidad de “amigos virtuales, comunidad hiperactiva” con impacto numeroso con niños, adolescentes, jóvenes, en distintas unas veinte aplicaciones reconociendo usuarios de todas las edades y mayores de setenta, felizmente.

Afirman los entendidos que hay una aplicación de moda “Sim Simi”, que no es red social, ahí no hay amigos, ni extraños, sino que es un robot  con el que conversan con la misma información que ellos proporcionan a la máquina que la utiliza para responder cuando otro usuario de cualquier país le plantea  cuestionamientos. Los contenidos recibidos son la materia y le sirve para contestar como si fuera persona.

Los menores y jóvenes son usuarios de Facebook,  lo mantienen abierto para tener un efecto de complacencia con los padres, estos piensan que controlan a sus hijos en esa red, aunque casi siempre los rebasan los hijos en el manejo de redes, todos  se comunican con mensajes, fotos, comentarios... aunque muchos padres revisan los contenidos y los menores saben que Facebook es para todos: mamás, abuelos, maestras, porque los experimentan, buscan otras aplicaciones que se ofrecen y ahí forman sus grupos confiables.

En este “boom” de las comunicaciones los padres se preguntan y actúan según su limitada experiencia familiar, hay quienes consideran que son perjudiciales porque se pierde el tiempo, nada productivo, otros les proporcionan el iPhone para se distinga entre la élite que los utiliza. La misión más importante de los padres es conducir responsablemente la educación, las formas de vida social, respeto a los demás y a la naturaleza, en suma formarlos con responsabilidades, un deber y derecho recíproco, aceptando que la tecnología avanza y forma parte de nuestra convivencia y con desempeño personal, socioeconómico en la cultura actual globalizada.

Para la seguridad del manejo de las redes por los menores, es importante conocer opiniones de expertos psicólogos, educadores y la policía que conocen de cerca dramas, engaños, abusos y delitos graves que culminan en redes de prostitución, violaciones y muerte, todo originado por falta de seguridad familiar, pública, porque drogas, modas y juegos peligrosos aperturan la sexualidad irresponsable, acoso escolar con consecuencias lamentables para familias y comunidad y fatales para las víctimas.

En una encuesta nacional a ochocientos alumnos de tercero básico, con una pregunta planteada con opción de respuesta de Sí” o “No” que se le presentó así.  “Si tienes acoso sexual por internet ¿lo comunicarías a tus padres o maestros?” “No” Fue la contestación del 79%. Luego en mesas redondas les preguntaron ¿por qué no lo platicas con tus papás? Confesaron que confiaban en ellos y los consideraron mayores para entenderlos, los evadirían o quitarían el aparato, para ellos son soluciones inadmisibles. Hay algo más erróneo de parte de los padres y educadores: No estar atentos a los posibles problemas, muchos están excluidos de las redes, otros consideran que no hay riesgos y esperan alguna señal que no llega, tal vez llegue cuando las consecuencias sean graves. Recordemos “Vale más prevenir, que remediar”.

 Ciertamente hubo y hay inquietud por la edad conveniente para emplear un teléfono inteligente  los menores y las redes: De la pluralidad, Facebook señala que en Latinoamérica es alrededor de los 13 años, en los Estados Unidos a los 14, 15, en Alemania a los 16. WhatsApp en su contrato inicial previene: “Si tú tienes menos de 16 años y estás aquí, estás en peligro” comento, muchos lo hacen al ingreso de la secundaria  En la escuela primaria ya existen niños que poseen un celular, no sólo los de posibilidades económicas suficientes, los hay quienes les regalan sus familiares que los visitan de Estado Unidos, o bien hay un envío especial para el teléfono, la mayoría de las escuelas consideran que no es indispensable para el estudio, es  gusto de ellos o petición de sus familias, curiosamente alto porcentaje no acepta a sus padres como amigos y entre ellos, muchos los han bloqueado.     

Siempre habrá ayudas para evitar daños, se han documentado casos, concluido sobre conductas negativas y escrito libros que orientan a los padres por especialistas de los temas, álgidos educativos lo que se debe de elegir es la concordancia de conclusiones con los valores familiares. Nadie está exento de estos riesgos, los menores utilizan las redes sociales en horarios nocturnos especiales, guardando discreción a sus aventuras, aunque ello implique un riesgo mayor.


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