Samuel Gómez
Patiño
Hace poco fui a
comer con mi esposa Rosario Oropeza (por recomendación de ella) a un reconocido
Restaurante en Tijuana, con una decoración muy bonita, jardín a la entrada,
mesas bien arregladas con sus manteles y cubiertos listos, se notaba un buen
ambiente y te recibe la encargada con mucha amabilidad acompañándote a tu mesa.
De entrada ya te da una buena impresión el lugar.
Al llegar a
nuestra mesa me di cuenta que el mantel para los platos también sirve para comunicarse
con sus comensales, con un poco de historia del lugar y sus especialidades y
entonces leí el mensaje del restaurante: Coma
como en su casa.
Al momento le
pregunte a la señorita que nos acompañó a nuestra mesa, ¿deberás como como en
mi casa?, a lo cual me respondió que sí, entonces un poco desconsolado le dije:
¡me va a regañar y me va a poner a lavar
los platos!
En lo particular,
me parece que cuando salgo a comer, primero no es porque en casa la comida este
mal, de hecho tengo una gran cocinera en casa, sino porque busco algo
diferente, ya sea salir, probar algo nuevo, conocer nuevos sabores, por el
servicio o simplemente cambiar la rutina. No es la primera vez que veo esta
leyenda en algún lugar de comida, pero me parece absurdo porque en realidad
nadie busca comer fuera de casa para hacerlo como en su casa, quieres algo
diferente y por ello estas dispuesto a pagar el precio.
La semana pasada
hablamos sobre la misión de una empresa, y les comentaba que está no podía
estar llena de palabras bonitas hasta parecer un poema, sino de la esencia del
negocio y su razón de existir.
¿Has pensado como
construir la misión de tú empresa?
Dejemos a un lado
las teorías de los eruditos de la administración y pongamos manos a la obra. No
quiero decir que no es importante lo que se escribe sobre la misión de una
empresa porque me estaría contradiciendo en este artículo, pero si queremos
plasmar la verdadera razón de nuestro existir debemos empezar con evitar los
prejuicios establecidos.
Supongamos que
quiero abrir un lugar donde ofrezca comida, es importante no sólo tener una
buena ubicación y un estudio de mercado que me diga que puede ser más rentable,
comida rápida, de fonda, gourmet, especializada, etc., sino que sería lo que
alimente mi pasión por mi negocio. Que me inspira.
Hace poco vi la
película “Un viaje de 100 metros” producida por Steven Spielberg donde nos
ilustra el devenir de un nobel chef hindú que junto a su familia se establece
en los alrededores de Francia a escasos metros de un famoso y prestigiado
Restaurante con dos estrellas Michelline y con el cual el joven aprendiz deberá
desarrollar su pasión por la comida, la creación de platillos mezclando sabores
únicos de la región, especies de su tierra natal y aromas que despierten el
apetito de cualquier comensal. El logro máximo de cualquier chef es tener las
tres estrellas, que después de los desasosiegos naturales de la alta
competencia logra al final. Me parece que lo mejor fue encontrar su verdadera
pasión por la cocina.
Entonces no es
cocinar algo para comer, sino crear diferentes experiencias al comensal a
través de sus sentidos con aromas, sabores e imágenes y por supuesto que no
coma como en su casa. ¿Cómo defines tú pasión en la esencia de tú negocio?
Veamos: “Creamos una experiencia gastronómica
diferente para nuestros comensales a través de platillos preparados con la
mejor mezcla de ingredientes que dejan al paladar la esencia de nuestra cocina”.
O tal vez, “Los mejores tacos con el sabor a nuestra tierra”. En cualquiera de
los casos, se trata de plasmar en palabras para que existimos: para aprovechar
todos los ingredientes de una región y crear alimentos que generan toda una
gama de experiencias gustativas o simplemente un buen sabor que evoque lo mejor
de tu cultura.
Deberás recordar
que está parte de la misión, “su esencia o la razón de ser” guiara todas tus
actividades, políticas y procedimientos que la organización necesita para
lograrlo. Como en el primer ejemplo, ocupamos un chef como Hassan cuya virtud
es tener ampliamente desarrollado el don de las mezclas de aromas y especies, o
quizás sólo alguien que atienda y conseguir buenos ingredientes, una buena
localización y un ambiente donde no discriminan a nadie, porque hasta güerito
me ven.
Mientras piensas
cual es la razón de tu negocio, la semana próxima: determinando la misión
completa.
Me gustaría leer
tú opinión, puedes escribirme al correo samuelgomez@uabc.edu.mx o en Facebook:
Samuel Gómez Patiño
*Vicepresidente
Educativo del Club Toastmasters Ejecutivos de Tijuana
Licenciado y
Maestro en Administración de Empresas
Catedrático en la
Facultad de Contaduría y Administración, en Tijuana
Universidad
Autónoma de Baja California
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