Elizabeth
Camacho Peña
Cada año que comienza es un nuevo inicio para reflexionar
como estamos en lo que a equidad se refiere y es muy triste saber que aparte de
los problemas políticos que nos afectan, aún continúan aumentando las cifras de
violencia hacia las mujeres en nuestro estado.[1]
Existen dos espacios que son perfectos para acabar con todo
tipo de violencia de género y desarrollar los valores de los menores, creo que
si desde la infancia nos enseñaran lo importante que es educarnos en equidad de
género, estas cifras poco a poco pueden disminuir; el primer espacio al que me
refiero es el hogar, de ahí recibimos la mayor
influencia y todos los mensajes que recibimos empezarán a ser parte de nuestra
manera de ser y ver la vida; el segundo espacio, es el educativo pues es en las
escuelas donde vamos a apoyar a las alumnas y alumnos un desarrollo personal basado
en valores de equidad de género.
Comparto
con ustedes algunas ideas dirigidas a tutores, padres y madres de familias
maestras y maestros para transformar la vida en nuestras escuelas con una
renovación pedagógica sobre género.
-Empecemos
con nombrar en femenino y en masculino, incorporar la historia y los saberes de
las mujeres, reconocer y valorar a las alumnas, las maestras y las madres.
-Ofrezcamos
todo tipo de juegos y juguetes.
-Invitémosles
a que investiguen nuevos papeles y situaciones, animando a que jueguen tanto a
las casitas, como al balón, a bailar.
-Pongamos
a su alcance distintos tipos de cuentos, distintas imágenes que presenten a
niños, niñas, hombres y mujeres, en situaciones parecidas o como protagonistas
no estereotipados.
-Ayudémosle
a que expresen todos sus sentimientos (llorar, reír, ser dulces o rebeldes).
-Evitar
frases como: “los niños no lloran” o “ésas son cosas de niñas”.
-Intentemos
dirigirnos a niñas y niños con el mismo tono de voz, usando expresiones
parecidas. Evitemos el uso de diminutivos e infantilismos al dirigirnos a las
niñas (¡pareces una princesa!) y expresiones prepotentes al hablar con los
niños (¡eres todo un macho!).
-Animemos
a las niñas a que corran, se muevan, ocupen más espacios, jueguen al aire libre
con otros niños y niñas (actividades físicas y de equipo).
-Propongamos
a los niños juegos tranquilos, reposados y caseros.
-Hagamos
que niñas y niños participen en tareas domésticas en forma equitativa (poner o
recoger la mesa, ordenar los juegos).[2]
Es
importante que identifiquemos, como adultos, si estamos educando y promoviendo
la equidad de género a donde vayamos.
BIOGRAFÍA
[1] La alerta de
género se activó en febrero del 2016, pero sólo para ocho municipios de los 125
del estado, y tan recientemente como en noviembre de este año, colectivos y
asociaciones civiles han declarado que ésta medida ha sido insuficiente. Hace
unos días el Comité de Análisis sobre Seguridad, Justicia y Derechos Humanos de
la Universidad de Guadalajara hizo público que: “considera que éstas y otras
acciones han sido insuficientes para resolver la situación, y las mujeres en
Jalisco siguen siendo víctimas de violencia sexual, desapariciones y
feminicidios en una escala que va en aumento”. Consultado en sitio https://www.maspormas.com/2016/12/26/2016-construccion-violencia/
[1] *Ideas tomadas del libro
“Aprendamos a compartir- guía didáctica de educación no sexista”, www.educacionenvalores.org
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