Noé Rodríguez Patiño
La
universidad de Guadalajara el instituto de miedo ambiente y comunidades humanas
el cuerpo académico de Salud Ambiental y desarrollo sustentable, con el apoyo
del programa integral de fortalecimiento institucional para la educación
superior, de la Secretaría de Educación Pública, nos regalaron un libro que fue
aceptado en el 2008 y publicado en el 2009 a través del Centro Universitario de
ciencias biológicas agropecuarias instituto de medio ambiente y comunidades
humanas bajo la coordinación de María Guadalupe Garibay Chávez editar un libro que
para mí es muy importante y ha sido guía personal en los programas educativos,
que me ha tocado impartir de educación ambiental y de geografía y cuidado del
entorno, del cual Les comparto unas breves notas de este gran libro aire y
salud.
Aire y
salud es uno de los muy pocos libros en México qué explora está indisoluble
relación con un enfoque pragmático y haciendo reflexionar al lector sobre el
estrecho vínculo que deberíamos tener, conceptos como indicadores en salud y
percepción de riesgo con la toma de decisiones en materia ambiental. Estos tiempos en donde parecería
que el estudio de la contaminación del aire y su relación con la salud está ya
pasado de moda, Esta
obra nos muestra con conciencia que el problema es una megalópolis Cómo
Guadalajara sigue siendo muy grave, aunque
la atención que le brindan los medios masivos de comunicación, ¿y
por consecuencia?, los
políticos y tomadores de decisiones en es francamente magra.
El capítulo
I, indicadores de
salud ambiental en materia de calidad del aire para la zona metropolitana de
Guadalajara, plantea
una serie de indicadores pertinentes y yo diría necesarios para evaluar la
Salud Ambiental de la población en relación con la calidad del aire. Hoy en día ha sido demostrada de
forma contundente que inequívoca la asociación directa, aunque no lineal de la
continuación contaminación por partículas (más recientemente de ozono también) con el incremento en la mortalidad
de todas nuestras grandes ciudades incluyendo Guadalajara. La relación con la morbilidad (presencia de diversas enfermedades
principalmente respiratorias) ya
había sido demostrada desde hace décadas.
El capítulo
II, contaminación
del aire en la zona metropolitana de Guadalajara y el cáncer de pulmón, se concentra en uno de los
padecimientos más preocupantes {cáncer
de pulmón}
indudablemente relacionados con el respirar o inhalar aire
contaminado, ya sea el
aire del tabaco (fumadores activos y pasivos) yo bien contaminantes emitidos por la
quema de combustibles en vehículos e industrias. Los resultados son consistentes con
la literatura internacional y respaldan la aplicación en México de normas y
lineamientos para proteger a los no fumadores en nuestra sociedad.
El capítulo
III, calidad
bacteriológica del aire en el centro histórico de la ciudad de Guadalajara, uno
de los aspectos menos estudiados tradicionalmente, la calidad bacteriológica del aire. Sabemos que en Guadalajara igual
que en otras grandes ciudades, además
de los derivados de la combustión, también
estamos expuestos día a día con muchos otros agentes de origen biológico, incluyendo un sinnúmero de bacterias
que pueden causar diversas enfermedades.
El
capítulo IV factores sociales que influyen en la percepción de riesgo por la
contaminación del aire en la zona de Miravalle, los presenta un estudio de caso. Este es el sector había percepción
generalizada yo diría un conocimiento por responder adecuadamente a la realidad
de que existía un serio problema de contaminación en el aire. Uno de los más importantes
resultados de este estudio, es
que contar con información oportuna o buscar activamente el acceder a la
información disponible tenía un efecto modulador en el nivel de riesgo que se
percibía, situación
no siempre apreciada por los tomadores de decisiones.
El capítulo
V análisis de un esquema de participación interinstitucional en intención a la
calidad del aire en la zona metropolitana de Guadalajara, encontramos una evolución crítica
del funcionamiento del
comité Metropolitano para la calidad del aire en Guadalajara. Especialmente útil resulta la
revisión de algunas experiencias internacionales en el diseño de foros o
instituciones que traten de atender la institucionalidad del tema en forma transversal, mostrando lo diverso de los
resultados.
Finalmente,
el capítulo VI comunicación de riesgos: análisis de la gestión gubernamental, nos habla de la importante tarea de
la comunicación de riesgos. El
caso Miravalle demuestra que se trata de una tarea pendiente por encontrarse en
opinión de los autores en un estado de buena intención a nivel gubernamental. Políticas aisladas en vez de
integrales, superficiales
en vez de rigurosas, con
poca coordinación y a un menor seguimiento. Queda Pues el reto en el que se debe
desarrollar desde la autoridad un programa de comunicación de riesgos
ambientales o al menos por contaminación atmosférica diseñado para atender de
forma diferencial a diversos grupos poblacionales objetivo, especialmente a los más vulnerables
y superficiales para prevenir los daños.
Quise
compartirles la presentación de este libro, porque en el año 2005 en el Congreso
iberoamericano Estrategias para la conservación de áreas naturales protegidas
de designación internacional: Reserva de la Biosfera, Sitios del Programa
Mundial y sitios Ramsar en Iberoamérica con sede en el instituto de Ecología en
el estado de Veracruz,
en la ciudad Xalapa de Enríquez, tuve
la oportunidad de participar entre biólogos, ingenieros ambientales y solamente
dos personas Mexicanas con formación profesional en el turismo, una persona era
la Lic. En turismo Carmelita Vázquez Gildo y un servidor y que hablamos sobre
las actividades sustentables en el área turística, la reflexión viraba, en que
en una ciudad puede presentar no sólo un patrimonio cultural, sino también en
el natural. La contaminación del aire y del paisaje urbano en Ciudad Guzmán es
un tema que nos debe llevar a meditar en lo sucedido en ZMG, el desarrollo de
las Industrias terminó con el patrimonio natural de Guadalajara y su imagen,
sigue teniendo una variedad inmensa en cultura e historia, pero recuerden que hace
unos años era llamada la Perla Tapatía, eslogan asignado porque era una de las
ciudades más limpias, en sus calles, y sin contaminación visual (grafitis), pero
no sólo era una ciudad pulcra, sino de su también su aire, ya que el pulmón de
dicha ciudad, era el bosque la primavera, estaba debidamente protegido, era un
centro de recreación para muchos turistas nacionales e internacionales, pero
entre incendios y nuevos predios el bosque se ha ido debilitando, en Ciudad
Guzmán, nos negamos en tomar alternativas para el cuidado del aire, y sobre
todo sobre su aspecto urbano, cada vez es más frecuente ver riñas entre los
vecinos, porque después de que pasó el recolector de basura otros vecinos pocos
responsables, sacan la basura de su casa, pensando que ya no estando sus
residuos en casa ya no es su problema, y posteriormente debido a esta práctica se
desprenden malos olores y de una mala imagen, la contaminación que estamos
generando como sociedad no sólo en el aspecto urbano, sino en el aire, hoy invito a que todos los
lectores de este artículo, busquemos una alternativa para solucionar este tipo
de problemas, de otra manera nos puede llegar a pasar lo ocurrido en la Ex
Perla Tapatía, parecería que a los responsables de generar políticas
públicas en pro del medio ambiente, los
invade la miopía, y confunden el
progreso de una ciudad, basándome en engordar los bolsillos de unos cuantos, a
consta del daño de todos, una ciudad que no se desarrolla de manera sustentable
está destinada al cataclismo ecológico.
El Dato
En
anteriores artículos hemos venido hablando que para que exista un desarrollo
económico debe seguir un pentágono de sustentabilidad, primeramente, debe ser socialmente
justo, ya que debe responder a las necesidades básicas de las comunidades
que poseen el recurso, elevando su nivel de vida para que surja un verdadero
desarrollo. Segundo, debe ser ecológicamente responsable, tratando de
causar el menor impacto en las áreas naturales, para que otras generaciones
puedan gozar de ellas. Tercero, debe ser económicamente redituable, para
que el desarrollo se sostenga por sí mismo. Cuarto, debe ser políticamente
respetuoso porque se debe acatar a las leyes mexicanas y a las del sitio que
visitamos, con políticas públicas con sanciones específicas, sin dejar lagunas
para que no se genere la corrupción ni la impunidad y no se haga parte del
sistema de corrupción que ya vivimos, en pocas palabras sin fugas de ley y
quien las aplique. Quinto, debe ser culturalmente responsable del
intercambio que vive el turista con las personas que habitan dentro del sitio
visitado. A esto nos exhorta la teoría del desarrollo turístico sustentable.
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