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jueves, 11 de mayo de 2017

La ética del cuidado y la educación



María Del Carmen Torres Avalos


La ética es una rama de la filosofía que le interesa el estudio de la esencia del acto humano, trata de esclarecer cuáles son las características propias de éste, haciendo la diferenciación entre acto humano y acto de hombre.  Ejemplo: la “libertad” es una característica del acto humano; si en una situación, no la ejercemos o la coartamos, entonces estamos desarrollando un acto de hombre; la condición indispensable de un valor moral es el acto humano, es decir un acto ejecutado libremente.



La Ética establece tres propósitos: Todo ser humano es autónomo e inviolable, todos los seres humanos tienen derechos iguales y ningún ser humano tiene derecho a hacer daño a otro sin necesidad.
Por su parte, Carol Gilligan, filosofa estadounidense, describe el cuidado y la justicia como dos perspectivas morales que organizan tanto el pensamiento como los sentimientos y empoderan al sujeto a tomar diferentes tipos de acciones tanto  en la vida pública como en la privada (1993, 209).

Actualmente dentro de la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria 2016, una de las condiciones  para gestionar el nuevo currículo de la Educación Obligatoria precisamente es la Ética del cuidado, ya que se considera primordial, pues, en el servicio educativo  lo ofrecen personas y lo reciben personas, luego entonces, las relaciones interpersonales son básicas para valorar la calidad del servicio educativo.

El término “cuidado”, además de basarse en el respeto, tiene varias denominaciones como: atención, reconocimiento del otro, aprecio por nuestros semejantes. 
Algunas de las acciones que se tendrán que trabajar paulatinamente es el reconocimiento del alumno en sí mismo, empatía y la conciencia del cuidado personal; el reconocimiento de las responsabilidades de cada uno hacia los demás; finalmente, se ha de requerir fomentar el interés por ayudar, actuar en el momento debido, comprender el mundo como una red de relaciones e impulsar los principios de solidaridad y tolerancia.
Todo lo anterior en aras de propiciar un buen clima escolar, sentido de pertenencia a la escuela y sociedad y lograr los procesos de inclusión tan anhelados.
Como se puede observar la ética del cuidado se manifiesta en todos los intercambios que ocurren en la escuela, entre los actores principales de la educación; docentes, alumnos, directivos, padres de familia y comunidad en general, por tal motivo todos debemos estar conscientes de generar un ambiente de bienestar que propicie aprendizajes de calidad en nuestros centros educativos.

*Asesora del Centro de Actualización del Magisterio.




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