María
Del Carmen Torres Avalos
La
ética es una rama de la filosofía que le interesa el estudio de la esencia del
acto humano, trata de esclarecer cuáles son las características propias de éste,
haciendo la diferenciación entre acto humano y acto de hombre. Ejemplo: la “libertad” es una característica
del acto humano; si en una situación, no la ejercemos o la coartamos, entonces
estamos desarrollando un acto de hombre; la condición indispensable de un valor
moral es el acto humano, es decir un acto ejecutado libremente.
La
Ética establece tres propósitos: Todo ser humano es autónomo e inviolable,
todos los seres humanos tienen derechos iguales y ningún ser humano tiene
derecho a hacer daño a otro sin necesidad.
Por su
parte, Carol Gilligan, filosofa estadounidense, describe el cuidado y la
justicia como dos perspectivas morales que organizan tanto el pensamiento como
los sentimientos y empoderan al sujeto a tomar diferentes tipos de acciones
tanto en la vida pública como en la
privada (1993, 209).
Actualmente
dentro de la Propuesta Curricular para la Educación Obligatoria 2016, una de
las condiciones para gestionar el nuevo
currículo de la Educación Obligatoria precisamente es la Ética del cuidado, ya
que se considera primordial, pues, en el servicio educativo lo ofrecen personas y lo reciben personas,
luego entonces, las relaciones interpersonales son básicas para valorar la
calidad del servicio educativo.
El
término “cuidado”, además de basarse en el respeto, tiene varias denominaciones
como: atención, reconocimiento del otro, aprecio por nuestros semejantes.
Algunas
de las acciones que se tendrán que trabajar paulatinamente es el reconocimiento
del alumno en sí mismo, empatía y la conciencia del cuidado personal; el
reconocimiento de las responsabilidades de cada uno hacia los demás;
finalmente, se ha de requerir fomentar el interés por ayudar, actuar en el
momento debido, comprender el mundo como una red de relaciones e impulsar los
principios de solidaridad y tolerancia.
Todo lo
anterior en aras de propiciar un buen clima escolar, sentido de pertenencia a
la escuela y sociedad y lograr los procesos de inclusión tan anhelados.
Como se
puede observar la ética del cuidado se manifiesta en todos los intercambios que
ocurren en la escuela, entre los actores principales de la educación; docentes,
alumnos, directivos, padres de familia y comunidad en general, por tal motivo
todos debemos estar conscientes de generar un ambiente de bienestar que
propicie aprendizajes de calidad en nuestros centros educativos.
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