La disciplina no es escolar, los hábitos empiezan desde casa

Rosa María Chávez Hernández

La disciplina es un reto. No es nada fácil y va de la mano con la formación de hábitos, es por eso que quiero tocar el tema de la creación de hábitos, porque es una pregunta frecuente que nos hacemos los padres y madres de familia, “¿Por qué mi hijo no llega y hace la tarea?” ” ¿Porque sólo cuando me enojo me hace caso?”. Muchos de estos cuestionamientos son los que invaden nuestro pensamiento.

En esta ocasión voy a hablar de algunos elementos generales que nos pueden ayudar a prever estas situaciones en la vida cotidiana.

Respetar horarios: El hábito de respetar horarios empieza desde las primeras etapas, si un bebé carece de una buena rutina alimenticia y sueño, se crea un desorden en dos hábitos que son esenciales para lograr un buen ajuste en el niño, no sólo a horarios sino también para que haga un buen reconocimiento a sus necesidades y aprenda a controlarlas, eso a la larga provoca una buena disposición para crear y asumir nuevos hábitos, como por ejemplo un horario de estudio en casa, en el que todos los hijos, considerando la edad y el nivel de dificultad están realizando la misma tarea, pues es complejo poner a estudiar a uno mientras los demás ven televisión.

El orden: el hábito del orden es una conducta compleja que implica que el niño aprenda que éste es un proceso que significa respeto a los demás, crea conciencia de colaboración, contribuye a que logre valorar que con esto aporta al bienestar familiar. Para lograr esto los padres deben dar ejemplo, colocando ellos también el maletín de trabajo, los zapatos, etc. en el lugar correspondiente, así no solo lo predican, sino que ellos lo ven y aprenden desde los padres como modelos.

En resumen debemos tomar en cuenta que todo es importante, desde enseñarles a lavarse los dientes, cumplir con sus obligaciones escolares, hasta como ayudar a lavar el carro, todo esto crea en ellos conceptos de orden, disciplina, corresponsabilidad, autonomía, cooperación, solidaridad, reciprocidad, autogestión, junto a otros valores y actitudes, que son los que van a favorecer que ellos se dispongan de forma positiva para interactuar en el entorno familiar, social y escolar.

*Asesora del Centro de Actualización del Magisterio de Cd. Guzmán, Jal.