Hola, futura Madre:

>Un momento por favor      

                     

J. Jesús Juárez Martín

Te apreciamos como mujer valiente que eres al prepararte para recibir el don de la vida, tú hija o hijo, muy cercano al alumbramiento. Los regalos de Dios son privilegios que marcan nuestra vida, celebramos cada año nuestro nacimiento para significarla con los amigos, familia y dar gracias al Creador; a nuestros padres que fueron medios para darnos la naturaleza humana en don supremo de la Vida.

Esa nueva criatura que llevas en tu vientre, tiene, tal vez, semejanza con tu rostro, tu temperamento, cualidades y limitaciones, es algo de lo que llamamos herencia, es una personita humana que late su corazón cerca del tuyo, crece y madura en tus entrañas, se alimenta de lo que es tuyo y nacerá de ti.

Has tenido muchas alegrías, muchos dones en la vida, pero siempre el mayor de ellos será el nacimiento de tus hijos, porque trascienden en el plan de Dios, al tiempo, al de sus padres y si bien los educas, serán personas de grandes servicios, servicios gratos ante el Señor, la familia y la sociedad. Esa será tu misión más importante como mujer, como madre: EDUCADORA.

Tu buen juicio, la sensatez te decidieron a enfrentar, a vivir la vida, trayendo al mundo   al nuevo ser que llena de luz y responsabilidad tu vida. Es carne y naturaleza de tu sangre, le heredas privilegios y limitaciones, sin embargo, por ser personita tiene todas las posibilidades por ser delicado fruto del amor de Dios a la humanidad.

Estamos contigo, porque le dices a la vida: SÍ. Estoy contigo porque das testimonio sublime de confianza en Dios que te fortalece y guiará para ser buena madre como María con el niño Jesús, perseguido por el gobernador de Judea.

Recibe nuestra felicitación, somos un grupo de familias que estamos como tú, a favor de la vida, acepta la más sencilla felicitación por el cercano nacimiento de tu hijo o hija. Confía en Dios, tu familia, en tu esposo, el padre que engendró, el varón contigo, porque así será más gratificante afrontar tu misión como Madre.