El Volcán/SSJ
Debido
a que la alimentación durante los primeros años de vida es un factor
trascendental en el proceso de desarrollo, la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ)
recomienda a la población que durante los primeros seis meses del bebé, sea
alimentado con leche materna ya que le brinda al lactante los nutrientes
necesarios para un crecimiento sano.
Pasados esos seis meses, deben introducirse alimentos complementarios adecuados
e inocuos, combinados con la lactancia materna hasta los dos años como mínimo.
Éstos deben ser ricos en nutrientes y deben administrarse en cantidades
suficientes.
La nutrióloga de la SSJ, Pimentel Martín, explicó que “la leche materna es el
mejor alimento para que el lactante crezca y se desarrolle de manera óptima.
Los padres o cuidadores deben empezar a introducir esos alimentos en pequeñas
cantidades, aumentando gradualmente la proporción a medida que crezca el niño”.
De acuerdo con la especialista, los alimentos complementarios deben
administrarse de dos a tres veces al día entre los seis y ocho meses,
aumentando a tres o cuatro veces al día entre los nueve y los 11 meses. Entre
los 12 y los 23 meses se les debe dar de comer de tres o cuatro veces al día. Y
dependiendo del apetito que tengan, se pueden añadir uno o dos refrigerios
nutritivos entre comidas.
Además de proporcionar una variedad y cantidad adecuada de alimento con la
frecuencia idónea, es importante que los padres demuestren sensibilidad al
alimentar al niño. Esto es, alimentar a los lactantes directamente y
ayudar a los niños mayores cuando coman por sí solos, darles de comer despacio
y con paciencia y alentarles a comer, pero sin forzarlos.
“Una alimentación inadecuada en la primera infancia es uno de los principales
factores de riesgo de mala salud a lo largo de la vida. Entre los efectos a
largo plazo cabe citar un mal rendimiento escolar, una menor productividad,
alteraciones del desarrollo intelectual y social, y diversas enfermedades
crónicas”, expuso Pimentel Martín.
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