Martha
Catalina Álvarez Godoy
Desde
que nace la persona necesita de los demás, primero para sobrevivir, después
para aprender a relacionarse, convivir y conformar otros grupos; el primer lazo
afectivo valioso e importante que le da pertenencia al individuo es el
familiar, es la primera identidad social porque es de su familia. Es en el seno
de la misma donde se cultiva este sentimiento a través de manifestaciones
afectivas que otorgan confianza y seguridad personal.
Aprende
a relacionarse con los demás desde la familia pese a las diferencias
particulares de cada uno de los miembros, a sentirse parte importante de ésta
como hijo(a), hermano(a), y jugar el rol correspondiente. Al formar parte de la
sociedad, adquiere otra identidad social ahora como ciudadano con derechos y
obligaciones, necesarias e indispensables para vivir en sociedad. Lo mismo
sucede cuando se forma parte de una institución educativa y un grupo específico;
obtiene otra identidad social ahora como alumno de esa escuela conformada por
una diversidad de personalidades, con las que es necesario comunicarse,
relacionarse e interactuar, también en ese contexto aprende a respetar las
reglas establecidas.
Generalmente
al individuo se le describe por la forma
de ser, comportarse y relacionarse con los demás en momentos o
circunstancias específicas; se sacan conjeturas en torno al tipo de relación vivido en la familia
desde la infancia; algunas veces carente de fundamento, otros casos con
elementos suficientes que puede avalar tal percepción. Pero ¿a qué se refiere
el sentido de pertenencia?, en palabras de
Pérez Porto y Gardey…”es la satisfacción de una persona al sentirse
parte integrante de un grupo, se siente identificada con el resto de los
integrantes a quienes entiende como pares”.
“Henri Tajfel,
propuso que parte del autoconocimiento de un individuo estaría conformado por
su identidad, esto es, “el conocimiento que posee un individuo que pertenece a
determinados grupos sociales junto a la significación emocional y de valor que
tiene para él/ella dicha pertenencia”. “Postuló que el comportamiento social de
un individuo variaba a lo largo de un continuo unidimensional demarcado por dos
extremos: el intergrupal, en el cual
la conducta estaría determinada por la pertenencia a diferentes grupos o
categorías sociales; y el interpersonal,
en el que la conducta estaría determinada por las relaciones personales con
otros individuos y por las características personales idiosincráticas”.
Lo que
significa que el sujeto al formar parte
de los grupos sociales actúa y se comporta en torno a lo que se espera que haga
como miembro de éstos; al relacionarse e interactuar con los demás, actúa
conforme a principios personales a su forma de ser, pensar y sentir, respeta al
otro, procede por convicción propia y decide lo que quiere hacer sin afectar a
nadie.
Corresponde
a los padres de familia y docentes que contribuyen en el proceso formativo de
los niños y jóvenes, cuidar y hacer lo posible, para que durante la estancia en
estas instituciones formativas: familia y escuela, se les brinden los elementos
necesarios que clarifique ese sentido de pertenencia sin que ello afecte la
autenticidad personal.
*Asesora
en el Centro de Actualización del Magisterio
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