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miércoles, 5 de abril de 2017

De estudiante a maestro y luego alumno

Mercedes Imelda Avalos Ruiz

“No hay maestro que no pueda ser discípulo.”
 Baltasar Gracián



En la presente redacción he querido iniciar con ésta frase de Baltasar Gracián que encierra la doble faceta profesional que debe de asumir el maestro, de manera especial en la época actual en que no puede, ni debe de mantenerse al margen de los cambios sociales que exigen una innovación permanente.


El maestro/a que cursa la Normal básica, vive ésa etapa como estudiante y conforme va preparándose, va asumiendo el rol de docente desde el primer momento en que inicia sus acercamientos a las escuelas y grupos que primero sólo observa, poco a poco le corresponde aplicar actividades educativas para ir aprendiendo a “foguearse” y adquirir experiencias que le permitan mejorar el papel de educador que cada vez deberá de asumir por más tiempo y por ende, con más responsabilidad.

Al egresar de ese nivel académico y lograr su inserción al ámbito laboral, la experiencia le permite ir acumulando conocimientos que facilitan su ejercicio y lo hacen más eficiente. Se pasa del papel de discípulo a ser de tiempo completo “el maestro”.

Pero el mismo personaje reconoce la necesidad de actualizarse y documentarse para ofrecer información veraz a sus educandos y no conformarse con lo que los libros de texto le indican como guías que son. De igual manera el mismo sistema educativo le exige seguir preparándose por medio de cursos, talleres, diplomados, licenciaturas, especialidad, maestría y hasta doctorados. Debe seguir procurando adquirir elementos que le abonen a su preparación elemental y con ello incrementar las posibilidades de diseñar estrategias educativas más acorde a las necesidades de sus educandos, a sus intereses, al perfil de egreso establecido como meta y a la evolución incesante de la sociedad y la tecnología. Así que nuevamente vuelve a ser discípulo y ahora asumir una acción doble, puesto que debe de seguir ejerciendo su ética profesional como educador y prestar atención a los requerimientos que como docente-alumno deberá cubrir.

En éste sentido, el docente que así lo desee, no está sólo; si lo que pretende lograr es una mejoría constante, una actividad profesional más eficiente, hay muchos medios para lograrlo. Puede auto capacitarse, con un buen ejercicio de lectura, trabajo en línea e ilustrándose en las diferentes disciplinas que se encierran en la curricula educativa u otras que la respaldan.

Otra opción, ofrecida por la misma Secretaría de Educación Pública y diseñada exprofeso para dar apoyo y seguimiento al servicio del docente, son los  Centros de Actualización del Magisterio (CAM); a nivel nacional estos conforman una Institución Educativa que se dedica a atender a los docentes, de manera específica a quienes pertenecen y laboran para Educación Básica, conformada por las escuelas de nivel preescolar, primaria y secundaria (sin negar el apoyo cuando se ha requerido en otros niveles educativos), al mismo tiempo coordinados por la Dirección General de Formación Continua de Profesionales de  la Educación (DGFCPE). Dichas instituciones se encuentran ubicadas en todo el territorio nacional. En Jalisco no es la excepción y de forma específica hago alusión al CAM de Ciudad Guzmán, a quien le corresponde atender la región Sur del Estado.

De acuerdo a lo que los maestros han requerido como apoyo para su capacitación y mejoramiento, se han venido ofertando cursos estratégicos de acompañamiento, para favorecer el trabajo de las diferentes asignaturas que a su vez abordan con sus grupos.

En algunas épocas y en ciertos casos, han decidido de manera voluntaria volver a asumir el papel de pupilos, por el simple gusto, pero en otros momentos han debido participar para acumular puntos y ser valorados como insumos al ser evaluados desde hace ya varios años con la conocida “Carrera Magisterial”; en la actualidad los CAM’s han debido transformar sus aportaciones al magisterio, implementando ahora cursos, talleres y sesiones informativas acordes a la no menos famosa Reforma Educativa en ciernes. En especial en el proceso de Evaluación que están afrontando los educadores a nivel nacional; realizando orientación sobre procedimientos, revisando ejercicios para mejorar, corregir o detallar (según se requiera), respecto al conocimiento del Plan de Estudios vigente, los programas de cada nivel y asignatura, la Planeación que cada uno debe de hacer para preparar sus actividades cotidianas, la argumentación que se requiere de cada estrategia implementada, la valoración del contexto de la escuela y diagnóstico del grupo, su repercusión en las decisiones asumidas, etc.

Comprobado está que de manera constante el maestro que inicia en un involucramiento en éste ámbito, ha de permanecer de manera recurrente como docente, pero al mismo tiempo como educando, desempeñando así una serie de actividades multidisciplinarias, tratando de ser un buen guía con sus alumnos, pero al mismo tiempo cumpliendo con lo que le corresponde como aprendiz. Esto aplica en todos los casos. Prueba de ello es que quienes estamos en dichos Centros, requerimos ser capacitados y que no sólo el maestro de grupo debe de seguir siendo estudiante, sino los directores, supervisores, jefes de sector, Asistentes Técnico Pedagógico, etc.

Para cerrar ésta reflexión, hago referencia a ciertos datos históricos sobre nuestra Institución: El Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (actualmente reconocido como Centro de Actualización del Magisterio: CAM), inició formalmente sus actividades el 19 de marzo de 1945, siendo Presidente de la República el General Manuel Ávila Camacho, y titular de la Secretaría de Educación Pública, el Maestro Jaime Torres Bodet.

En sus inicios, formó, capacitó y tituló a miles de maestros rurales que trabajaban en las escuelas del país, siendo considerada por ello, la Escuela Normal más grande del mundo.

Como parte de su proceso de transformación, el Instituto se convirtió en 1970 en la Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio (DGMPM); posteriormente, después de varios trances ocasionados por cambios administrativos, ha sido denominada en la actualidad como DGFCPE que se menciona anteriormente. En donde se sigue estando al servicio del docente y de la comunidad educativa en la cual quienes formamos parte y como diría Baltasar, seguimos siendo docentes y discípulos. 

*Asesora del Centro de Actualización del Magisterio



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