Mercedes
Imelda Avalos Ruiz
“No hay maestro que no pueda ser
discípulo.”
Baltasar Gracián
Baltasar Gracián
En la
presente redacción he querido iniciar con ésta frase de Baltasar Gracián que
encierra la doble faceta profesional que debe de asumir el maestro, de manera
especial en la época actual en que no puede, ni debe de mantenerse al margen de
los cambios sociales que exigen una innovación permanente.
El
maestro/a que cursa la Normal básica, vive ésa etapa como estudiante y conforme
va preparándose, va asumiendo el rol de docente desde el primer momento en que
inicia sus acercamientos a las escuelas y grupos que primero sólo observa, poco
a poco le corresponde aplicar actividades educativas para ir aprendiendo a
“foguearse” y adquirir experiencias que le permitan mejorar el papel de
educador que cada vez deberá de asumir por más tiempo y por ende, con más responsabilidad.
Al
egresar de ese nivel académico y lograr su inserción al ámbito laboral, la
experiencia le permite ir acumulando conocimientos que facilitan su ejercicio y
lo hacen más eficiente. Se pasa del papel de discípulo a ser de tiempo completo
“el maestro”.
Pero el
mismo personaje reconoce la necesidad de actualizarse y documentarse para
ofrecer información veraz a sus educandos y no conformarse con lo que los
libros de texto le indican como guías que son. De igual manera el mismo sistema
educativo le exige seguir preparándose por medio de cursos, talleres,
diplomados, licenciaturas, especialidad, maestría y hasta doctorados. Debe
seguir procurando adquirir elementos que le abonen a su preparación elemental y
con ello incrementar las posibilidades de diseñar estrategias educativas más
acorde a las necesidades de sus educandos, a sus intereses, al perfil de egreso
establecido como meta y a la evolución incesante de la sociedad y la
tecnología. Así que nuevamente vuelve a ser discípulo y ahora asumir una acción
doble, puesto que debe de seguir ejerciendo su ética profesional como educador
y prestar atención a los requerimientos que como docente-alumno deberá cubrir.
En éste
sentido, el docente que así lo desee, no está sólo; si lo que pretende lograr
es una mejoría constante, una actividad profesional más eficiente, hay muchos
medios para lograrlo. Puede auto capacitarse, con un buen ejercicio de lectura,
trabajo en línea e ilustrándose en las diferentes disciplinas que se encierran
en la curricula educativa u otras que la respaldan.
Otra
opción, ofrecida por la misma Secretaría de Educación Pública y diseñada
exprofeso para dar apoyo y seguimiento al servicio del docente, son los Centros de Actualización del Magisterio (CAM);
a nivel nacional estos conforman una Institución Educativa que se dedica a
atender a los docentes, de manera específica a quienes pertenecen y laboran
para Educación Básica, conformada por las escuelas de nivel preescolar,
primaria y secundaria (sin negar el apoyo cuando se ha requerido en otros
niveles educativos), al mismo tiempo coordinados por la Dirección General de
Formación Continua de Profesionales de
la Educación (DGFCPE). Dichas instituciones se encuentran ubicadas en
todo el territorio nacional. En Jalisco no es la excepción y de forma
específica hago alusión al CAM de Ciudad Guzmán, a quien le corresponde atender
la región Sur del Estado.
De
acuerdo a lo que los maestros han requerido como apoyo para su capacitación y
mejoramiento, se han venido ofertando cursos estratégicos de acompañamiento,
para favorecer el trabajo de las diferentes asignaturas que a su vez abordan
con sus grupos.
En
algunas épocas y en ciertos casos, han decidido de manera voluntaria volver a
asumir el papel de pupilos, por el simple gusto, pero en otros momentos han
debido participar para acumular puntos y ser valorados como insumos al ser
evaluados desde hace ya varios años con la conocida “Carrera Magisterial”; en
la actualidad los CAM’s han debido transformar sus aportaciones al magisterio,
implementando ahora cursos, talleres y sesiones informativas acordes a la no
menos famosa Reforma Educativa en ciernes. En especial en el proceso de
Evaluación que están afrontando los educadores a nivel nacional; realizando
orientación sobre procedimientos, revisando ejercicios para mejorar, corregir o
detallar (según se requiera), respecto al conocimiento del Plan de Estudios
vigente, los programas de cada nivel y asignatura, la Planeación que cada uno
debe de hacer para preparar sus actividades cotidianas, la argumentación que se
requiere de cada estrategia implementada, la valoración del contexto de la
escuela y diagnóstico del grupo, su repercusión en las decisiones asumidas,
etc.
Comprobado
está que de manera constante el maestro que inicia en un involucramiento en
éste ámbito, ha de permanecer de manera recurrente como docente, pero al mismo
tiempo como educando, desempeñando así una serie de actividades multidisciplinarias,
tratando de ser un buen guía con sus alumnos, pero al mismo tiempo cumpliendo con
lo que le corresponde como aprendiz. Esto aplica en todos los casos. Prueba de
ello es que quienes estamos en dichos Centros, requerimos ser capacitados y que
no sólo el maestro de grupo debe de seguir siendo estudiante, sino los
directores, supervisores, jefes de sector, Asistentes Técnico Pedagógico, etc.
Para
cerrar ésta reflexión, hago referencia a ciertos datos históricos sobre nuestra
Institución: El Instituto Federal de Capacitación del Magisterio (actualmente
reconocido como Centro de Actualización del Magisterio: CAM), inició
formalmente sus actividades el 19 de marzo de 1945, siendo Presidente de la
República el General Manuel Ávila Camacho, y titular de la Secretaría de
Educación Pública, el Maestro Jaime Torres Bodet.
En sus
inicios, formó, capacitó y tituló a miles de maestros rurales que trabajaban en
las escuelas del país, siendo considerada por ello, la Escuela Normal más
grande del mundo.
Como
parte de su proceso de transformación, el Instituto se convirtió en 1970 en la
Dirección General de Mejoramiento Profesional del Magisterio (DGMPM);
posteriormente, después de varios trances ocasionados por cambios
administrativos, ha sido denominada en la actualidad como DGFCPE que se
menciona anteriormente. En donde se sigue estando al servicio del docente y de
la comunidad educativa en la cual quienes formamos parte y como diría Baltasar,
seguimos siendo docentes y discípulos.
*Asesora del Centro de Actualización del Magisterio
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